Una vibración de ritmos y emociones a flor de piel Entrelíneas por Valentina Gonzalez - 2 diciembre, 20225 marzo, 20230 Pasaba agosto del 2016, un álbum silencioso y sorpresivo aparece con diferentes perspectivas musicales que llega a ser una de las piezas más emblemáticas de la música, estamos hablando de Blond realizado por el artista Frank Ocean. Con 17 canciones y exactamente 60 minutos, Frank nos lleva a una montaña rusa de emociones con un alto nivel sonoro y narrativo, las que se van tornando cada vez más personales, generando que rápidamente sus oyentes se puedan dar cuenta de la panorámica emocional que se va desarrollando. Canciones como Ivi y Nikes, presentan diversos juegos de palabras para expresar sentimientos profundos como lo es la soledad, amores pasados e incluso las representaciones del miedo, odio y la homofobia que habitó en su vida., además de producir ciertas inflexiones vocales con la intención de oír distintas versiones de él mismo. Una obra que del minuto uno representa el estado de ánimo de quien lo interpreta. La dualidad de su álbum reproduce, por un lado, en sus primeras canciones una vibra inocente y agraciada, parecido a una carta de amor dirigida hacia personas que ya no están en esta dimensión, creando recuerdos que se representan como una imagen borrosa y confusa en su mente que dejó una huella positiva en su vida. Luego, nos lleva al territorio de la querida y odiada soledad, donde se adentra en aprendizajes sobre el amor propio y cómo se siente ver a esa persona que tanto ama después de mucho tiempo, donde las emociones se intensifican al no querer soltar lo que un día tuvieron, dando paso a la aceptación y el crecimiento personal. En la colaboración de este disco colaboraron artistas como James Blake, Pharrell Williams y Beyoncé.Foto: Acclaimmag.com Por otro lado, la segunda mitad del álbum se vuelve oscura como la noche. Una vibra melancólica con un golpe emocional, que reflexiona sobre decisiones del pasado, presente y futuro, comienza a invadir al oyente, logrando transmitir diferentes interpretaciones. Además, temas sobre el mundo del consumo, las drogas y los problemas actuales que la sociedad presenta. Blond ha sido uno de los trabajos más transparentes del artista, con una honestidad que en conjunto con sus letras y melodías envuelven a cualquiera que se dé la oportunidad de escucharlo. La obra posee una perfecta combinación de capas, las que se van descifrando poco a poco sus significados y que se van ampliando a medida que los minutos van pasando. A partir de una mera casualidad, me recomendaron escuchar este disco desconocido, de un artista que mi memoria solo recordaba su nombre, pero que llegó a ser una de las obras más significativas que he oído, siendo capaz de ser una compañía para esos días en los cuales uno solo quiere dejar de escuchar el ruido de aquello que solo quieres ignorar.