Han pasado más de cien años desde la muerte de Petronila Neira, la mujer que fue asesinada y, posteriormente, arrojada a la Laguna Redonda en Concepción. Con el pasar de los años no sólo se ha convertido en un mito de la zona, sino en una “santa por devoción popular”.

En octubre de 1910 el cuerpo sin vida de una mujer fue encontrado flotando en la Laguna Redonda de Concepción, en su cintura tenía piedras atadas. El hecho sin explicación llamó la atención de muchos penquistas. Con el correr de los días se supo que la mujer no sólo había sido asesinada arrojada al agua, sino también degollada. Todos en Concepción conocían la trágica historia, pero aún así nadie reclamó el cuerpo hasta dos semanas después. Se dice que cerca de 500 personas llegaron a reconocer el cadáver. Finalmente, una de las hermanas de Petronila, con la que tenía poco contacto, la reconoció. La primera persona a quien culparon fue a Arturo Retamal, la pareja de la mujer, quien se dice era alcohólico y violento, la causa por la cual Neira dejó de tener contacto con su familia. Dentro de la investigación de su muerte se concluyó que Retamal no había actuado solo, sino que lo había hecho en compañía de Pedro Carrillo, su amigo. Los dos hombres fueron encarcelados y ejecutados. Mientras los ciudadanos le levantaron una animita a orillas de la laguna en el lugar donde fue encontrada.

La historia de su muerte fue tan macabra para la época que muchos comenzaron a visitarla con frecuencia y a encomendarse a Petronila. Al poco tiempo, ya tenía devotos que afirmaban que la “Pepita” (como la apodaron) era milagrosa, pues les había concedido sus peticiones. El primer milagro que se le atribuye es haber flotado a pesar de tener piedras atadas en su cuerpo. Así fue como sus fieles le construyeron, en el Cementerio General de Concepción, una animita en su honor y un lugar para quienes querían rezarle y llevarle flores. De a poco fue llenándose de placas de agradecimiento.

Actualmente, el lugar es uno de los más visitados dentro del cementerio, incluso Fernando García Murga, Jefe de Operaciones del Cementerio General señala que “se nos ha hecho corto el espacio, estamos pensando en agregar otro muro, porque mucha gente ha empezado a expandirse con los agradecimientos”.

La muerte de Petronila ocurrió hace 106 años y las versiones de la historia cambian según la persona a quien se le pregunta, es lo que afirma Alejandro Mihovilovich, historiador y autor del libro “Petronila Neira: la historia detrás del mito”. Quien además señala que la intención de plasmar esta historia es por el fervor popular que produce y porque “primeramente no existía en la zona otra animita de estas características, pero principalmente porque aún a cien años se mantiene este relato como un mito urbano de importancia, y el Cementerio tiene una tumba donde se han levantado una serie de plaquitas en gratitud», afirma el actual director de la Biblioteca Municipal de Concepción.