Históricamente la marihuana se consume hace siglos, incluso como alternativa medicinal. Hasta hoy, el debate sobre esta droga y sus efectos en la salud no ha cambiado significativamente. Aunque muchos promueven su uso recreacional y terapéutico, no son pocos los que temen a los riesgos que representa.

Óscar Ponce, profesor titular y doctor en bioquímica de la Universidad de Concepción, aseguró que “la marihuana debe catalogarse como cualquier otra droga, que genera un acostumbramiento y que gatilla un deseo de repetir la experiencia”.

Ponce se refirió a “los efectos en la conducta humana que son característicos del cannabis y de cualquier sustancia parecida, tales como la abstinencia y el aumento de la tolerancia”. Claudio Müller, químico farmacéutico y doctor en toxicología de la misma universidad, destacó que “la planta no es inocua, a pesar de ser menos peligrosa que otros compuestos. Si la concentración es alta van a aparecer consecuencias, como una depresión marcada del sistema nervioso central y un eventual daño neurológico”.

Dentro del Hospital Psiquiátrico Leonor Mascayano se encuentra la oficina de Pablo Melita, docente asistencial y médico residente de psiquiatría, quien teme por las dificultades que podría traer una eventual legalización de la marihuana. «La discusión se ha intensificado en el último tiempo, sobre todo por los jóvenes, cuya percepción del riesgo hacia esta droga ha disminuido significativamente en los últimos años”, aseveró.

Para expertos como Melita, el debate que se genera a nivel país es preocupante.  Para él “significa volver un pie atrás, porque se quiere aprobar el uso de una nueva sustancia cuando ya existen un montón de problemas de salud y gastos en el sector público por culpa del tabaco y el alcohol”. Permitir el cannabis, concluyó Claudio Müller, “sería complejizar la ecuación que de por sí, ya tiene un montón de variables. La capacidad de gestión por parte de todos los gobiernos se caracteriza por ser deficiente”.

Müller se refirió a la idiosincrasia chilena que “se identifica por no tener autocontrol. Somos líderes latinoamericanos para beber y fumar. Por lo tanto, si pensamos en experimentar con cosas nuevas el escenario puede ser desolador”.

Si bien todos concuerdan en que la marihuana no es confiable para su uso terapéutico, los expertos destacan su comprobado potencial para fines medicinales. Kelly San Martín, médico de cuidados paliativos, afirmó que “la marihuana se puede usar sólo en pacientes terminales, donde se disminuyen náusea y vómitos, que son malestares provocados por la necesaria morfina”.

Expertos como Claudio Müller aseguran que la planta ha demostrado tener eficacia no sólo en pacientes oncológicos y terminales, sino también en el tratamiento de personas con epilepsias refractarias. El problema es, para especialistas como Pablo Melita, que actualmente la gente esconde el interés del consumo recreativo detrás del beneficio a la medicina.