Biodanza: la vida en movimiento

La Biodanza no es nueva en el país. El creador del sistema, Rolando Toro, es chileno nacido en Concepción. Debido a su expansión, esta se complementa con diferentes técnicas para lograr el desarrollo personal.

La Biodanza tiene su inspiración en los orígenes más primitivos de la danza, pero no solo consiste en danzar. Este sistema fue creado por el Antropólogo y Psicólogo chileno Rolando Toro en la década del 60. En ese entonces se llamaba Psicodanza y era aplicada en el  Hospital Psiquiátrico de Santiago con fines terapéuticos. Tiene como objetivo la integración, el aprendizaje y el desarrollo humano mediante movimientos que nos conecten con nosotros mismos, con el semejante y la naturaleza.

A través del movimiento corporal y el encuentro en grupo, esta práctica estimula la afectividad, vitalidad, creatividad, sexualidad y trascendencia del ser humano. De esta forma, se ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas y  las relaciones con otros y consigo mismo. La biodanza despierta nuestra capacidad de sentir, de expresar lo que queremos, te mejora el sistema inmunológico y a nivel de relaciones no volvemos seres más afectivos”, aseguró Patricia Saldivia, profesora en la escuela “Biodanza Concepción Sur”.

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Vivencia de Biodanza. Fotografía:Biodanza Concepción Sur.

Por medio de la música, se dan una serie de ejercicios de movimiento, relajación y voz para recuperar el equilibrio físico y emocional.  Lo atractivo de la  Biodanza es que no se deben  seguir pasos estipulados de baile, sino que los movimientos son  espontáneos e instintivos. Al poder exteriorizar que se siente sin utilizar palabras, se  consigue armonizar cuerpo, mente, emociones y sentimientos.

Las clases son dictadas por facilitadores y estos  pueden ser profesionales de diversas áreas como salud, psicología, educadores, terapeutas, entre otros. En estas clases se trabajan muchas dimensiones y niveles. Es un trabajo a largo plazo, por lo que se recomienda una vivencia semanal.

La biodanza tiene como intención generar un cambio en nuestra cultura,  una transculturización. Lo que propone es “pasar de una cultura que nos reprime, mecánica, autómata, a poder conectarnos con lo más profundo de nuestro ser y podernos realizar en  la vida, mencionó Patricia.

En esta disciplina se trabajan cinco líneas de vivencia:
  • Vitalidad: Se asocia al movimiento sentido y a lo que produce las ganas de vivir.
  • Sexualidad: Tiene que ver con el placer de vivir, no solo en lo sexual. Se relaciona con el contacto.
  • Afectividad: Se basa en  los vínculos y las relaciones que se generan.
  • Creatividad: Es el impulso de innovación frente a la realidad. Tiene que ver con la expresión.
  • Trascendencia: Es la superación de la fuerza del ego, ir un poco más allá de lo que nos limita.

LA VIVENCIA

La  Biodanza es para todos, no tiene límites de edad y para conocerla se debe vivenciar. Durante el proceso de práctica se pueden  evidenciar cambios de manera progresiva como alegría, vitalidad, fortalecimiento del sistema inmunológico y mejoras en las relaciones interpersonales.

Es una técnica ansiolítica. Uno de los efectos que tiene es que alivia el estrés y la ansiedad, una sola sesión ya te alivia. Tiene muchos efectos psicológicos favorables, ya que busca que la persona armonice su estado. Tiene efectos terapéuticos como terapia complementaria

Carmen Duran

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Carmen Durán, facilitadora de Biodanza. Fotografía por Marcela Monje.

La práctica integra el organismo en todos los niveles, por lo que tiene efectos curativos y de rehabilitación. Carmen Durán, facilitadora de Biodanza hace 12 años, asegura que para personas  que sufren estrés, depresión, ansiedad o crisis de pánico, es completamente recomendable.

Este método ha conseguido dar respuesta a varios problemas que han surgido en la vida moderna, como la desvinculación con otros humanos. Durante las vivencias, el  abrazo es un ejercicio sumamente importante, ya que en biodanza se  trabaja la afectividad. Así lo explica Carmen:

Al principio de las sesiones se da espacio para conversar y luego se entra en un estado de silencio donde todo se expresa a través de movimientos. El ambiente en el que se desarrollan las vivencias es de total confianza, no hay observadores en  el sitio y existe total libertad de moverse sin  vergüenza.

BIODANZA EN CONCEPCIÓN

La biodanza no es una disciplina nueva. Este sistema se ha difundido más en países como Brasil o Francia que en Chile. Rolando toro, creador de la disciplina volvió al país el 2000 y creó la primera escuela para formar profesores en Santiago.

 En Chile existen 20 escuelas desde Arica hasta Puerto Varas y dos de estas se encuentran en  Concepción: Biodanza Concepción Sur y Biodanza SRT. En los últimos años ha tenido  un crecimiento exponencial. Con la creación de las escuelas se han formado más facilitadores, los que realizan vivencias en diferentes centros culturales, universidades, colegios y consultorios de la ciudad.

Patricia Saldivia, de la Escuela de Biodanza Concepción Sur, fue la primera profesora en  Concepción y asegura que, “ahora hay muchos profesores que tienen grupos semanales, se nota que ha crecido desde que llegué a hacer clases”.

Si le interesa tomar alguna clase o quiere realizar el  curso  de formación para ser facilitador de Biodanza, a continuación dejamos una lista de algunos lugares donde se realizan talleres y cursos:

A continuación se presenta una infografía con los beneficios de la biodanza:

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