Lota, ciudad histórica, rica en patrimonio cultural y humano CulturaPor Grace Aravena - 2 diciembre, 2016 Sus ruinas cuentan las tristes historias de sus antepasados. Esta comuna ubicada en la Provincia de Concepción, posee un patrimonio inigualable. Conocida por sus antiguos yacimientos de carbón, los cuales siglos atrás contribuyeron mucho a la economía y al desarrollo del país en conjunto con sus trabajadores, los antiguos mineros del carbón, forman hace años parte de la cultura popular del país. Actualmente la ciudad cuenta con 11 Monumentos históricos Nacionales, convirtiéndose en la ciudad de Chile con más reconocimiento patrimonial. Esta pequeña comuna se fundó en el año 1662 por el gobernador Ángel de Peredo, al cual se le recuerda con una escuela ubicada en el centro de la ciudad que posee su nombre. Casi toda la historia asociada a la localidad tiene relación con la famosa familia Cousiño. El Parque de Lota era de ellos. Matías Cousiño fue quien compró la mina en el siglo XVIII, Isidora Goyenechea de Cousiño es conocida no solo por el Parque, el cual era de ella, sino también por vestir ropa solo traída desde Europa por aquellos años. Sus vestidos hasta la fecha son recordados. Las guías turísticas del lugar son llamadas “Isidoras” y llevan todas un amplio y frondoso vestido, el cual alude a los que solía utilizar ella. Los Cousiño, también tuvieron que ver con la construcción del primer ferrocarril eléctrico de Chile. Muchos carritos y partes de trenes de la época se pueden encontrar en diferentes puntos de la localidad. Esta energía era proveniente de la también primera planta hidroeléctrica del país y segunda a nivel latinoamericano, ubicada a 14 kilómetros de Lota, en Chivilingo. Esta fue declarada monumento nacional en los años 90 y en 2004 “Hito de la ingeniería mundial”. Actualmente la Central Hidroeléctrica se encuentra dentro de un camping y centro de eventos, por lo cual se puede visitar pagando la entrada a este recinto privado. El circuito histórico cultural de Lota sigue. En la actualidad, la mina de carbón que inspiró en conjunto con sus trabajadores y sus vidas a don Baldomero Lillo a escribir su famosa obra “Sub Terra” es un museo y también monumento nacional. En “El chiflón del diablo” como se le conoce a la mina, no solo se pueden encontrar objetos de la época, sino que hasta la mismísima pulpería, lugar donde los trabajadores cambiaban sus fichas por comida, sigue de pie. Solo que abierta en forma de exposición y no de negocio. El Teatro del sindicato Número 6 de Lota, ubicado a un costado de la plaza central, es también considerado una pieza importante para nuestro país. Está también dentro de los once monumentos de la ciudad, sin embargo, a pesar de su riqueza histórica y de cuánto vale para las familias de Lota, ya que era acá donde los mineros se encadenaban cuando realizaban huelgas y exigían mejoras laborales que no llegaban, se encuentra cerrado. Sin embargo, mineros de las últimas generaciones aún cuentan con las llaves de este lugar que tiene mucho que contar. Eduardo Flores ex minero de Enacar, es uno de los privilegiados, pues cuenta con llaves de este lugar. El teatro de los mineros de Lota es una pieza arquitectónica increíble. Se está luchando por una restauración, pues sus paredes y pilares se encuentran intactos. Han soportado varios terremotos, fuertes lluvias y temporales, sin embargo, todo se encuentra en perfecto estado. Algo no histórico, pero digno de mencionar, es la feria de Lota. Es la única feria del país que se encuentra abierta los 365 días del año. María Ormeño, perteneciente al sindicato de trabajadores de Lota por más de 15 años, comenta que esta feria es única por su extensión y pasillos, los cuales casi son temáticos, ella lo explica así: “Al final de la feria está la parte de la ropa americana, al igual que al principio. Casi llegando a la línea del tren solo se venden mariscos y pescados y atrás está la cocinería y los hornos para los pescados ahumados. Antes de llegar a ese lugar de la feria, están quienes venden calzado nacional y antes los que venden ropa nueva. Entre ese largo pasillo hay otro que lleva a la feria donde venden cositas típicas de la zona: El maqui, los alfajores de mercocha, el mote y la nalca, además de las frutas y verduras que se encuentran en todas partes” Es así, como esta ciudad no esconde actualmente lo que muchos años atrás se buscó no mostrar: La realidad minera y de pobreza con la que contaba su gente. A pesar del paso de los años y de las remodelaciones, Lota sigue estando entre las ciudades más pobres del país pero más rica en historia, cultura y valor humano. Interior parque Entrada al Parque de Lota Artesanía en carbón, típica de la zona. Antiguo teatro de Lota, Pulpería Pueblito Minero de Lota Interior de la Pulpería Invernadero de Isidora Cousiño Carros del Chiflón Entrada museo Catedral Matias Apostol (M´´as conocida como la Iglesia del Gallito) Segundo piso del teatro minero. Faro Parque de Lota Tour por el Chiflón del Diablo Carros del Chiflón del Diablo Vista al mar desde el parque