Monumento Nacional está en peligro y se investigan las causas

Notoria disminución de Araucarias araucanas ha movilizado a empresas, universidades, instituciones y hasta organismos de Corea del Sur para ayudar a esclarecer el origen de la muerte de este árbol milenario en simultáneas partes del país.

 Como sociedad estamos viviendo cambios. Uno de ellos es el climático. Este afecta a diversas especies como animales, plantas, incluso al ser humano. Uno de los efectos son las altas temperaturas, por ejemplo desde el año 1880 al 2012 el promedio mundial de temperatura aumentó en un 0,86%. Producto de esto los océanos se han calentado, el nivel del mar ha subido y las cantidades de nieve y hielo ha disminuido.

Debido a lo anterior, es que uno de los árboles más queridos y reconocidos por los penquistas, según un estudio realizado en la Universidad del Bío-Bío, está sufriendo las consecuencias.

La Araucaria araucana es un árbol que llega a crecer hasta 50 metros. Posee una copa con forma de pirámide, que se asemeja a un paraguas. Entre marzo y abril se empieza a comercializar las semillas de este árbol llamadas piñones, las que aportan una buena fuente de proteínas, hidrato de carbono y lípidos.

Este árbol nativo se encuentra principalmente en la Cordillera de los Andes, también hay presencia en la región del Biobío, de la Araucanía y de los Ríos. En 1990 fue declarada Monumento Natural para su conservación en la naturaleza.

 

Ya es conocido desde 2016 por la Corporación Nacional Forestal que las Araucarias están muriendo. A la fecha no se ha podido establecer claramente las causas que podrían estar matando a este milenario árbol, sin embargo, las condiciones climáticas propician el escenario perfecto para que se desencadenen varios factores.

Luis Cerda Martinez, ingeniero forestal entomólogo, comenta que la Araucaria está pasando una situación mala y que llama la atención, ya que está ocurriendo en varios sectores y al mismo tiempo. “En Lonquimay, en Ralco, en la Cordillera de la Costa, la situación es similar, no se sabe lo que está pasando con ellas, no se ha encontrado la causa. Las ramas están muriendo en el ápice”, señaló Luis Cerda. 

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Araucaria joven con su ápice amarillenta. Fotografía gentileza de Luis Cerda.

Al origen de este problema se asignan dos posibilidades. Una es de origen abiótico, que quiere decir algo que no está vivo, por ejemplo el clima o la temperatura. Y de origen biótico, o sea que un organismo vivo está matando el árbol, por ejemplo hongos e insectos. A causa del origen abiótico hay meses más secos por la disminución de las precipitaciones, por tanto las Araucarias estarán más débiles y los insectos u hongos encuentran el sustrato disponible para alimentarse. Cabe destacar que las especies encontradas no atacan al árbol sin que presente ramas ya secas.

El ingeniero forestal de la Universidad de Concepción, indicó las acciones que se están llevando a cabo para buscar las causas y prontas soluciones. “Se está haciendo un monitoreo general a la superficie afectada, el daño y mortalidad en tiempo y espacio, y un monitoreo en específico, que quiere decir que se realiza un seguimiento a organismos detectados”, enfatizó Luis Cerda.

Los organismos que se han detectado son nuevos para los investigadores y encargados de analizarlos. Esto se debe a que no se han realizado estudios en la parte sanitaria hace más de 50 años. Los últimos trabajos realizados datan de 1960 en esta especie de árbol nativo. Por lo que Luis Cerda asegura que lo importante y lo ideal ahora es probar en terreno y en laboratorio. “Debemos analizar si las especies encontradas son patógenas, o sea que pueden ocasionar la muerte del árbol, y por qué ahora está actuando distinto. El cambio climático es el que ha alterado el ciclo”.

 

 Los organismos que se han detectado son nuevos para los investigadores y encargados de analizarlos. Esto se debe a que no se han realizado estudios en la parte sanitaria hace más de 50 años. Los últimos trabajos realizados datan de 1960 en esta especie de árbol nativo. Por lo que Luis Cerda asegura que lo importante y lo ideal ahora es probar en terreno y en laboratorio. “Debemos analizar si las especies encontradas son patógenas, o sea que pueden ocasionar la muerte del árbol, y por qué ahora está actuando distinto. El cambio climático es el que ha alterado el ciclo”.

Las investigaciones previas que ha hecho Conaf indican que el 93% de las Araucarias se encuentra con algún síntoma o en riesgo de morir, mientras que un 5% no ha sobrevivido a este problema. El Gobierno ha invertido una cifra considerable para averiguar las causas, pero los investigadores aseguran que esto puede tomar un tiempo considerable para solucionarlo. Cabe señalar que tanto como Araucarias adultas y jóvenes se están viendo afectadas por lo que hasta ahora no hay claridad.

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Araucaria adulta con sus ramas bajas secas. Fotografía gentileza de Luis Cerda.

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