El difícil cuidado de la población canina callejera en el Biobío

Cuando en la Región del Biobío hay un perro callejero por cada cinco personas, surge la necesidad de crear consciencia respecto al bienestar animal y la tenencia responsable. Ante esto, algunas agrupaciones se han encargado de acudir en la ayuda de la población canina en abandono, logrando más impacto que las propias autoridades de la zona y preocupándose por entregar abrigo y cariño a los afectados.

La realidad de los perros callejeros en Chile es cada vez más fuerte, sin embargo, es comúnmente invisibilizada. Y es que cada año aumenta la población canina que deambula en las calles, buscando refugio, comida, agua y protección, tanto así que en 2015 el Colegio Médico Veterinario estimó que la cantidad de estos animales en el abandono superaba los 3 millones, es decir, un perro por cada cinco habitantes, al menos en la Región del Biobío y el Maule.

Esta situación empeora cuando se repara en que más de un 50% de estos perros ya tenían familia antes de vagar, tal como lo indica la Secretaría Ministerial de Salud de la Región del Biobío, transformándose en un problema tanto de educación, como de salud y medioambiente. Es por esto que, ante la problemática con soluciones tan esquivas, diversas agrupaciones a nivel país se han organizado para poder ayudar a la gran cantidad de perros a callejeros, colaborando con rescates y jornadas de adopción para lograr disminuir estas cifras, o bien, elaborando campañas en internet para fomentar el cuidado y lograr encontrar familias que deseen adoptar.

Datos: Colegio Médico Veterinario de Chile Infografía: Noelia Toledo Cares
Datos: Colegio Médico Veterinario de Chile/Infografía: Noelia Toledo Cares

 

En el Gran Concepción, existen diversas agrupaciones que se dedican a realizar jornadas de adopción en pos de ir en ayuda de estos perros, mayoritariamente, de camadas de cachorros abandonados o aquellos previamente inscritos por las personas. Dentro de ellas se destacan Guau Concepción, Adopciones Cuatro Patitas, Fundación ADLA, Corporación de Ayuda de los Animales y el Medioambiente (Coaama) y Refugio Patitas Sin Hogar. Estas dos últimas fundaciones, han logrado avanzar en su tarea de ayuda y, actualmente, son las únicas que mantienen refugios físicos para el rescate y rehabilitación de los animales en mayor riesgo.

REFUGIOS EN EL GRAN CONCEPCIÓN

Chiguayante y Hualpén son las comunas donde, a la fecha, se mantienen ubicados los dos refugios de perros que existen en la intercomuna, a cargo de Refugio Patitas Sin Hogar y Corporación Coaama, respectivamente. Y aunque la dirección exacta de sus espacios se mantiene en secreto, para evitar las malas prácticas de algunas personas, la existencia de estos albergues no se mantiene totalmente oculta para ciertas personas, debido a que a través de redes sociales mantienen al público al tanto del avance en la rehabilitación de cada rescatado.

Específicamente en la comuna de Chiguayante se fundó, en 2015, el refugio físico de la Corporación Refugio Patitas Sin Hogar, Organización No Gubernamental (ONG) que nace un año antes, en 2014, etapa donde sólo se dedicaban al rescate y la organización de jornadas de adopción. La agrupación, liderada por Valentina Ruiz y María de los Ángeles Ruiz, basa su trabajo en la consigna «sueños, amor y perros» y, actualmente, cuenta con 15 voluntarios, de los cuales 6 se dedican a labores exclusivas del refugio, como limpieza, alimentación y visitas al veterinario.

El espacio donde se encuentran es arrendado, y tal como las otras necesidades de la agrupación, se sustenta a través de la donación de particulares, contando con 1.500 socios, de los cuales 700 aportan de forma permanente. Además de esto, se gestionan diversas actividades para recaudar fondos, tales como la Feria Canina en la Universidad de Concepción, instancia desarrollada por alumnos de la casa de estudios penquista. Además de estas actividades, en 2015 recibieron la donación de 12 casas para perro, por parte de los alumnos de Ingeniería Civil en Industrias de la Madera de la Universidad del Bío-Bío, hecho que marcó el inicio del funcionamiento del albergue.

Voluntarias de RPSH junto a Emily, rescatada junto a sus hermanos, participando en la Feria Canina UdeC. Fotografía: Noelia Toledo Cares
Voluntarias de RPSH junto a Emily, rescatada junto a sus hermanos a las semanas de vida, participando en la Feria Canina UdeC. Fotografía: Noelia Toledo Cares

Debido a su personalidad jurídica, Refugio Patitas Sin Hogar tiene escasas posibilidades de postular a proyectos que le permitan financiación, así lo indica Valentina Ruiz, presidenta de la organización, quien agrega que «debemos recordar que el ámbito animal no es un tema avanzado ni prioritario en Chile, por lo que cada campaña que realizamos es tratando de ser transparentes y cercanos con los seguidores, pues de lo contrario no tendríamos los aportes necesarios».

