Pu palife UdeC: reivindicando el palin en Concepción DeportePor Diego Antonio Norambuena Osorio - 16 septiembre, 2017 Desde el año 2014, un grupo de estudiantes mapuches comenzó a reunirse en la Universidad de Concepción (UdeC) para jugar palin. Con el objetivo de fortalecer sus raíces, la agrupación se plantea como una forma de resistencia cultural desde la ciudad penquista. El palin consiste en un encuentro tradicional del pueblo mapuche. Erróneamente conocido como “chueca”, se trata de un juego que tiene fines recreativos, ceremoniales y, en algunas circunstancias, también políticos. Guarda ciertas similitudes con el hockey occidental, pero dista bastante respecto a la lógica del juego y sus reglas. Lo cierto es que este awkantuken (juego) ha estado presente desde hace siglos en el territorio, marcando diferentes hitos históricos desde la conquista española. De esta manera, estos jóvenes lo practican actualmente en la UdeC frente a la Biblioteca Central del campus. Al principio, la iniciativa surgió por parte de algunos estudiantes mapuches de la Facultad de Educación, extendiendo el llamado a jóvenes de otras carreras, como también fuera de la universidad. En esta actividad participan tanto hombres como mujeres, quienes juegan descalzos en el pasto y bajo la mirada de aquellos que van pasando. De acuerdo a las circunstancias o necesidades del momento, surge un lonko palife que asume diferentes responsabilidades en representación de los demás. Felipe Paillacar Viedma, estudiante de Historia, es uno de los pu palife (jugadores) que se reúnen todos los jueves en el campus universitario. Afirma que se plantean como una resistencia cultural a la imposición de occidente. “Continuamente hacemos actividades: trawün (conversatorios o encuentros), llamados a movilizaciones y palin solidario por los presos políticos. O sea, nos articulamos con la lucha que es más grande, que corresponde a la recuperación territorial, la autonomía y la soberanía mapuche”, explica. Revisa también: Arquitectura de un país que mercantiliza la cultura mapuche. «Nosotros llamamos a palin solidario porque entendemos, junto con las comunidades, que no vamos a liberar a los presos sólo marchando. Sino que también son las familias las que necesitan ayuda. Podemos juntar cosas que les puedan faltar, que pueden ser alimentos no perecibles o ropa para el invierno». Felipe Paillacar Viedma. ¿En qué consiste el palin? El palin se juega descalzo entre dos equipos que conforman dos hileras en una cancha, la cual es más larga que ancha. Se requiere de una pelota y un bastón de madera que se encuentra curvado en su extremo. En el centro se hace un pequeño agujero donde se pondrá la bola, la cual es disputada por las hileras que se encuentran frente a frente. El equipo ganador es el que tenga más rayas o tripai (puntos). A diferencia de los deportes occidentales, no existe una lógica de competitividad ni de hacer daño. En este juego, cada palife tiene un contrincante directo llamado kon. Lo anterior es muy relevante, pues cada palife debe compartir antes, durante y después del palin con su kon. Si un jugador se lesiona y debe abandonar la cancha, su compañero contrincante también tiene que salir. Incluso, se deben atender mutuamente, darle de beber y alojamiento, si fuese necesario, pues se entiende que se necesita del otro para jugar. A grandes rasgos, comprende una serie de elementos valóricos de convivencia y éticos durante todo el proceso. De esta norma se puede entender la importancia de la dualidad en el pueblo mapuche. Es importante señalar que no sólo se trata de un deporte con fines recreativos. Desde hace siglos que el palin se practica en diversas ceremonias sagradas, como es el caso del we tripantu, denominado por occidente como el “año nuevo mapuche”. Además, también ha desempeñado funciones de carácter político para resolver discrepancias en las comunidades. Un hecho conocido durante el siglo XVIII es el juego donde se disputó la vida del Obispo de Concepción. Tras ser capturado y tomado prisionero, se respetó la decisión de perdonarle la vida, pues ganó el equipo que estaba a favor de esta idea. Por otro lado, existe el winkapalin que consiste en torneos y eliminatorias, denominado así para indicar su influencia chilena, pues difiere del juego tradicional. Prohibición del palin durante la colonia Entre los siglos XVII y XVIII, el palin fue prohibido en reiteradas ocasiones por la iglesia católica y las autoridades políticas españolas. En este periodo, quienes fueran sorprendidos eran castigados de diversas formas. Multas en dinero, numerosos azotes, latigazos, torturas y cárcel. Incluso, podían ser forzados a ir a la guerra como forma de castigo. Los argumentos para prohibir el palin eran variados y fundamentalmente provenían de la iglesia. Se decía que invocaban al demonio la noche antes de jugar, que se hacía brujería, como también fiestas donde se cometían actos de lujuria, además de evitar la asistencia a misa. También se argumentó que era una conspiración contra la autoridad, que se trataba de un atentado a la moral debido a la participación de mujeres en el juego, las que ofendían la decencia cristiana. De esta manera, el palin también representa una resistencia cultural ante la colonización, la cual se mantiene hasta nuestros días. El historiador mapuche, Juan Carlos Painequeo, explica que esta actividad es una forma de reivindicación espiritual y de la cultura de su pueblo. http://www.periodismoudec.cl/tiemporeal/wp-content/uploads/2017/09/CUÑA-JUAN-CARLOS-PAINEQUEO.mp3 “La práctica del palin permite demostrarle a la sociedad y a Chile que el pueblo mapuche está vivo, que es actual y tiene una supervivencia hasta el día de hoy. Además, tiene un rol importante en la generación de vínculos entre personas. Hay una idea de complementariedad entre los jugadores, que incluso se mantiene a lo largo de la vida». Juan Carlos Painequeo. Gentileza de museomapuchecanete.cl El palin como forma de reivindicación Actualmente se habla del denominado “conflicto mapuche”, concepto del cual reniegan los aludidos, pues explican que se trata de un conflicto entre el Estado chileno y la nación mapuche. En ese sentido, los palife de la UdeC no son ajenos al acontecer político y social en el Wallmapu. La mayoría de quienes participan en las actividades de palin, también lo hacen en otros espacios de organización, solidarizando de forma activa con las comunidades afectadas. Denuncian que el Estado chileno tiene presos políticos mapuches, quienes no han tenido un debido proceso judicial, pues afirman que la Ley Antiterrorista ha sido utilizada con la finalidad de perseguir líderes y organizaciones. Por esta razón, frecuentemente organizan actividades a beneficio de las familias que tienen algún miembro en la cárcel, colaborando con alimentos y ropa, como también llamando a la movilización. Lo cierto es que este grupo de jóvenes seguirá manteniendo visible esta tradición, acercando las costumbres de su pueblo a la comunidad y a otros estudiantes mapuches, quienes no tienen acceso a este tipo de deporte en la educación formal.