Comercio ambulante: un problema nacional

Si bien las autoridades intentan combatir las ventas ilegales, el conflicto sigue presente y como cada diciembre incrementa generando alteración del orden público.

Una de las problemáticas que constantemente aqueja a los distintos municipios a lo largo del país es el comercio no autorizado. Así bien, cada año estas prácticas se intensifican aún más durante el periodo de fiestas, específicamente previo a las celebraciones de Navidad y Año Nuevo. Lo anterior, provoca que sea frecuente observar diferentes operativos policiales, confiscación de productos, altercados entre las autoridades y los comerciantes, riñas y mucho más.

Existen quejas por parte de los ciudadanos ya que los espacios en los centros se ven limitados por los vendedores ilegales. Por ejemplo, en junio Carabineros dejó libre el paseo peatonal principal de Concepción. Cabe destacar que en dicho mes hubo un total de 18 mil controles de identidad, lo que sumó alrededor de 900 infracciones, siendo consultadas 33 comunas de la región. Los comerciantes que no estaban autorizados tuvieron que dejar el lugar donde ofrecían sus productos, algo que también se vio en ciudades de otras regiones del país. No obstante, el desalojo parece que nunca existió con la llegada de las fiestas, pues nuevamente han aparecido vendedores por todos lados.

Competencia dispareja

Existen dos caras de la moneda: los que venden legalmente y los que no. Es claro que los primeros tienen autorización, pagan impuestos y deben invertir de un modo diferente en su negocio. Por otra parte, los segundos tienen libertad al momento de poner el precio a un producto porque no responden a las obligaciones necesarias, pero, al mismo tiempo, arriesgan multas y otras sanciones por no ejercer su negocio de la forma correcta.

Raúl Carrera, presidente de la Cámara de Comercio de Lota, argumenta que una de las desventajas del “mal llamado comercio ambulante” es el desorden que generan en la vía pública. “Generalmente quienes se dedican a este tipo de ventas se ubican en la vereda o en la calzada. Lo anterior, genera congestión, tacos y limita el desplazamiento de las personas, más aún durante el periodo estival y las fiestas de fin de año”, comentó.

Asimismo, el presidente de la Cámara de Comercio lotina aclara porqué el término “comercio ambulante” está mal utilizado. Según él no son ambulantes porque no deambulan, sino que solo se establecen en algún lugar del espacio comunitario y ahí se quedan. “Para mí eso se llama comercio ilegal, ya que no poseen los permisos para vender sus productos. Como agrupación hemos hecho el llamado a las autoridades para erradicar este tipo de prácticas que no es sólo un problema comunal, sino también a nivel de país”.

Es común que los ambulantes escriban sus nombres en la calle para reservar su espacio de ventas. Imagen de Pola Arthur.

¿Cómo afecta al comercio establecido?

Es sabido que la mayoría de los comerciantes ambulantes que se instalan en la vía pública no poseen los permisos necesarios para hacerlo. Por ende, con este acto se eximen de los gastos asociados a establecer un negocio de manera legal, tales como, el pago de impuestos, patentes comerciales, permisos municipales, infraestructura, etc. Asimismo, la presidenta del Sindicato Feria Libre de Lota, Paola Hunchumán, cataloga esta situación de injusta. “Quienes tenemos negocios tenemos que pedir todo tipo de permisos, pagar empleados y cumplir horarios”, mencionó. En relación al factor económico, Hunchumán declara que el comercio ilegal sí genera pérdidas para quienes están establecidos argumentando que: “Los ambulantes, por lo general, venden más rápido porque ofrecen un solo producto, quienes tenemos negocios no podemos hacer eso, debemos tener variedad”.

Cabe recordar que durante el mes de junio se aplicó en Concepción un plan de copamiento policial en el centro de la ciudad. Esto tenía precisamente la finalidad de eliminar el comercio ambulante en las principales calles de la ciudad. Para ejecutarlo Carabineros dispuso cerca de 150 efectivos para trabajar en conjunto con la Municipalidad penquista para fiscalizar y, de ser necesario, multar a quienes ejerzan la venta ilegal de productos.

Luego de un mes de ser aplicada la medida, Diario Concepción publicó un artículo en el que se revela que las ventas del comercio establecido aumentaron en un 20 % en esos 30 días. Además, se estima que cerca del 70 % de los vendedores ilegales pertenecen a otras comunas y por lo mismo es que se espera que este plan se aplique en otros municipios del Gran Concepción. Talcahuano fue el segundo en ejecutarlo.

