Causas del desempleo en los jóvenes titulados Entrelíneas por Raimundo Jury - 13 diciembre, 202213 diciembre, 20220 La desocupación y baja inserción en el mercado laboral de aquellos exestudiantes recientemente graduados de carreras universitarias se ha transformado en un desafío que por años sigue persistente. Las generaciones de trabajadores han cambiado, no obstante, la interrogante sigue siendo la misma. ¿Cuáles son las razones de la falta de empleo en profesionales con poco tiempo de egresados? Por Valentina Gonzalez y Raimundo Jury El desempleo es un problema preocupante para la juventud, tanto para aquellos que cuentan con un título universitario, como para quienes no poseen estudios superiores. Según datos entregados por el Instituto Nacional de Estadísticas, la tasa de desocupación de individuos entre 18 y 24 años llega al 16,8 %. Esta cifra evidencia el reto que tiene el mercado y escenario laboral actual. De acuerdo al último termómetro laboral del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo en la Región del Biobío, la tasa de desocupación en el territorio fue de un 7,2 %. Esta cifra se acerca al porcentaje a nivel país, el que alcanza un 7,8 % solamente en el 2022. Sin embargo, sí hay empleos disponibles, pero ¿son los que esperan desempeñar los jóvenes luego de su largo trayecto universitario? A partir de un proyecto llevado a cabo por el Sistema de Análisis de Bolsas de Empleo, en el que se recopiló información de los portales de búsqueda y avisos de trabajos, se pudo verificar las tres ocupaciones más requeridas y con mayor cantidad de vacantes. Entre estos cargos se encuentran los vendedores, asistentes por internet o puestos de mercados, técnicos y auxiliares de enfermería, cocineros en locales de comida rápida y promotores en multitiendas. Conforme a un artículo del diario La Tercera, las carreras de Fonoaudiología, Nutrición, Terapia Ocupacional y Kinesiología alarman un futuro incierto debido al escaso campo laboral. Foto: Lucía Martos. Empleados jóvenes y el escenario de contratación actual El mercado laboral ha cambiado la forma de obtener trabajo. Antiguamente, en el mecanismo de contratación primaba la elección de los empleados desde las mismas empresas, de acuerdo a las decisiones del departamento correspondiente, sin embargo, en la actualidad ocurre el caso contrario. Hoy en día son los profesionales recientemente titulados -y también aquellos que llevan tiempo insertos en la rutina del empleo y se han adaptado a los métodos- quienes buscan en qué compañía desean prestar servicios. A partir de este fenómeno, las instituciones han tenido que mejorar e implementar algunos beneficios, ya sea flexibilizando los horarios de producción, otorgando y extendiendo vacaciones, entre otros. Esto, para incrementar las percepciones y expectativas de los nuevos trabajadores, con el fin de atraerlos a la corporación. Otra de las formas que ha utilizado el mercado laboral para el proceso de selección de personal son las empresas de reclutamiento externas. Este sistema se lleva a cabo a través de innovadores métodos para incorporar a nuevos trabajadores. ¿Cómo? Evaluando y gestionando a futuros postulantes de compañías y organizaciones, midiendo habilidades cognitivas, emocionales, conductuales y de personalidad. Pero no todo es tan sencillo como parece, pues al momento de buscar empleo, pueden aparecer complicaciones para encontrar un puesto ideal para los postulantes. Según un artículo de Forbes Chile, el sector agrícola y financiero son quienes más han implementado las 40 horas de jornada laboral. Foto: Iván Samkov. Valentina Sotomayor, Customer Success en Genoma Work, comenta una serie de dificultades y causas del desempleo en exestudiantes recientemente egresados. “Existe un problema entre las ofertas laborales y quienes buscan trabajo. Al estar inserta en este rubro me di cuenta de que las personas no saben buscar oportunidades y las empresas no conocen la forma correcta de ofrecerlas. No hay plataformas que conecten con la gente. LinkedIn es una tremenda página, pero le falta mucho, ya que no existe el suficiente conocimiento sobre esta. Además, las