El oficio del barbero data del siglo XIII y en ese entonces el profesional de la barba no sólo se dedicaba al cuidado de ésta, sino también cortaba el cabello y era la persona indicada cuando de extraer dientes se trataba.

Antiguamente el ritual de asistir a una barbería era una experiencia casi religiosa, a la que acudían solo hombres y por lo general las mismas personas de siempre. En las largas horas de espera se creaban extensas conversaciones, las que ayudaban a conformar relaciones de confianza y amistad.  Actualmente, es como que si hubiésemos vuelto 30 o 40 años atrás en Concepción, puesto que este oficio que había quedado en el olvido, ahora está siendo reivindicado por las nuevas generaciones y tendencias. Por lo que cada vez más hombres confían en las manos y navajas de un profesional el mantenimiento de su vello facial.

Alejandro Robles, Estilista y Babero en HairCris, comentó que cada vez son más son los hombres que asisten a la barbería y algunos lo hacen por experimentar lo que vieron que sus padres hacían: “Hoy en día cuando aplico los paños calientes y paso la navaja a los clientes, se les viene a la mente episodios de caricaturas, películas y en ocasiones recuerdan a algún ser querido. Asistir a la barbería en toda una experiencia que gracias a las nuevas tendencias se ha ido revitalizando”.

Desde hace algún par de años se ha empezado a seguir la tendencia de los Lumbersexuales, hombres con aspecto de “leñador”, que visten con camisas a cuadros, usan barbas largas y frondosas, y aseguran no preocuparse por el aspecto físico.

Debido a este fenómeno, marcas de rasuradoras y recortadoras de vello facial desechables han decidido sacar al mercado máquinas de afeitar eléctricas que ayuden al mantenimiento permanente de la barba, como lo hizo Gillette con su máquina Proglide  Styler.

En tanto, Matías Neira, barbero y cofundador de Tijeras & Navajas, señaló que debiesen existir más espacios dedicados al cuidado de la apariencia estética de los hombres: “La idea es que los clientes se sientan cómodos con quienes están trabajando en ellos, que existan locales para el género masculino atendidos por sus pares porque hasta el momento las mujeres se han llevado toda la atención en ese aspecto”.

En el centro de Concepción, hasta el momento existen alrededor de cinco locales en donde los hombres han sido su prioridad, pero tres de ellos son unisex y dos de éstos sólo se dedican a la atención exclusiva de varones.

Por otra parte, The Homies Barbería lleva 4 meses en el centro de Concepción y se distingue de los demás locales  porque combina lo clásico con lo moderno, además, del trato personalizado que le entregan al cliente, Rodrigo Barriga señaló que «Lo que nos caracteriza es el servicio, nosotros mezclamos lo tradicional de la babería con lo contemporáneo , nosotros estamos enfocados más allá de las técnicas, nosotros apostamos por traer  productos  de buena calidad y en el servicio al cliente hacer que venir a atenderse acá más que cortase el pelo, sea una experiencia distinta que vengan a relajarse y que se de una especie de club de Toby».

Cada servicio dura una hora y se le dedica el tiempo suficiente a los clientes,  para hacer más enriquecedora la experiencia del cuidado de la barba y cabello, los profesionales de la estética masculina atienden de etiqueta. Pensando en los clientes todos los meses lanzan promociones, la correspondiente al mes de noviembre se llama «Melena de Noviembre» que consiste en: Corte de cabello con masaje exfoliante, servicio de barba con masaje exfoliante, servicio de cejas, un peine afro de regalo para da volumen al cabello».

En relación al servicio de cejas, cada vez son más las personas que deciden ir por este cambio y arreglar la apariencia de ellas, perfilandolas o quitandoles volumen, pero aún existen quienes tienen un poco más de prejuicios sobe el tema, así lo señaló Raúl Carrasco, barbero en The Homies.

Cada vez son más los hombres que apuestan por el cambio y el mejoramiento de la estética personal y por lo mismo la oferta de Barberías da para todos los gustos, la idea es crear los espacios pertinentes para que el hombre se sienta igual de incluido que la mujer.