Carencia de organismo estatal dificulta realidad migrante en el país

La inmigración latinoamericana hacia nuestro país se ha disparado estos últimos años y en Chile aún no existen leyes actualizadas que midan, regulen y otorguen las garantías adecuadas para esta nueva etapa.

Los únicos avances en materia de migraciones que han habido en el país tienen que ver la suavización de normativas para que peruanos, ecuatorianos o dominicanos –por ponerlos como casos- no tengan que estar ‘esclavizados’ a determinados trabajos para mantener sus visas vigentes o la chance de poder residir en el país por contratos civiles.

Con una Ley Migratoria que data de 1975 y en un contexto dictatorial, las normas vigentes se condicen con una forma de proteger la seguridad del Estado más que proponer una integración cultural en el país. Dada esa situación, las condiciones laborales, de salud habitacionales y sociales de los latinos carecen de estabilidad: en fin, generando aún más dilatación en la misma relación con los chilenos.

Según estadísticas del Departamento de Extranjería y Migración, único organismo aval de estas garantías, la cantidad de población extranjera aumentó considerablemente desde 2005 a la fecha. En el plano latinoamericano, los países con mayor flujo a Chile son los que colindan con nuestras fronteras.

Manuel Flores

Este organismo gubernamental advierte, eso sí, que los datos entregados responden a los registros de visado temporario y/o permanente que los extranjeros han hecho en el país durante los últimos 10 años.

La Policía de Investigaciones también otorga información importante al controlar el acceso de los inmigrantes que legalmente cruzan el país: se destaca el término ‘legal’ razón de que no un menor grupo de personas ingresa al país de forma clandestina. Esto último principalmente asociado a las comunidades centroamericanas por restricciones particulares del Estado de Chile.

En ese sentido, estos organismos a costa de sus registros, superficialmente otorgan datos sobre las motivaciones del ingreso al país de los extranjeros latinos, donde el tema laboral es el más demandante.

Si bien la Región del Bío Bío no está considerada dentro de las regiones con mayor número de inmigrantes, razón de que son las regiones Metropolitana, de Antofagasta y la de Tarapacá las con más afluencia extranjera, sí presenta un alza de latinos provenientes de Ecuador o Perú en el último lustro.

Los provenientes de Ecuador, son oriundos principalmente de la ciudad de Otavalo, rica en comercio artesanal y en tradiciones populares como la música indígena. Ellos han exportado sus riquezas y motivo de su unidad, han logrado crear fuertes redes tanto en Santiago como en Concepción.

Jorge González es un otavaleño moderno, diríase, ya que mezcla las zapatillas Nike con una larga trenza característica de la zona. “Yo soy indígena” reconoce con orgullo y sentencia que en Chile “La vida es complicada acá en Chile en cuanto a la salud. Los trámites son muy complicados cuando me tienen que atender”.

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Jorge González y Gianina Burga, otavaleños de sangre y corazón

Esta información la atestigua la abogada Valentina Rioseco, quien trabaja con extranjeros en la Clínica Jurídica de la Universidad de Concepción y en el Grupo de Apoyo al Migrante (GAM): “Nosotros les prestamos asistencia jurídica y psicológica porque vemos gran vulnerabilidad en la población latinoamericana residente en Concepción”.

“Ellos generalmente viene por motivos monetarios, con el fin de aumentar las expectativas de su vida, de su familia de origen. Creen que Chile es una especie de paraíso en Sudamérica”, declara Rioseco con la experiencia directa con latinos y una suma de catastros.

González ha tenido algo de suerte con la venta de sus productos. En Argentina hizo un negocio su hermano y le invitó a participar de ellos. Con el tiempo se independizó y probó suerte en Concepción, donde de apoco sus compatriotas se han ido instalando: “Yo ya no vendo productos de Otavalo porque son más caros. Los chinos han ganado el comercio y yo ofrezco cosas prácticas a los chilenos y ellos responden”.

La venta de productos traídos desde China es el caballo de batalla de los otavaleños en Concepción
La venta de productos traídos desde China es el caballo de batalla de los otavaleños en Concepción

En el GAM, la asistencia psicológica la otorga María José Vallejo, quien reconoce una necesidad enorme de los latinoamericanos por tener un espacio donde desahogar sus problemáticas y sentirse respaldados: “Muchos fracasan en sus planes iniciales y ni siquiera son capaces de ser sinceros con sus familias de sus países para no crearles una carga mayor”.

Lo curioso es que los estudios arrojan el resultado de que los extranjeros tienen mayor educación que el promedio chileno. Sin embargo, las condiciones labores los obliga a incorporarse a trabajos de menor categoría, sin tener muchas expectativas de superación.

Esta falta de integralidad tiene mucha relación con la carencia de un organismo consistente que se ocupe de los derechos de los migrantes en nuestro país. Pareciese que el trabajo de Departamento de Extranjería y Migración no es suficiente para sostener la realidad migrante y urge la elaboración de una ley que actualice la situación actual.

Que el Censo de 2002, que dista 14 años de este año, sea el mayor garante de datos de extranjería es uno de los más evidentes bochornos de esta crisis de modernización.

 

 

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