La desinformación sobre el cuidado de animales exóticos en el país Tiempo librePor Noelia Toledo C. - 16 diciembre, 2016 Los animales exóticos se han transformado en un atractivo para diversas personas que los adoptan o compran, con el fin de integrarlos a su familia. Sin embargo, muchas veces este proceso se da sin previa información respecto al cuidado y a la responsabilidad que conlleva el bienestar de estas especies, donde los erizos de tierra, hurones y lagartos se posicionan como los más populares y los más afectados. No hay duda que las mascotas son una parte esencial en la vida de distintas personas, situación que se transforma en parte de la cotidianidad de cada familia. Sin embargo, la concepción de que sólo perros y gatos son perfectas mascotas ha cambiado completamente. Esto, debido al auge que, en los últimos años, han obtenido los animales exóticos, diversas especies que captan la atención del público y que se unen a este grupo de animales favoritos para la adopción. Pero fuera de lo llamativos que pueden ser, hay una carencia de educación e información respecto a los cuidados que tanto erizos de tierra, como hurones, conejos, aves e incluso lagartos, necesitan, por lo cual, estos procesos pueden radicar en un mal cuidado hacia animales cuyas señales son totalmente desconocidas en una sociedad acostumbrada a lidiar con felinos y canes. Los conejos, en sus diferentes razas como los cabeza de león o mini loop, son una de las mascotas más recurrentes en el país. En Chile, las especies exóticas son reguladas por el Servicio Agrícola Ganadero (SAG), entidad que se encarga de aplicar normativas para el ingreso, reintegración a fauna silvestre o, incluso, tráfico de animales. Es precisamente esta organización que dictamina las especies que son permitidas en el país, dentro de las que se encuentran el erizo de tierra, hurones, chinchillas, algunos tipos de loros y guacamayos, serpientes como la boa constrictor, reptiles -como la tortuga de tierra- y lagartos, roedores como jerbos y cobayos, y conejos. A continuación se entregan algunos datos sobre algunas de las especies más populares: Infografía: Noelia Toledo Cares Estas restricción en las especies que pueden ingresar a la zona y las que no, ha provocado que personas se dediquen al tráfico de animales, especialmente de aves y reptiles, quienes en su trayecto son afectados por las condiciones de viaje y clima, lo que finalmente radica en la muerte. Este irresponsable actuar ocurre incluso cuando Chile firmó el Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES), que regula el tráfico indiscriminado de estos animales. Los hurones que llegan al país provienen de Estados Unidos. En Concepción su precio limita en los $330 mil pesos. Fuente: La Tercera Además de esto, la reproducción no regularizada de los animales ya permitidos, especialmente de erizos de tierra, conejos y cobayos, se ha posicionado como la perfecta opción para conseguir estas especies a un valor menor, ya que en las tiendas especializadas y criaderos los valores son altos, sin tomar en cuenta que esto es una forma de maltrato animal. Las compras se realizan sin recapacitar en el modo en que se encuentra cada ejemplar y desconociendo que la cruza irresponsable de estos les puede provocar enfermedades mortales. Respecto a las enfermedades que afectan a estas especies, la doctora Michelle Thompson, especialista en animales exóticos y parte de la Clinica Veterinaria en la Universidad de Concepción, comenta que «la principal causa de enfermedades en animales exóticos son ocasionadas por errores básicos de manejo». Agregando a esto que: «En realidad falta información, porque, en general, las personas tienen muy buena intención cuando adquieren mascotas no convencionales. Sin embargo, no siempre recurren a un veterinario para sanar las dudas antes de adquirirlas, sino que recurren a los consejos desde fuentes no profesionales». RESCATE Y ADOPCIÓN Frente a estas acciones, los animales más afectados son aquellos que, precisamente, se han transformado en las especies más populares en el círculo social. Es