Laura Desórdenes: Un dibujo hecho realidad

Nació en Concepción como Laura Órdenes durante la primavera de 1992. Sus padres se habían trasladado hace poco tiempo desde La Serena, dejando en el norte parte de la familia, en especial a una de las personas que más tarde se convertiría en un importante referente para ella, su abuela.

Fotografía: Daniela Espinosa
Fotografía: Daniela Espinosa

Desde temprana edad, Laura creció en San Pedro de la Paz junto a su madre y hermana. Los bosques, la laguna, el viento fresco y el sentido de vecindad que se vive en la comuna han sido características que siempre destaca de ese lugar.

Laura junto a uno de sus vestidos. Fotografía: Esteban Muñoz
Laura junto a uno de sus vestidos.
Fotografía: Esteban Muñoz

De acuerdo a lo que expresa su madre, Doris Castillo, a medida que los años pasaban, comenzó a expresarse y a desarrollar sus primeras habilidades artísticas. “Desde chica siempre fue muy sentimental, entonces siempre ha tenido hartas cosas que expresar de su entorno o donde ella está inserta”.

Al principio, comenzó a producir figuras con muchos detalles, partió con personajes de plasticina con los que jugaba y creaba historias. Más tarde, se interesó por la pintura y la ilustración. A la par, creció acostumbrada a ver a su mamá y abuela coser y diseñar vestuarios: “Mi abuela me hacía la ropa y yo le pedía los tipos de tela, botones y otras cosas. Entonces, yo tenía esa idea previa del diseño de ropa y como siempre he sido muy ansiosa por aprender, cuando era chica aprendí a leer en un mes y con la costura me pasó lo mismo”.

Hace dos años egresó de Artes Visuales de la Universidad de Concepción. Le inspiran las películas antiguas, los dibujos de Roald Dahl, al igual que la vida y el trabajo de su abuela. Hace un año, junto a unos amigos creó La Morada, un espacio cultural en el centro de Concepción donde estableció su  taller y  pasaba largas horas detrás de su escritorio y máquina de coser. Su seudónimo surgió por un juego entre su nombre y su personalidad, a través de él ha logrado establecerse como diseñadora de vestuario e ilustradora.

Inicios

Fotografía: Esteban Muñoz
ilustraciones de Laura. Fotografía: Esteban Muñoz

A finales de 2014 Laura comenzó a confeccionar mochilas para luego venderlas y debido al éxito comenzó a pensar en confeccionar ropa: «Un día estaba dibujando, me gustó mucho el vestuario que le hice a una ilustración y pensé ‘yo igual quiero vestirme con eso’, bueno, así fue como decidí coser mi primera polera. En eso se ve o se caracteriza un poco mi marca, llevar ilustraciones a la vida real, creando personajes ficticios. Desde entonces, he estado aprendiendo. Creo que sé harto pero aún me falta, uno siempre tiene cosas nuevas por aprender».

La idea partió de la ilustración y de sus gustos personales que están muy marcados en lo que hace.: «Me gusta que todos parezcan dibujos animados o personajes ficticios. Me inspiro en los protagonistas que aparecen en las películas del director Godard, los planos y ambientación en general. También me fascinan los años cincuenta y sesenta».

 

 

El sentido de su trabajo

Laura trabajando en lo que era su taller. Fotografía: Esteban Muñoz
Laura trabajando en lo que era su taller.
Fotografía: Esteban Muñoz

Mientras Laura estudiaba  en la universidad, cada vez que sus compañeros debían comenzar un proyecto los profesores les pedían que buscaran un sentido a sus trabajos. “Eso me quedó muy marcado. Por eso cada vez que creo algo, busco una temática central. Siempre tiendo a indagar mucho, por ejemplo sobre diseño sostenible, sobre generación de estética o cómo mostramos mucho de nosotros por la forma en que nos vestimos. Para mí, todo tiene que tener un sentido y me gusta que la gente pueda desarrollar un personaje de sí mismos de acuerdo a sus cualidades y sus formas de vivir la vida”, menciona Laura.

Además menciona que para ella el trabajo de vestuario se trata de  aprender de los errores: «Si no me funcionó algo, lo hago de nuevo y si tampoco resulta, se intenta otra vez hasta que salga. Se necesita mucha concentración y pensar bien en cómo hacer las cosas».

Incendio en La Morada y planes a futuro

Durante la madrugada del miércoles 18 de enero, sujetos entraron a La Morada, donde Laura tenía su taller, y luego de haber robado a los otros artistas que trabajan allí, metieron libros en el horno de la cocina, provocando un incendio que consumió y dejó inhabilitada a gran parte de la casa. El taller de Laura fue el que resultó más afectado: «El taller que con esfuerzo infinito he ido construyendo se deshizo en cenizas y quedé sin nada. Las cosas materiales son recuperables, pero la sensación terrible de ver todos los vestidos cosidos con amor y toda la energía invertida en el proyecto disueltos en odio de un tercero, que sin fin alguno destruyo todo lo físico pesa en el alma».

A pesar de esto, como proyectos a futuro, Laura quiere volver a rearmar su taller.  Junto a sus compañeros de La Morada, están pensando de manera positiva y agradecen a la comunidad penquista por todo el apoyo que han recibido, y así lo han manifestado a través de un comunicado oficial en su página de facebook.

 

 

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