Pétalos de Violeta en la cultura y arte de Concepción

De norte a sur Chile se celebra el centenario de Violeta Parra, una mujer que dejó huella en el arte y la cultura. A las actividades que conmemoran el nacimiento de esta multifacética artista oriunda de San Carlos, se suma el próximo lanzamiento del libro que reúne las historias del paso de Violeta por Concepción.

A finales de este año será lanzado el libro fruto del proyecto «Violeta Parra y su paso por Concepción y la Frontera del Bío Bío». La investigación llevada a cabo por el académico del Departamento de Ciencias Históricas y Sociales de la Universidad de Concepción, el profesor Fernando Venegas, y el músico penquista y ex baterista de Los Bunkers, Mauricio Basualto, rescata la estadía de Violeta Parra en la capital regional.

Al sur los pasajes

Consta en los registros que la artista arribó a la ciudad en 1957. Empleada por la Universidad de Concepción, su único contrato laboral a lo largo de sus vida, inició sus clases, la organización de un museo y su recorrido por la zona rural para recopilar piezas de música y cultura tradicional. Para Mauricio Basualto su paso por la institución académica “le dió a la universidad un pedigrí intelectual de primer nivel. Violeta se relaciona con la ciudad en un plano laboral, viene a dar clases, a enseñar, a demostrar y mostrar las cosas de otras personas”.

Fotografía de Quid. En la imagen se retrata a Violeta Parra

En cuanto a los acontecimientos relevantes que se registran en el libro, Basualto señaló que a mi modo de ver históricamente el paso de Violeta por Concepción es fundamental, porque coincide con el desarrollo musical de la ciudad». Basualto agregó que desde Violeta paulatinamente la música se fue convirtiendo en el legado artístico de Concepción a nivel mundial.

Así también, respecto a la música Basualto destacó que la labor de Parra se centró en las zonas campesinas.  “Ella se da cuenta que la ciudad estaba llena de música pero esta vivía en las clases más bajas y en el campo; de hecho la Violeta tiene una frase monumental que dice que las mejores cuecas de Chile eran de la octava región. Entonces, desde el punto de vista ideológico y filosófico yo creo que su estadía fue importante”.

Ahora bien, el músico agregó que otros sucesos considerables “son el concierto que dio en el Aula Magna de la Universidad de Concepción, que es el único concierto grabado en vivo que se tiene de ella en Chile, y la entrevista que le da al señor Mario Céspedes, que yo creo es relevante porque explicó de qué es lo que se trata la música y porqué Concepción es tan importante”.

El comienzo de una obra maestra

En 1960 Violeta Parra fue invitada a una entrevista en la Radio Universidad de Concepción. En esa ocasión habló sobre los versos y la música que recopiló a lo largo de sus investigaciones por las zonas rurales, además de presentar sus décimas autobiográficas. Así también, la artista adelantó parte de sus obra “El gavilán”, trabajo que conformaría un ballet basado en las tradiciones folklóricas del país.

En relación a la obra que rescataba la tradición y riqueza de las comunidades campesinas, Mauricio Basualto comentó que “el El gavilán lo empezó a trabajar en Concepción; esta canción que desarrolló con el tiempo surge de una historia que le contaron aquí sobre un gavilán que se come a la gallina, por lo que ella hace toda una analogía con la mujer. De hecho en su letra cuenta la historia de un final; de un gavilán traicionero que viene de una cosa campesina que habla sobre cómo los hombres engañaban a las mujeres diciéndoles cosas para enamorarlas y después abandonarlas”.

Al rescate de un legado

Actualmente quien destaca en la labor de recorrer los campos en busca de la riqueza cultural es Patricia Chavarría, penquista que lleva desde los 17 años investigando en las zonas rurales, tanto de la región del Maule como la del Biobío.

A través de artículos, libros, cursos, seminarios, talleres y demás, Patricia Chavarría deja registro de las voces que desde el campo relatan la historia y cultura tradicional. Respecto a las zonas que abarcan su investigación Chavarría señaló que “en la cultura no existen los límites; ahora bien, el Biobio es bien especial porque tiene el campo, a los mineros, a los pescadores y a lo citadino, pero mi trabajo fundamentalmente se ha referido a la zona campesina, ya que son la raíz y  Violeta sabiamente se dio cuenta primero”.

En cuanto a los cambios en la cultura tradicional, Chavarría opinó que “hay dos tipos de cambio; el natural, es decir, lo que que la gente va escuchando y lo deja, por ejemplo cuando llegó el corrido mejicano, que gusto mucho y se quedó, o la cumbia, donde yo me fijaba que la gente en los campos la bailaba con las tres vueltas de la cueca. Y por su lado, están los cambios impuestos, que son el arrase del campo manifestado en las forestales; un cambio terrible para el tierra”.

Fotografía de Archivo de Cultura Tradicional. En la imagen se retrata a Patricia Chavarría.

Para Chavarría la influencia de Violeta Parra en la zona resultó en un conjunto de aportes para el arte y la cultura. “Ella vino acá y dio recitales, hizo clases, creó un museo, indagó mucho y después eso ella misma lo reinterpreto. Además ha sido una fuente de conocimiento para músicos e investigadores, y gracias a su trabajo la realidad especialmente musical campesina de esos años se conoció”.

Por último, de acuerdo a Patricia Chavarría el legado de Violeta en la zona respecto a las artes y la cultura se ve representado en su interés por la riqueza contenida en las zonas campesinas. “Yo creo que fue la primera investigadora que no solamente se preocupó de que le enseñaran la música sino que valoró a las personas. Siempre se dice que  la gente de campo es inculta, lo que es una ignorancia porque el campesino tiene una cultura distinta que no podemos analizar desde nuestro punto de vista. Violeta fue la primera persona que habló del valor de esa sabiduría campesina. Poner en valor a la comunidad campesina ha sido un referente muy importante; para mi esa es la gran contribución de Violeta”.

En definitiva la estadía de Violeta Parra en Concepción marcó un antes y un después. Tanto el arte y la cultura se vieron influenciados por la multifacética artista, que hoy vuelve como una estrella fugaz que dejó su huella en la capital penquista. Fundó en 1958 el primer Museo del Folclor de Chile, que conserva sus piezas en el museo Pedro del Río Zañartu, hizo clases en la Escuela de Verano de la UdeC y ofreció una de sus entrevistas más importantes a Mario Céspedes. Por último, se recuerda su figura como uno de los pilares fundamentales del incipiente movimiento musical.

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