Además de los tratamientos físicos y psicosociales que imparte Teletón, también son un gran apoyo para encontrar tales y generar redes de apoyo al deporte adaptado.

A nivel nacional, varios pacientes de la teletón también son deportistas. En el caso de Concepción, hay cinco seleccionados a nivel nacional en atletismo, canotaje, futbol 7 y tenis de mesa. Además, la institución también imparte talleres internos como el Basquetbol en silla de ruedas, tenis de mesa, atletismo, natación, bochas, handball, rugby, halterofilia y rugby.

Uno de los deportistas destacados es Nicolás Pino, atleta de 100 metros planos que en 2015 participó en los juegos Parapanamericanos de Toronto y al mundial de Qatar del mismo año. El atleta ha hecho marcas que le han servido para ir subiendo de exigencia y poder seguir participando en torneos a nivel internacional. Sin embargo, no logró clasificar a los juegos paralímpicos de Brasil, porque le faltó solo medio segundo para la marca de clasificación.

Rodrigo Ponce, profesor de educación física  de la sede de Teletón en Concepción señala que la institución apoya en la formación de los deportistas gracias a los programas de acondicionamiento físico y en los talleres, instancia en que pueden encontrar talentos. Agrega que como tarea y misión institucional tienen la obligación de incluirlos a la comunidad, por lo que gestionan la oportunidad de que los deportistas se integren a un club deportivo convencional cuando creen que tienen talento y proyección.

Vicente Pino, es un niño que desde hace dos años entrena fútbol en el Club Deportivo Los Pumas de Yungay. Nació con una parálisis cerebral, pero gracias a los tratamientos solo tiene una dispepsia estática prematura que no le impide jugar. Su madre, Sandra Hernandez, agradece la oportunidad que se le ha brindado a Vicente, ya que indica que se ha podido activar más y que el entrenar le ha servido como terapia para la familia.

Existen actividades que son recreativas, las de formación y también como tratamiento, ya que el deporte también se puede utilizar como método de rehabilitación. Sin embargo, Ponce señala que todo depende de la derivación e indicaciones que entregue el médico.

En el caso de los seleccionados de futbol 7, dos pertenecen a la selección juvenil que se encuentran entrenando para participar en un Sudamericano en Brasil. Ambos, viajan a entrenar a Santiago todos los fines de semana. “Son niños que quizás nunca habían salido de la región y ahora tienen la oportunidad de viajar a Santiago todos los fines de semana e, incluso, viajarán a otro país durante el 2017. El deporte les abrió un mundo inesperado”, añade el profesor de Educación Física.

Rodrigo Ponce, también indica que un deportista adaptado tiene mayor proyección a nivel nacional e internacional que un deportista convencional. “Tenemos chicos que han ido a campeonatos internacionales de tenis de mesa, entrenando solo un año. Eso es imposible en el deporte convencional, ya que el proceso toma más tiempo”. Además, la proyección deportiva, o vida útil, en el deporte adaptado es más larga. Solo depende del cuidado de las lesiones y que tengan el apoyo económico para seguir viajando.

Uno de los problemas para estos deportistas son los espacios, ya que los lugares de entrenamiento en su mayoría no están adaptados para personas con discapacidad. Ponce recalcó que cuesta encontrarlos porque son disciplinas que recién están abriéndose a la comunidad y son desconocidas aún.

Otro de los problemas, es la falta de recursos, ya que los mismos deportistas son quienes deben buscar apoyo con empresas privadas. En general, los deportes individuales son los más afectados, debido a que en los colectivos a veces las federaciones apoyan con un poco de recursos. La buena noticia, es que la ley que reconoce al comité paralímpico indica que se le deben apoyar recursos al deporte adaptado, por lo que sería una solución a un problema que sufren todos los deportistas chilenos, incluso, los convencionales.