Estuario al fin del mundo: migración y niñez Entrelíneas por Sergio Hinojosa - 2 diciembre, 20225 marzo, 20230 Un estuario es un cuerpo de agua en el que se une el agua salada del mar con el agua dulce de un río. El fin del mundo es Chile. Una residencia de la compañía penquista de teatro La Obra en la asociación de resguardo de patrimonio natural Traon Nevez ubicada en la Bretaña francesa, precisamente en las cercanías de un estuario, permitió que surgieran las primeras ideas para la creación de un montaje profundo y sensitivo. El exilio que vivieron chilenos y chilenas a manos de la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet fue la piedra angular que dio paso a la creación de una obra. Esta nace tras la recopilación de experiencias de personas que sufrieron el destierro, más bien de hijos e hijas de exiliados que nacieron en un país distinto al de sus padres, con una cultura, un idioma y un modo de vida diferente. En un viaje lúdico y sutil confluyen los personajes de la obra buscando una identidad en una tierra lejana y extraña que poco a poco se va transformando en propia. En la travesía se van encontrando con objetos, amuletos, melodías y costumbres características de la cultura chilena que difieren completamente de lo cotidiano de su tierra natal. Mediante un lenguaje afable, una escenografía sencilla y poesía cantada, la obra retrata la migración desde la perspectiva de la infancia. Las experiencias rescatadas de quienes una vez cuando niños fueron arrastrados de forma obligatoria e inmediata por situaciones que adultos propiciaron, configuran una nueva manera de reflexionar en torno a este tema por medio de la actuación y la música. Esto permite que la audiencia se sensibilice ante una cuestión tan contingente como lo es el fenómeno migratorio que, así como ocurrió en la historia pasada, continúa ocurriendo ahora cuando Chile es el país de destino de migrantes. La obra fue escrita y dirigida por la dramaturga Giselle Sparza. El elenco está compuesto por Javiera Hinrichs, Alfonso Lara y Francisca Díaz.Fotografía: Teatro La Obra. Público de todas las edades pueden disfrutar de esta historia llena de nostalgia, esperanza, música y de lo multicultural de la vida en sí misma. Eso son los personajes que dan vida a la obra, una mixtura de culturas, colores, ritmos e idiomas. Estuarios en donde confluyen la identidad del país de origen con el de llegada, forzados a adecuarse al entorno, a las nuevas calles, estructuras y sabores, pero finalmente respirando el mismo aire en donde están ahora y en esa tierra que dejaron.