Prácticos e inhibidores naturales del apetito, los jugos detox que un día lucieron como una excentricidad propia de las dietas restrictivas de celebridades de Hollywood, hoy son la opción naturista de muchos penquistas. Pero, pese a que sus beneficios son auténticos, también existen contraindicaciones al consumirlos sin restricción o bajo el padecimiento de enfermedades crónicas. Crear el balance correcto en la dieta alimentaria es la clave para mantener un camino saludable a largo plazo.

Disfrutar de una mejor calidad de vida siguiendo una alimentación sana y equilibrada se ha vuelto una euforia sin ánimos de desvanecer entre jóvenes y adultos durante los últimos años, y las exigencias de sus paladares al mercado alimenticio han ido en aumento.

Lo naturally healthy o “naturalmente sano”, al español, es un ámbito ideal para la innovación, con nuevos “superalimentos” y bebestibles no procesados situados en tiendas naturistas y estableciéndose paulatinamente en estantes de supermercados. De hecho, el rastreador de estadísticas de mercadeo a nivel mundial, Euromonitor Internacional, anunció que se espera un crecimiento cercano a los 70 billones de dólares en el área saludable hacia el año 2020. 

Según reportes del diario estadounidense Los Angeles Times, hasta 2015, el negocio de los jugos prensados en frío estaba avaluado en 100 millones de dólares al año. Pero, ¿cuáles son los elementos que vuelven estos brebajes naturistas tan irresistibles a ojos de quienes buscan optar por un estilo de vida más saludable?

¿Cuál es el significado?
Detox es una abreviación anglosajona que hace referencia a la limpieza de toxinas. Se le otorga aquella denominación a las sustancias creadas por plantas y animales que crean contraindicaciones al ser consumidas por seres humanos, resultando tóxicas o venenosas al ingresar a su organismo. Por ejemplo, el cólera se debe a una toxina bacteriana. También es posible que se hallen en medicamentos ingeridos en altas dosis.

Andrea Mouji, arquitecto egresada de la Universidad del Bio Bío, profesora de Ashtanga Yoga y health coach de The Institute For Integrative Nutrition, lleva aproximadamente tres años bebiendo jugos verdes en la mañana para el desayuno y cuenta que, según su experiencia y la de sus alumnos, cada cuerpo reacciona de manera distinta.

“Algunos necesitan un baño apenas comienzan el primer día, por su efecto depurativo. Otras personas sienten que necesitan algo para ‘comer’ ya que se acostumbran a masticar. En mi caso, a los pocos días pude experimentar la sensación de saciedad que otorgan, además de una mejora en la energía y eliminación de la grasa residual del cuerpo. Por eso empecé a dar muchos talleres respecto a los jugos verdes y recomendarlos como desayuno”.

Andrea indica que el cuerpo necesita romper las horas de ayuno acumuladas tras dormir de una manera más alcalina. “Hoy se sabe que las harinas, lácteos y azúcares acidifican el cuerpo. Acidez significa falta de oxígeno, y el principal aporte de los jugos verdes es la clorofila, cuya composición molecular es muy similar a la hemoglobina de la sangre. Al aportar oxígeno y ser líquido, es de rápido ingreso en el torrente sanguíneo, lleno de nutrientes, vitaminas y minerales. El cuerpo dice ‘ya recibí los nutrientes que necesito’, por eso uno queda satisfecho con un buen jugo verde”.

Señala, además, que los jugos disminuyen los antojos de azúcar a la semana de tomarlos, provocando que las personas hallen un cambio notorio en su estado anímico y ansiedad por golosinas. Dependiendo de su composición, pueden actuar como quemadores de grasas,  depurativos o energéticos, dado al alto contenido de vitaminas y antioxidantes que contienen los elementos naturales con los que son preparados.

Si se pretende tomar estos jugos como único alimento y no como un desintoxicante o complemento a las comidas, el  efecto rebote hará entrada a corto plazo una vez que dejen de ser consumidos y la dieta no se mantenga. No exenta de polémica estuvo Adriana Lima, supermodelo internacional, cuando, en 2011, confesó que su rutina de preparación para el desfile anual de la firma de lencería femenina Victoria’s Secret incluía meses de exigentes entrenamientos diarios y una restringida dieta basada sólo en líquidos los nueve días previos al evento.

“La popularidad fue alcanzada como una suplementación. Las personas comenzaron a basar su dieta en jugos detox para prepararse antes de ir a un matrimonio o asistir a ocasiones especiales de esa índole, por ejemplo”, afirma Daniela Provoste, nutricionista egresada de la Universidad del Desarrollo. “Aquel no es el procedimiento correcto a seguir, ya que los jugos sólo están compuestos por frutas y verduras. Una comida debiese tener los tres macronutrientes esenciales, que son las proteínas, las grasas y los carbohidratos. Si una persona consume sólo carbohidratos o sólo estos jugos, hay un déficit de otros macronutrientes para completar los requerimientos diarios nutritivos”.

En casos más extremos puede ocurrir que, de no ser tomados correctamente, desencadenan efectos adversos, tales como dolor de cabeza y náuseas. Esto se debe principalmente a la falta de las proteínas que poseen, dando pie a pérdida de masa muscular y generando problemas en la salud.

Recalca que, como nutricionista, busca enseñar a las personas a no eliminar todas sus comidas y sólo consumir jugos, sino introducirlos como un complemento en sus vidas, aprovechando lo mejor de ellos. Conoce bien sus cualidades, pues decidió entrar de lleno al negocio penquista de los jugos prensados en marzo de 2017. Mongen, nombre que dio a su emprendimiento, proviene del mapudungun y significa “vivir y estar sano”, siendo esa la conciencia que la profesional busca internalizar entre los habitantes de la capital de la VIII Región.

El prensado en frío es el utilizado para hacer los jugos detox y sirve para extraer el zumo de la fruta por presión, a través de un método en el que no se pierden las vitaminas ni la fruta se oxida. A diferencia de las licuadoras tradicionales, las cuales utilizan un sistema de cuchillas que, al moverse a alta velocidad para cortar la fruta, producen calor, afectando directamente las propiedades de las frutas o verduras.

Daniela, sin embargo, nuevamente llama a la cautela cuando quien los consume no es una persona sana. “Son cargas altas de azúcar, aún cuando proviene de las frutas; por lo tanto, para personas diabéticas no es muy recomendable”. La principal cualidad de los jugos es la hidratación. Resulta mucho más beneficioso para el organismo el consumo de un jugo natural a base de frutas o verduras orgánicas que un vaso de bebida o néctar manipulado químicamente. De este modo, para la gente que no está acostumbrada a tomar líquidos y consumir fruta, esta es una buena alternativa, siempre y cuando no se dejen de lado las otras comidas. “Se puede combatir el sistema inmune y también algunas enfermedades cardiovasculares cuando son tomados constantemente, pero de manera adecuada”.