Perfect Blue: terror psicológico OpiniónPor Paola Moyano Ibáñez - 31 marzo, 2024 La película japonesa Perfect Blue (1997) es una obra que ahonda aristas como el fanatismo, acoso y terror, convirtiéndose en una experiencia única dentro de la animación cinematográfica. El largometraje abarca la vida de Mima Kirigoe una joven cantante japonesa perteneciente al grupo de J-Pop «CHAM», donde representaba la imagen de una chica pura y angelical. La trama comienza con la protagonista abandonando el equipo musical para seguir su sueño de ser actriz, encontrando la oportunidad de actuar en una serie de televisión.Sin embargo, la decisión de Mima causó el disgusto de varios admiradores del grupo, los cuales mostraron su molestia a través de críticas a la protagonista. Luego de que ella empezara a mostrar una faceta más adulta en sus personajes actorales y ya no tan infantilizada como se representaba de Idol.Su vida da un giro inesperado al descubrir que su día a día está al alcance de cualquier persona en una página web llamada “La habitación de Mima”, donde describen todo lo que ella hace diariamente. Al percatarse que alguien la sigue, la joven comienza a sentir miedo de ser observada, encerrándose en su propio mundo.Desde que Mima descubre que la están vigilando el filme cae en una confusión donde no se diferencia la realidad de la fantasía, se combinan a tal punto de no comprender lo que está ocurriendo en pantalla. La psicología y el síndrome de despersonalización influyen profundamente en la trama, adentrando al espectador a un bucle infinito.Basada en la novela Perfect Blue: Complete Metamorphosis (1991) de Yoshikazu Takeuchi, la creación de Satoshi Kon ha sido la inspiración de grandes obras como Black Swan (2010) de Darren Aronofsky, la cual tiene planos similares a la creación japonesa.Una película que logra sumergir al público en un estado de incertidumbre durante una hora y veinte minutos de duración, exhibiendo los extremos del fanatismo y la idolatría hacia las figuras públicas.