Bernardita es una de las rescatadas de RPSH. Actualmente se encuentra en rehabilitación con fisioterapias. Fotografía: Noelia Toledo Cares
Bernardita es una de las rescatadas de RPSH. Actualmente se encuentra en rehabilitación con fisioterapias. Fotografía: Noelia Toledo Cares

Valentina reconoce que, a pesar de las dificultades y malos momentos, donde incluso han llegado personas a lanzar perros por las panderetas del refugio, las tareas que se realizan en el albergue son totalmente enriquecedoras, transformándose en una de las mejores experiencias que ella y su equipo han podido evidenciar: «Lo mejor es ver a los perritos rehabilitándose y aprendiendo a compartir con los mismos humanos, porque muchos de ellos recibieron maltrato y es un largo camino por cumplir y así lograr que ellos vuelvan a confiar en nosotros. Empiezan a cambiar su forma de caminar y de moverse, eso es lo mejor que vivimos a diario».

Belén Díaz, una de las voluntarias que trabaja de forma permanente en el albergue de RPSH. Fotografía: Noelia Toledo Cares
Belén Díaz S., una de las voluntarias que trabaja de forma permanente en el albergue de RPSH. Fotografía: Noelia Toledo Cares

El albergue de Refugio Patitas Sin Hogar mantiene a 13 perros, rescatados de diferentes partes de la intercomuna. Todos están en proceso de rehabilitación para luego comenzar con la búsqueda de una familia, previa entrevista y visita. Cabe destacar que sólo dos de estos perros, León y Laica, tienen estadía permanente, debido a que sus tratamientos se mantienen por el resto de sus vidas y a su edad avanzada. El equipo de RPSH considera que ellos ya son parte de la «familia refugio».

En otra parte del Gran Concepción se encuentra el refugio de la Corporación Coaama, precisamente en Hualpén. Debido a que llevan mayor tiempo establecidos en aquella comuna, desde 2005 (antes de la creación oficial de Coaama en 2007), sus malas experiencias han sido muchas, pasando por inundaciones, robos de alimento y maquinaria, en cinco ocasiones, y un ataque por parte de un vecino, quien ingresó a disparando a los perros del albergue. Ese día fallecieron la mayoría de sus rescatados, así lo indica Carolina Esparza, voluntaria de la organización.

Refugio de Coaama, ubicado en la comuna de Hualpén. Fuente: eee.facebook.cl/corporacióncoaama.cl
Refugio de Coaama, ubicado en la comuna de Hualpén. Fuente: www.facebook.cl/corporacióncoaama.cl

Debido a que llevan más años trabajando por el bienestar animal, han logrado generar lazos con socios particulares que los ayudan con dinero para sustentar el refugio y poder remunerar a las personas que ayudan en la limpieza del lugar. Sin embargo, estos aportes son mínimos, por lo cual, las colectas y jornadas de adopción, que se realizan todos los sábados en Barros Arana y Anibal Pinto, son fundamentales para reunir fondos. Además de esto también se realizan tallarinatas, bingos, completadas y zumbatón.

Respecto a la respuesta de las personas, Carolina Esparza, quien también es tesorera de Coaama, comenta que «hay un grupo que sigue a la corporación y nos apoya, pero falta mucho, hay gente irresponsable. Hemos aprendido, sobretodo con las adopciones, a ser mucho más selectivos, enseñando y educando, por lo que hemos evidenciado un pequeño cambio». A esto agrega que, con el pasar de los años, han visto que se incrementó la asistencia a esterilizaciones, con más de 100 personas al día, una de las tareas principales para fomentar la tenencia responsable.

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Voluntarios de Coaama trabajando en el refugio que alberga más de 30 perros. Fuente: www.facebook.com/corporacioncoaama.cl

En cuanto a las críticas, la falta de educación y la ausencia de una ley estricta sobre tenencia responsable continúan siendo unas de las principales falencias en este tema, mencionando incluso a la polémica sobre la dañina Ley de Caza que se intentó instaurar en 2015, según indica la voluntaria de Coaama:

 

 

Finalmente, tanto Valentina como Carolina coinciden en la necesidad de educar a las personas, ya que no se puede seguir esperando a que las autoridades regularicen la situación. Por esto, las voluntarias insisten en que empatizar con el sufrimiento de estos animales es esencial, haciendo de su rescate y bienestar una tarea de todos, adoptando con responsabilidad y educándose sobre la tenencia de animales. También hacen un llamado a practicar la tenencia responsable con actividades como la esterilización y la aplicación de vacunas en sus mascotas, acudiendo a jornadas de bajo costo y procurando cambiar la mentalidad de las futuras generaciones.

Es por esto que, frente a este escenario, lo importante es comprender que la población canina callejera y abandonada nace por la irresponsabilidad humana, llegando a ser una problemática mundial, de la cual sólo se excluye Holanda, que aún no es solucionada por las autoridades que, por lo menos en Chile, aún no son capaces de encontrar la forma adecuada de integrar la educación y el bienestar en políticas públicas que promuevan el buen pasar de los miles de perros que hoy deambulan abandonados en las calles del país.

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