así como cobayos, conejos, tortugas y erizos de tierra son ofrecidos constantemente a través de páginas de venta y redes sociales, procurando captar a algún interesado. De esto se excluye a los hurones, ya que una de las normas para su ingreso al país es que lleguen infertilizados desde Estados Unidos. Específicamente en el último mencionado, el erizo de tierra, la falta de educación y desinformación se hace evidente. Su popularidad se fomentó gracias a internet, sin embargo, la información sobre su detallista cuidado no llegó de la mano con esta situación. Los erizos de tierra son animales nocturnos y mantienen una gran popularidad en el país. Fotografía: Noelia Toledo Cares Es así como los adoptantes o compradores desconocen que los erizos de tierra son animales nocturnos e insectívoros, cuya viruta debe ser de maíz, ya que la viruta normal de pino les afecta su sistema respiratorio, y que, peor aún, la cruza entre parientes sanguíneos es mortal, provocando, en muchos casos, el Síndrome del Erizo Tambaleante. Además, estas especies necesitan una temperatura adecuada, entre 25° y 27° grados, por lo que su calefacción es esencial para que no entren en hibernación, periodo donde el frío y la ausencia de comida les provoca la muerte. Estas irresponsabilidades, además de otras condiciones, han provocado que muchos de estos animales vivan en situaciones deplorables, surgiendo la necesidad de realizar rescates que permite su ingreso a rehabilitación y posterior búsqueda de hogar. A esta labor se dedica la agrupación Erizos Buena Onda (EBO), quienes desde 2011 se han dedicado al rescate, rehabilitación, adopción, previa entrevista, y educación sobre los erizos de tierra. Actualmente, se ubican en Santiago de Chile y se financian a través de convenios y aportes voluntarios. En la Región del Biobío no existen agrupaciones que se dediquen a este trabajo con animales exóticos Fabiola Adonis, parte del equipo de EBO, comenta que, dentro de los rescates realizados, nunca han recibido un erizo completamente sano, agregando que sus compañeras han evidenciado cómo algunos de estos animales se encuentran con necrosis en sus patas, además de tener ácaros y encontrar a algunos sin uno de sus ojos: «Pocas veces llega un erizo sano, o que una persona por conciencia lo haya entregado porque quieren buscarle una buena mamá o una mejor familia. Son los menos casos, creo que uno o dos en estos años». Respecto a los momentos más difíciles, Fabiola comenta que: http://www.periodismoudec.cl/tiemporeal/wp-content/uploads/2016/12/Fabiola-Adonis.mp3 En tanto, frente a la compra y venta de estos animales, Fabiola mantiene una postura clara y enfática, aludiendo a que el egoísmo es el principal motor que hace a las personas preferir la compra antes que la adopción de un rescatado, sobretodo en esta fecha, donde muchos consideran que un animal es un buen regalo. Ante esto, agrega que: «No es lindo lo que me pasa cuando pienso en eso, sobre todo en este mes donde la demanda de animales exóticos es tremenda y después, en abril, nosotras somos las que estamos recibiendo a estos animalitos en pésimas condiciones». Finalmente, tanto Fabiola como Michelle comentan que el llamado para quienes quieran adoptar es a informarse sobre los debidos cuidados de estos seres vivos: «Muchas mascotas no son aptas para la rutina familiar. Hámsters y erizos de tierra, por ejemplo, poseen hábitos nocturnos y no son adecuados para los niños que quieren jugar en el día. Los reptiles requieren de una elevada inversión ambiental, entre lamparas UVB y UVA, calefactores, alimentos especiales, etc. Como son animales resistentes tardan mucho tiempo en manifestar signos de enfermedad y los propietarios creen que están sanos«, comentó la doctora. También, el llamado es a preguntar en organizaciones serias que se dediquen al cuidado y protección de estas especies. Y en el caso de no tener la posibilidad de adoptar, pueden aportar monetariamente con estas agrupaciones, ayudando de esta manera a las especies violentadas por la desinformación y la falta de cultura sobre tenencia responsable.