Las denuncias por presunta desgracia son una realidad con la que solemos toparnos al ver un afiche, pero a menos que avistemos al individuo no causa mayor impacto en nuestra vida diaria . Lo cierto es que en 2016, sólo por cifras entregadas por PDI, el total de investigaciones alcanzó el número de 8.395, Biobío se llevó una nómina no menor alcanzando las 1055 denuncias. Hasta abril hay 317 y se espera que aumenten. 

Los datos proporcionados por la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) de Concepción, muestran que en la región del Biobío, entre los meses de enero y abril, acumularon un total de 317 denuncias por presunta desgracia. De la cifra, se desprenden 294 casos que acabaron en el hallazgo de la persona desaparecida y 23 que aún siguen en etapa de investigación.

El término puede entenderse como el extravío de una persona natural, de manera temporal o permanente, de la cual se desconoce su paradero y se presume que le podría haber ocurrido alguna desgracia física o psicológica. Las razones de la desaparición de una persona pueden ser variadas, la motivación puede ser voluntaria o puede involucrar la materialización de un delito. El año 2016 la PDI recibió un total de 8.395 denuncias, 7.836 de ellas fueron cerradas y 559 aún siguen en proceso investigativo.

Jorge Abatte, Jefe de la Brigada de Homicidios de Concepción. – Fotografía de Nicolás Díaz

Jorge Abatte quien es el jefe local de la Brigada de Homicidios de la PDI, señaló que gran parte de los casos se resuelven a la brevedad pues se trata de jóvenes entre 15 a 18 años que, entre otras razones, se van de fiesta sin avisar a sus familiares. “Por lo general, las personas son encontradas a los pocos días, muchas veces por problemas familiares, personales, o los jóvenes se van a carretear por el fin de semana sin avisar a sus familiares o, eso se da bastante” aseguró.

Así también, el mayor número de casos involucra a jóvenes entre esas edades. En 2016 se efectuaron 3.200 denuncias en todo Chile y en lo que va del año, entre enero y el mes de julio, según cifras de la Primera Comisaría de Carabineros de Concepción, se registró un total de 228 de casos en la zona.

Comienzo de la denuncia

En nuestro país son tres las instituciones que acogen denuncias por presunta desgracia. Ellas son Policía de Investigaciones, Carabineros y Fiscalía, sin embargo, las policías son las que realizan las labores en terreno de la investigación. A su vez, el trabajo no es netamente individualizado ya que las dos primeras necesitan autorizaciones del Ministerio Público para llevar a cabo algunos procesos, tales como permitir a PDI entrevistar al círculo de la persona desaparecida.

Tanto Jorge Abatte como Juan Puentes, suboficial de Carabineros y encargado del área de denuncias por presunta desgracia de la Primera Comisaría de Concepción, coinciden en que una vez que el individuo no llegue al destino que acostumbraba, sus familiares o amigos intenten agotar las opciones de contacto respecto a las personas con las que frecuentaba interactuar. Puentes además destacó que las denuncias suelen ser efectuadas entre 4 a 6 horas después de la hora estimada en que la persona debía llegar al lugar convenido.

En el caso de PDI, al momento de ingresar un nuevo caso el detective procede a entrevistar al denunciante, por lo cual es importante que éste maneje la mayor cantidad de datos posibles sobre la persona extraviada, información relativa a su aspecto, contactos recurrentes, o lugares que frecuentaba.

Abatte sostuvo que proporcionar estos datos es vital para la aceleración del proceso. “Cuando la persona vaya a hacer la denuncia, debe haber reunido una cantidad suficiente de la persona desaparecida. Esa información, tiene que aportarla a la denuncia para ganar tiempo y poder facilitar el proceso investigativo que va a tener el detective”.

Apenas la investigación está en curso, durante los primeros días, un funcionario de PDI se dedica a entrevistar al círculo cercano del o la desaparecida y recabando información a través de distintas fuentes, generando un perfil de la persona. De no conseguir nuevos antecedentes con el paso del tiempo, Fiscalía tiene la facultad para cerrar un caso, no obstante, Abatte aseguró que se siguen chequeando las fuentes de información hasta que se finalice en el hallazgo.

Fotografía gentileza de T13.cl /Agencia Uno

Por su parte, Juan Puentes mencionó que la institución a la que pertenece también realiza un monitoreo constante de la situación. “Carabineros debe estar contactándose constantemente con los familiares para saber en qué estado se encuentra el caso, para que, de esta forma, de haber sido encontrado se elimine de los registros”.

Durante las investigaciones, resulta común encontrarse con afiches elaborados por la familia de una persona extraviada, a la vez Carabineros y Policía de Investigaciones también proceden a realizar este tipo de acciones. PDI además solicita permiso de los denunciantes para publicar los datos del individuo en su página web y en su aplicación móvil PDI Chile.

Sin duda que los momentos que deben vivir los denunciantes durante el proceso no son fáciles, por esto el Ministerio Público tiene un área que se encarga de brindar apoyo psicológico a éstos, las denominadas Unidades de Atención a Víctimas y Testigos. A su vez, pueden acudir a los Centros de Salud Familiar para atenderse con un profesional.

Maruzzella Valdivia, psicóloga y coordinadora del Centro de Atención Psicológica de la Universidad de Concepción, recomendó, de igual forma, recurrir a un profesional del área para recibir contención emocional debido a lo complejo que puede resultar este proceso. “Es una situación de ambigüedad, porque no se sabe qué ha pasado con el familiar, habitualmente se vive un proceso difícil de angustia, con mucho dolor e incertidumbre y eso le genera ansiedad, por lo tanto, sería recomendable que esas personas tuvieran atención emocional profesional”.

Las posibilidades que tienen los ciudadanos para brindar ayuda no son muchas, además de aportar información si es que avistan a alguna de las personas desaparecidas. Por ello es que las recomendaciones generales son las de tener conocimiento constante de las amistades o círculo cercano de los miembros de un grupo familiar y agotar todas las opciones antes de realizar una denuncia.