La flora disponible para ornamentar ciudades, parques y plazas debe contar con características que le permitan convivir con un ecosistema artificial. Es por esto por lo que la planificación de árboles urbanos y la selección de estos debe ser rigurosa y estudiada en función de sus procesos biológicos e impacto ambiental. 

Aportes al entorno

Dentro de las principales funciones que un árbol puede aportar a una comunidad es la de embellecer el entorno urbano, ser el hogar de aves y especies que potencialmente puedan habitarlo, como ardillas. Por otro lado, el follaje de estos especímenes brinda sombra que puede ayudar en épocas de verano.

Pero la negligencia en cuanto a la investigación de las propiedades en estos ejemplares puede causar problemas estructurales en la urbanización y también en humanos. El sistema radicular de un árbol (sus raíces) tienden a crecer y levantar el pavimento, este hecha provoca un suelo irregular que incrementaría la tasa de accidentes por tropiezos.

Problemas frecuentes

La copa y altura de un árbol puede desarrollar la longitud suficiente para alcanzar el tendido eléctrico y dañarlo. Un punto para tener en cuenta es la resistencia de su ramificación frente al viento y las lluvias, esto debido a que pueden resultar en su desprendimiento y generar un potencial daño colateral en personas, edificaciones y vehículos.

Algunos de estas especies de flora secretan savia, frutos y semillas que atraen a insectos, aves y roedores que se alimentan de ella. Este suceso genera la aparición de plagas y alergias que ponen en riesgo la vida de los ciudadanos que circulan cerca de estas zonas con vegetación urbana.

Planificación de árboles urbanos

Se debe conocer las propiedades del suelo y como interactúan estas variables en los grupos de flora y su ecosistema. Es decir, que un espécimen determinado puede absorber los nutrientes del sector en donde está plantado y afectar en el desarrollo y vida de otras especies menores o con cualidades menos resistentes.

También es fundamental averiguar si una especie es invasora o si su sistema radicular tiene una velocidad de crecimiento acelerada. Principalmente los acacios y aromos cuentan con raíces que crecen buscando agua y que, en algunas ocasiones, llegan a secar el suelo.