Grave daño ambiental en humedales de Concepción

Planificación urbana deficiente produce daños ecológicos irreversibles en humedales del Concepción metropolitano. Municipios de la zona trabajan en propuestas para frenar su impacto e impulsar medidas de desarrollo sostenible.

Durante el último tiempo, el Gran Concepción ha experimentado un considerable aumento poblacional, teniendo como consecuencia una seria amenaza medioambiental para los treinta y siete humedales que se encuentran en la zona, los cuales en conjunto representan casi la mitad de la superficie de la ciudad. Tan solo uno de ellos, ubicado en Hualpén, cuenta con protección otorgada por el Gobierno.

La intervención de estos ecosistemas acuáticos trae consigo un grave impacto ecológico, que se manifiesta en la pérdida de beneficios naturales asociados a estos lugares como el control de inundaciones, depuración de aguas y diversidad biológica.

También se han generado problemas de orden urbanístico, debido a que cualquier tipo de infraestructura emplazada sobre alguna zona hidrológica de estas características, y también construcciones aledañas, corren el riesgo de inundarse, además de tener un profundo impacto cultural puesto que se pierde un potencial lugar de esparcimiento, afectando negativamente la calidad de vida de quienes habitan estos sectores.

Ricardo Figueroa, docente de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción, comentó al respecto:

“Por ejemplo, cuando llueve y hay mucha agua en el río Andalién, ésta debería salir naturalmente por el humedal que se abre hacia la Bahía de Concepción, sin embargo, se construyó en medio la Autopista Interportuaria, que actúa como una represa sin dejar escapar el agua, lo que causa que se desborde e inunde parte de la ciudad”.

 

La situación descrita se debe, principalmente, al bajo costo de estos terrenos y a la inexistencia de una ley que los proteja, convirtiendo a estos sitios en potenciales objetivos de compra para las inmobiliarias que buscan reducir el dinero a invertir en sus proyectos.

Carolina Rojas, geógrafa de la Universidad de Concepción señaló:

En Chile no existe la planificación, solo hay normas de construcción, y si el plano regulador establece que un humedal área de expansión urbana no hay ningún problema en rellenarlo. Se consideran como simples terrenos baldíos y pantanos, la legislación solo protege aquellos que están ubicados fuera de las ciudades”.

 

La construcción de los barrios residenciales “Brisas del Sol” o “Valle Noble”, en Talcahuano y Concepción respectivamente, son tan solo una pequeña muestra de que ésta ha sido una tendencia constante en nuestra área metropolitana.

El accionar de algunas carteras del Estado en esta materia también ha sido cuestionable, debido a que, desde el Ministerio de Obras Públicas y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, aun se siguen aprobando proyectos de gran envergadura que fragmentan los humedales, causando daño a la flora y fauna existente.

El docente de Ciencias Ambientales UdeC, Ricardo Figueroa, se refirió también a este tópico:

“Cuando se construyó la Avenida Jorge Alessandri, se dividió un humedal y como consecuencia la población de coipos se redujo de forma considerable porque eran atropellados. Eran sus rutas normales de tránsito acuático, pero estas fueron abruptamente interrumpidas y los animales no pudieron adaptarse al cambio».

Por fortuna, el escenario actual en nuestra conurbación promete mejorar tras haberse concretado, en marzo de este año, una iniciativa impulsada por las comunas de Hualpén, Lota, Penco, Coronel, Talcahuano, San Pedro de la Paz y Concepción: la firma del «Protocolo de Protección y Puesta en Valor de los Humedales Urbanos».

De esa forma, los municipios pretenden:

  • Promover el financiamiento público y privado a iniciativas de protección medioambiental
  • Convenios con universidades y ONGs para realizar estudio sobre esta temática
  • Solicitar la inclusión de los humedales urbanos en la normativa de planificación urbana
  • Informar a la ciudadanía sobre la importancia de estas zonas

Se espera que con estas nuevas medidas, se logre un balance entre el crecimiento de la ciudad y la conservación de su patrimonio natural,  reconociendo por fin a nuestros entornos verdes como un espacio valioso para el desarrollo de la intercomuna.

Top