universidades no le enseñan a sus estudiantes a crear un espacio en la vida laboral, muy pocas cuentan con ramos de empleabilidad donde instruyen a los futuros profesionales para realizar un currículum, cómo también interactuar en entrevistas o tips para enfrentar el mercado. Muchos usuarios no tienen idea y a veces se necesitan asesorías”. Los mercados complicados Todos los años, algunos rankings de empleabilidad son publicados por diversos medios. Esto se enmarca en los procesos de admisión a la educación superior y su posterior selección de cada casa de estudio. Según un artículo publicado en el sitio web DondeEstudiar.cl en julio de este año, Ingeniería en Gestión Pública, Química y Farmacia, y Obstetricia y Puericultura son las tres carreras universitarias con porcentajes superiores al 97 % el primer año. Dentro del mismo listado destacan varias ingenierías, de las que más alto porcentaje se encuentran de logística, comercio exterior e informática. Este es el caso exclusivamente de las áreas con más proyección, pues existe una amplia lista de profesiones que están inmersas en una crisis de ocupación laboral. De acuerdo a la red Universia, junto a datos de la página web Trabajando.com, las carreras más saturadas del mercado universitario en 2020 fueron Ingeniería Comercial, Administración de Empresas, Ingeniería en Prevención de Riesgos y Contador Auditor. Sin embargo, existen más rubros con escenarios complejos. ¿Qué significa este estado del campo laboral? Se conoce popularmente de esa manera cuando existe un número más alto de profesionales respecto a las vacantes disponibles en su correspondiente área de especialización. A partir de la saturación de profesionales de las líneas de ingeniería, las empresas reclutan a sus nuevos trabajadores con un filtro de las casas de estudio de donde egresaron. Así lo comenta Valentina Sotomayor, quien asesora a ciertas franquicias del país. “Las compañías no saben realizar procesos de jóvenes recientemente titulados, buscan a gente de universidades y carreras específicas. Lamentablemente, esto pesa mucho y sigue siendo un requisito para aquellas áreas que están saturadas. La competencia es alta, es por ello que se utilizan este tipo de filtros”. De acuerdo a la plataforma www.mifuturo.cl, Ingeniería Civil en Minas es la carrera mejor pagada en Chile actualmente. Foto: Mikael Blomkvist Con la existencia de una lista enorme de carreras en la oferta de educación superior es dificultoso asegurar los mercados complejos. Esto, porque en este fenómeno de saturación influyen múltiples factores. ¿Por qué otros factores el ingreso al mercado laboral es tardío? La crisis de empleabilidad no es la única traba que retrasa el comienzo de la vida laboral de los nuevos profesionales. Por una parte, puede ser que los egresados opten por un descanso tras varios semestres de esfuerzo y dedicación demandados por una carrera universitaria; en promedio, las disciplinas requieren más de cuatro años de concentración seguidos, los que agotan mentalmente a las personas y complejiza el enfrentarse a un trabajo de tiempo completo inmediatamente. Por otra parte, es obstáculo, de suyo relevante, los estudios de posgrado, especialización o la persecución de un segundo título en otras profesiones. Por último, se debe mencionar la expectativa -no siempre alcanzada- que tienen algunos individuos en relación a las remuneraciones y sus respectivas tareas. Además de los presentados, los años laborales en el campo -previos a la inserción en nuevos cargos- es un requisito que aquellas personas recientemente tituladas no pueden cumplir. Este es el caso de Mauricio Villa, profesor de inglés egresado de la Universidad San Sebastián, quien desde su titulación en 2020 no ha encontrado un trabajo con contrato fijo. “Generalmente piden profesores que hayan trabajado con niños o cierto periodo ejerciendo en colegios. Lamentablemente, para alguien nuevo (en el mercado) no es posible”. Nicole Ramírez, titulada de Educación Parvularia en la Universidad de Concepción, también ha cumplido funciones de manera irregular. “Ha sido todo intermitente, hay meses donde he ido a