Durante 2016, la Dirección Regional del Servicio Nacional de Turismo invirtió una cifra cercana a los dos mil millones de pesos, la cual fue destinada para programas sociales, capacitaciones y distintos proyectos de fortalecimiento de espacios turísticos en el Biobío, convirtiéndose en la segunda región del país que más gastó en esta área. Sin embargo, Concepción y sus alrededores están muy lejos de ser lugares reconocidos por ser turísticos, ya que a pesar de poseer un variado ecosistema con playas, montañas, ríos, bosques nativos, entre otros paisajes, para los foráneos, no deja de ser una ciudad de paso para estudiar o trabajar.

En ese sentido, Paola Núñez, directora regional del Sernatur, sostuvo que el turismo de negocios ha sido, hasta ahora, lo único que se reconoce a nivel nacional, por lo que esta institución trabaja en conjunto con la entidad sin fines de lucro Convention Bureau, para mantener y aumentar estos elogios. Por otra parte, respecto a la cifra anual invertida, Paola señala que «no existen los fondos anuales, éstos son sólo concursables, lo que significa que hemos creado buenos proyectos y esperamos que esa siga siendo la tónica». 

No obstante, gran parte de este dinero se lo llevó el proyecto denominado el rock como producto turístico regional, en el que se gastaron más de 350 millones de pesos, hasta ahora, manteniendo el festival de música Rock en Conce (REC) y sus respectivos sideshows. Respecto a esto y a la poca visibilidad de las medidas implementadas con estos fondos, la directora dijo lo siguiente:

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Además del festival REC, la cultura e historia indígena es un aspecto importante que la Dirección Regional del Sernatur ha considerado en 2016, invirtiendo $75.000.000. Valle del Itata y Arauco han sido las principales lugares que se beneficiaron de esta llamativa iniciativa, sobre todo esta última, ya que se pretende que para 2018, se transforme en una provincia netamente turística, lo que traerá consigo, más oportunidades laborales. Otras localidades que obtendrán este plan de fortalecimiento en 2017 son Cañete, Contulmo, Tirúa y Laja, las que, además, contarán con capacitaciones para quienes se dediquen al comercio. Es decir, tanto para el año pasado como para el presente, los ojos de la región siguen puestos en dos principales apuestas: el turismo histórico cultural y el rock.

Ad portas de las próximas elecciones presidenciales de Chile, Paola Núñez aclara que todas las medidas o proyectos en curso no deberían verse afectados por la llegada de un nuevo presidente y por ende, una nueva administración. «La mayoría de las iniciativas las estamos tratando en base a que la gobernanza de éstas sea público-privada. Cuando eso ocurre, son los mismos empresarios o microempresarios que le demandan al gobierno siguiente que las iniciativas se mantengan. Por otra parte, creemos que cuando una medida es completamente sustentable, es difícil que no se vuelva a repetir”, afirmó.

Los casi dos mil millones de pesos invertidos en el turismo se dividieron en dos áreas: los programas sociales y los proyectos FNDR o Fondo Nacional de Desarrollo Regional, que son iniciativas que deben ser aprobadas por los consejeros regionales.

Por el momento, sólo existe un proyecto en ejecución este 2017,  se trata de la implementación de las capacitaciones SIGO o más bien,  Sistema Inicial de Gestión Organizacional, la cual ya se encuentra operando en Laja. Esta medida pretende educar turísticamente a microempresarios del Biobío para que éstos puedan mejorar sus negocios y así avanzar en una región que podría ser turística dentro de los próximos años.