Reseña | Better Call Saul, de héroe a villano EntrelíneasPor Nicolas Sanhueza - 13 diciembre, 2022 La exitosa precuela de Breaking Bad que protagoniza Bob Odenkirk como Jimmy McGill, un abogado que se convierte en el pilar legal del narcotraficante más peligroso del mundo. Breaking Bad es un thriller policial creado por el norteamericano Vince Gilligan y ha sido catalogada como la tercera mejor serie creada en la historia, según la revista Rolling Stone, decisión con la cual estoy plenamente de acuerdo. Una serie de tal impacto, por la trama y la cinematografía, crea personajes que poco a poco se vuelven íconos. Como el chileno Gustavo Fring, el anciano más hábil y peligroso que he visto y por supuesto un abogado que coquetea con lo ilegal constantemente: Saul Goodman. Así, una vez terminada la emisión de Breaking Bad la cadena televisiva AMC anuncia una precuela que sería protagonizada por el abogado de Heisenberg, con la intención de que fuera una comedia. Nada hacía presagiar que terminaría siendo un drama de seis temporadas con 10 capítulos cada una. En ella se muestra la historia de Jimmy McGill (nombre con el que nace Saul) y como pasa de ser un estafador, a un leguleyo honesto del área penal y termina siendo un prófugo de la ley por su vínculo con el narcotráfico. De héroe a villano. Elenco principal de Better Call Saul en HCA TV Awards.Imagen: HCA TV Awards. La serie muestra el origen de varios de los personajes que aparecen en la serie original y desarrolla la historia de otros que no están. Una trama compleja en la que se está obligado a poner extrema atención a los detalles, pues, cada guiño que pueda parecer inofensivo, condiciona lo sucesivo. Un departamento de fotografía que enamora a la audiencia con planos y cortes simplemente hermosos, un guion que tensiona la trama hacia el final de cada temporada y de las mejores interpretaciones que he podido ver, por parte de actores de más bien bajo perfil. Pese al dolor que produce la muerte de los personajes que uno quiere, en Better Call Saul, la elegancia y poesía que tiene cada una de ellas las hace tan bellas como dolorosas. El debate más bullado sobre el universo de Heisenberg una vez que su precuela termina es si una es mejor que la otra. Mientras unos dicen que las segundas partes nunca son mejores que las primeras, personalmente, creo que tanto la tecnología usada en Better Call Saul, como no dejar vacíos en la trama y no cometer los mismos errores que en la primera entrega, la hacen ser casi perfecta. Tal vez no significativamente mejor que la primera, pero un tanto mejor. Si viste Breaking Bad y no Better Call Saul, no esperes a llenarte de spoilers. Ahora, si no has visto ninguna de las dos, me gustaría saber qué has estado viendo.