El centro de Concepción hace unos meses, libre de comerciantes ambulantes tras la fiscalización de Carabineros. Imagen de Isidoro Valenzuela.

¿Cuál es el protocolo a seguir?

El método para obtener un permiso de ventas en el espacio público es uno solo. Las personas que requieran obtener la documentación deben acercarse al municipio de la comuna donde quieran ejercer. El trámite, según el suboficial de Carabineros, Patricio Cruz, debe hacerse con varios meses de anticipación. Desde la municipalidad, por lo general, se adjudican proyectos en donde se reúnen varios comerciantes para asignarles un espacio habilitado para llevar a cabo su labor.

Sin embargo, también existen reglas que los trajinantes deben cumplir y de no ser así se exponen a fuertes multas por parte de Carabineros e inspectores municipales. Las razones por las que una persona puede ser multada son varias, por ejemplo, vender alguna mercancía diferente a la declarada a la hora de solicitar el permiso. Los desórdenes en público o la obstaculización del tránsito también son causantes, tal como especifica el uniformado: “Si los vecinos reclaman o se están llevando a cabo prácticas inadecuadas como prender fuego o preparar comida sin autorización, nos vemos en la obligación de fiscalizar y proceder”.  Otra de las medidas para evitar conflictos entre comerciantes es determinar el tipo de productos que se va a ofrecer y ubicarlo lejos de un negocio establecido que venda lo mismo, añade el uniformado.

¿Hasta qué punto es entendible el comercio ambulante?

Las motivaciones para ejercer la práctica en cuestión difieren en cada persona. Unos lo hacen por falta de trabajo, otros por falta de documentos (en el caso de los extranjeros), otros por obtener un ingreso extra, etcétera. Si bien hay fiscalización, muchas veces esta no es respetada y no necesariamente por los altercados o enfrentamiento con Carabineros. Recientemente el Municipio penquista comenzó investigaciones porque el Parque Ecuador, uno de los espacios públicos y recreativos más conocidos de Concepción, se llenó de puestos de comercio ilegal, a pesar de que la ciudad cuenta con 60 y 70 Carabineros en modalidad de turnos diarios.

Las autoridades aseguran que la Dirección de Seguridad Pública y la Mesa de Táctica de Comercio Ilegal, liderada por la Delegación, tienen conocimiento de la situación y se encuentran abordando el tema. Cabe mencionar que el nuevo punto de estudio va desde calle Lincoyán hasta Tucapel por Víctor Lamas, además algunos puestos sí cuentan con el permiso para funcionar. Los productos en venta corresponden a ropa, artesanías, juguetes, bisutería, entre otros.

La mayoría de los puestos ilegales en el Parque Ecuador está cubierto por un toldo azul. Imagen de archivo del Diario Concepción.

Cada año en los últimos meses, este tipo de negocios aumenta, puesto que son una alternativa para las personas ante la vida acelerada. No obstante, hay quienes sí instalan un negocio de forma legal aprovechando la temporada navideña. Tal es el caso de Kristel Hernández, joven de 20 años que ayuda en el trabajo temporal de su familia para obtener ingresos extra. “Hay harta fiscalización, pero ven que tenemos el permiso y no hay problema. Carabineros está constantemente dando vueltas porque anda harta gente sin autorización. Al menos en mi zona no he visto escándalos pero en otras partes ha habido”. Asimismo, menciona que este año todo se vende más caro por la situación económica del país.

Junto a Kristel también se encuentra vendiendo su primo, Camilo Hernández, quien estudia medicina veterinaria y con 19 años igualmente ayuda a su familia para obtener mayores ingresos. El joven comentó una perspectiva diferente sobre su experiencia: “Aquí no hay tanta fiscalización, solo un día nos pidieron un papel. Tenemos mucha competencia, hay varios puestos pero afortunadamente nos ha ido bien. Sobre los precios, hay gente que pone caras de descontento o dicen que están caros pero al final compran igual porque entienden que las cosas han subido”.

El comercio ambulante es una lucha constante para los municipios nacionales. El caso de la Región del Biobío y sus respectivas comunas es solo uno, basta ver lo que pasa en la capital, por ejemplo. A pesar de saber que es una práctica ilegal, quienes ejercen esta acción suelen enfrentarse con agresiones físicas y verbales con los fiscalizadores, a pesar de conocer las sanciones. El protocolo es el mismo para todos, por ende, la persona que busque vender productos, sea en Navidad o no, debe seguir los pasos necesarios para obtener un permiso.

Reportaje de Eileen Cisterna y Renato Contreras.

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