la institución una semana, otros el ciclo completo, en algunos dos días y así”. Similar es el caso de Guillermo Vivar, quien finalizó recientemente de cursar la carrera de Administración Pública y Ciencia Política en la Universidad de Concepción. “Solicitan al menos tres años de servicio en la mayoría de puestos (…) Otra alternativa es haber cumplido con cargos relacionados previamente”. “Yo creo que el único requisito por el que siempre me rechazaban era la experiencia”. Nicole Ramírez, educadora de párvulos. El dispar grado de preparación entre profesionales dificulta todavía más la búsqueda de un cargo. Así lo confirma Bárbara Sáez, arquitecta de la Universidad del Bío-Bío quien finalizó sus estudios en enero de este año. “Muchas veces solicitaban el conocimiento de algunos softwares que no fueron abordados a cabalidad en la escuela, por lo que la competencia es aún más grande. De hecho el plan BIM 2025 está a la vuelta de la esquina y es un problema real para los que no sabemos usar Revit”. Mario Velásquez, geógrafo de la Universidad Alberto Hurtado, egresado en 2018, vive algo parecido, pues afirma que “el campo laboral es específico y escaso”, argumentando que las exigencias en los manejos de la materia son muy puntuales por cada proyecto en los que ha intentado postular. Correspondiente a la regulación de la Dirección del Trabajo, la “desconexión digital” es un derecho irrenunciable para los trabajadores con el fin de evitar situaciones de sobrecarga física y psicológica. Foto: Ketut Subiyanto Javiera Soto, periodista egresada de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, promoción 2021, evidencia un caso parecido a los anteriores, agregando que las instituciones en el último tiempo buscan egresados que cumplan el rol de tres o cuatro profesionales. “No basta con que sepas periodismo, también debes ser community manager, conocer del rubro audiovisual, ser especialista en marketing, publicista, y más. Entonces, si no sabes usar programas Adobe, o no conoces de diseño UI/UX, SEO o SEM, eso ya te quita puntos, especialmente en empresas más pequeñas que no cuentan con el presupuesto para contratar a todo ese personal de comunicaciones”. El mercado de la salud mental también tiene sus falencias desde el punto de vista de los nuevos profesionales. Así lo asegura Paula Cortés, psicóloga de la promoción 2022 de la Universidad San Sebastián. “Es muy complejo y exigente el campo laboral. Las ofertas que hay se enfocan, en su mayoría, en el área organizacional. Para el resto de especializaciones, en los cargos disponibles te solicitan dos años -e incluso más- de experiencia y mucha profundización”. Por su parte, Álvaro Figueroa, de la misma carrera e institución, pero titulado en 2021, comenta que junto con las dificultades antes mencionadas, existe una alta competencia por la cantidad de egresados en el rubro. Otro factor que imposibilita su entrada a algún empleo fijo, agrega, “porque, además de no haber ejercido previamente, no tengo estudios que me piden, ya que no cuento con diplomados o cursos en algunas temáticas”. Por la parte contraria, también existen empleadores que esperan integrar a sus equipos a profesionales con poco o casi nulo acercamiento al mundo laboral. Esto, por el valor que se le otorga a la cultura organizacional de cada compañía. “Las empresas no buscan contratar a personas que vengan con una estructura organizativa externa, quieren construir una propia, es por eso que se emplea a quienes no tienen mucha experiencia, además de pagarles un sueldo inferior a diferencia de un trabajador que lleva años en el rubro”, afirma Andrés Reinoso, ingeniero comercial. Es un hecho que el problema de las altas tasas de desempleo juvenil no se ha abordado de manera integral, las causas pueden variar desde la experiencia laboral, poco campo profesional, hasta las nulas expectativas de aquellos que egresan de una carrera universitaria. El incremento en la generación de empleos y el rol que cumplen las empresas para entregar herramientas que fomenten las competencias en el mercado de los trabajos sigue siendo un desafío pendiente para quienes están a cargo.