Acuerdo constitucional: la necesidad de un cambio

Finalmente el Estado y los partidos políticos pactaron dar inicio a la redacción de la nueva Carta Magna, dando una nueva posibilidad de renovación al país.

Tras el fracaso de la propuesta del proceso constitucional que vivió Chile entre 2021 y 2022, sigue pendiente aquella deuda que dejó aquel plebiscito de 2020, donde la sociedad expresó, a través de la votación, su deseo de cambiar la Ley Fundamental.

Diversos pueden ser los motivos que hicieron que la propuesta de la Nueva Constitución no llegara a buen puerto, siendo rechazada por más del 60 % de los votantes que participaron en las urnas.

Algunos acusan desinformación, otros mencionan que era un conjunto de malas ideas, sin embargo, el hecho es que la proposición entregada no cumplió con las expectativas que se tenía.

Otra posibilidad es que el proceso constituyente no haya transmitido la tranquilidad que algunos esperaban o pretendían, algo ciertamente complejo considerando que una etapa que se centra en el cambio no va a dejar conforme a todo el mundo.

Aunque esto no significa necesariamente que se deba detener el proceso que vio su origen en 2020, puesto que es ilógico pensar que, tras una votación en la que casi el 80 % de los participantes eligió cambiar aquello que rige el funcionamiento básico de un país, la gente se haya arrepentido de algo que parecía estar bastante claro.

Por esto resulta positivo que, finalmente, tras varios meses de discusión se haya llegado a un acuerdo que permita seguir adelante con un aspecto fundamental para regir a Chile, sobre todo considerando aquellos requerimientos que dieron causa a la Nueva Constitución.

Si bien no todos los partidos políticos quieren ser parte del desarrollo de la nueva Carta Magna, es un cambio en el que tarde o temprano se verán envueltos, puesto que, de continuar con viento en popa, el proyecto seguirá adelante con su presencia o sin ella.

Respecto a las publicaciones de esta semana, el autocultivo y las regulaciones de este es un tema que, al igual que la contaminación que se evidencia en Hualpén, deben ser tratados a través de legislaciones; por otro lado, la salud mental en los jóvenes que se encuentran cursando su carrera universitaria sigue siendo problema que se ha acrecentado con el pasar de los años y que, tal y como la gran cantidad de cosas en Chile, parece no tener solución bajo las condiciones actuales.

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