En la actualidad se cree que la población total canina en Chile va desde 2,6 a 4 millones de perros. El 75% de esta cifra corresponde a animales que pese a tener un dueño, circulan sin control ni supervisión por la vía pública, mientras que sólo el 25% no cuenta con un hogar y un propietario fijo, buscando alimentos en la basura o un lugar donde cobijarse.

Este número aumenta al tener presente la cantidad indeterminada de perros que son abandonados a medida que avanza el tiempo, así como también, el aumento desmedido en su constante reproducción. Es por esto, que surge la Ley N° 20.380, la que tiene por objetivo establecer normas y parámetros en relación a la protección y cuidado apropiado de animales, sin embargo, este documento no contempla la problemática que representan los perros vagos que habitan a lo largo del país.

Según cifras entregadas por la Seremi de Salud, el 2011 se registraron 31.513 casos de personas que fueron atacadas por perros sin dueño, sólo en la Región Metropolitana. Dichos animales, pueden ser retirados de las calles ante casos de rabia o brotes epidemiológicos, es decir, ningún Municipio puede actuar o remover perros sin dueño por el simple hecho de vagar en la vía pública.

La encargada de Proanimal Chiguayante, Carolina Riffo, señala que la organización surge desde la inexistencia de leyes que busquen dar solución a esta problemática. “La creación de todo esto o el trabajo que nosotros hacemos como rescatistas y animalistas, nace de la necesidad que hay en Chile de leyes, de todo un aparataje que funcione para poder erradicar el problema de los animales abandonados en este país”.

Constanza Moya, voluntaria en la Corporación de Ayuda a los Animales y al Medioambiente (Coaama), agrega que la situación que actualmente enfrenta el país tiene como principal factor la falta de información sobre el tema. “La gente empezó a tener animales y no había una conciencia de esterilización y de cuidado, los animales empezaron a salir a la calle y ahora tenemos el problema actual: somos uno de los países que menos control de animales en situación de abandono tiene”.

En relación a la ayuda que brinda el Estado a este tipo de agrupaciones, Carolina Esparza, también voluntaria en Coaama, señaló la inexistencia de apoyo gubernamental a las agrupaciones o corporaciones animalistas. Moya, agregó información sobre el nuevo Plan de Tenencia Responsable y las esterilizaciones que como parte de esta iniciativa se realizan. “Falta que se implemente el tema de la educación y la ley de tenencia responsable, que todavía estamos esperando”.

Durante el 2014 se llevó a la Cámara Nacional de Diputados el proyecto de Ley de Tenencia Responsable de Mascotas o Animales de Compañía, el que se contempla dentro del Plan Nacional de Esterilización y el Reglamento del Control Reproductivo. De los principales puntos, destaca el rol del Ministerio de Salud como responsable de la política pública  control reproductivo de poblaciones caninas y felinas.

También, señala que las organizaciones de protección animal con personalidad jurídica podrán postular a fondos concursables para promover la tenencia responsable y el control reproductivo. Asimismo, las universidades deberán aportar formando a futuros profesionales que satisfagan la demanda de veterinarios especializados en técnicas de esterilización quirúrgica.

Finalmente, el documento establece el abandono como acto de maltrato animal, así como también, se inhabilitará de forma absoluta para el cuidado de animales a quienes sean condenados por este delito. Además, se prohíbe usar el sacrificio como método de control de población canina.

En el Gran Concepción, se pueden encontrar cerca de 189 mil perros callejeros, es decir, 1 por cada 5 habitantes de la ciudad. Según datos entregados por la Seremi de Salud del Biobío, cerca del 50% de los perros que deambulan libremente por las calles cuentan con un dueño y 15.000 de éstos figuran dentro del registro regional de mascotas. 

El 25 de marzo del 2016, la Corte Suprema ordenó a la Secretaría Regional Ministerial de Salud del Biobío y a la Municipalidad de Concepción, a tomar medidas de control de perros vagos tras el ataque que sufrió una transeúnte el año pasado durante el mes de julio, en las cercanías de los Tribunales de Justicia. Este, es sólo uno de los riesgos, pues la ciudadanía está expuesta a una serie de posibles enfermedades si no existe una apropiada fiscalización.

Uno de los lugares en los que se puede evidenciar esta problemática es la Universidad de Concepción y sus alrededores, los que albergan una elevada población canina hace ya algunos años, siendo estudiantes, profesores y funcionarios los principales afectados.

El Director de la Clínica Veterinaria de la Universidad de Concepción, Dr. Alan Labra, afirmó que se realizarán trabajos en conjunto con grupos de alumnos que están interesados en cuidar de los animales que habitan en el recinto universitario. Dichas jornadas tendrán como objetivo vacunar y desparasitar a los canes.

Frente a esta situación, el Dr. Labra, indicó el trabajo que como Facultad de Medicina Veterinaria se está realizando a través de un plan de trabajo que se debería llevar a cabo en no más de dos meses con la ayuda de la Universidad de Concepción. 

Labra, señala que este plan es el primer trabajo serio que se presenta a la administración de la Universidad, sin embargo, con anterioridad se han realizado 2 jornadas de vacunación gratuitas en la que se trabajó con voluntarios.

En relación a la problemática del aumento descontrolado de la población canina, y sobre cómo esto afecta a la población universitaria, el especialista recalcó que es un problema a nivel país, que se debe principalmente al abandono que sufren los animales. 

Uno de los perros más querido por los alumnos dentro de la Universidad de Concepción, es “Sir Perro UdeC”, quien hace cerca de una semana fue atropellado en el centro de la ciudad. Paulina Gavilán, es la administradora de la página de Facebook de este perro, la que informa sobre el estado del animal. “Bueno yo hablo como el perro hasta ahora que me descubrieron por el tema del atropello, se supone que era secreto pero tuve que darme a conocer para llevarlo a la clínica”.

Paulina, junto con la ayuda de los seguidores de la página, logró localizar al perro y así, llevarlo a la clínica de la universidad con aportes económicos voluntarios. Más tarde, continuó la campaña para encontrar al animal dentro del recinto y así, poder continuar con el tratamiento que debía seguir el perro.

A continuación, la recopilación de los hechos registrados a través de redes sociales durante la semana pasada: