Urgencias mantuvo sistema de atención durante todo 2016

A finales de 2012 el Consejo General del Colegio Médico de Chile liberó un informe donde se propuso una serie de medidas para mejorar la atención. La situación de la misma, detallada por la comisión, denotaba una serie de problemas como la escasez de recursos que crecía junto a la demanda de cobertura. Aspectos que, por fortuna, han cambiado positivamente hasta la fecha.

Alfredo Davanzo, cirujano y jefe del área, estimó que las mejoras “han ocurrido discretamente, con una lentitud característica de cualquier cambio cultural. En los últimos tres años ha disminuido el número de consultas innecesarias, es decir, personas en espera que no requieren un tratamiento inmediato: de un 60 a un 50 por ciento, lo que es significativo al considerar una población creciente”, aseguró. Este fenómeno, según el experto, se debe a que “cada vez más individuos conocen el método que clasifica a los pacientes desde mayor a menor gravedad y que estableció el Minsal, llamado Triage. No se considera a nadie por orden de llegada y, aunque una porción notoria de los chilenos entienda esto como ineficiencia, ignoran cuántos son atendidos en tres minutos o menos”.

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Infografía por Rodrigo Escobar. Facebook: RoRo Escoba.

 

Ramón Meneses, médico especialista en urgencias, destacó al igual que su colega que “la principal causa de la mala fama que podría tener la atención pública en este sector es el desconocimiento de la categorización”.

Los profesionales confían en la capacidad que tiene Concepción para solucionar todo lo que a medicina se refiere y, sin embargo, no pueden ignorar que la falta de centros en la región del Biobío se traduce en una desventaja si se compara con la situación de Santiago.

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Pasillo al interior de unidad de Emergencias, permitido sólo a personal autorizado. Créditos: «Comunicaciones» Hospital Regional, Concepción.

Ni siquiera la reapertura en 2015 de la Torre del Paciente Crítico –que se destruyó con el terremoto del 27F– mejoró la situación. “A pesar de que tenemos una estructura más acogedora, no ha mejorado la velocidad de los cuidados o la efectividad de los mismos”, afirmó Meneses. De la misma forma, Alfredo Davanzo aterrizó el problema del espacio a nivel nacional. “Hay un déficit histórico de tres mil camas en Chile que, sobre todo, dificulta la hospitalización en cualquier parte del país”, declaró.

Los expertos admiten que todavía hay varios puntos que reforzar. El sistema en sí, aún se encuentra estrecho de recursos. A pesar de que hoy existe una mayor dotación de especialistas, éstos escasean a la hora de separar los casos más delicados de los que pueden esperar. Para estos últimos, aunque reclamen, es vital conocer cómo funciona la atención pública de urgencias. El esfuerzo de las instituciones ha sido clave para informar a la población. No obstante, falta que los medios comuniquen de forma correcta y no resalten a los pacientes que muchas veces no saben ni dónde están parados.

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El número de pacientes en la sala de espera es casi siempre el mismo. Fotografía: Rodrigo Escobar.

Durante la ajetreada semana que ocurrió entre Navidad y Año Nuevo, no se activó ningún plan de contingencia. «Fuera de que el personal se mantuvo más activo y las camas se movían más rápido, según noté, no hubo ningún cambio significativo entre las festividades», señaló Ramón Meneces, quien estuvo de turno durante esos días.

Lo que es fundamental para el sistema es que éste se aplique constantemente como corresponde. Incluso entre celebraciones, la clasificación funcionó como siempre.

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Señora reclama atención, mientras el médico de turno le explica que su caso requiere más paciencia: Fotografía: Rodrigo Escobar.
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