La reforma impulsada durante el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet ha enfrentado varios problemas. Uno de ellos es la propuesta para terminar con el Crédito con Aval del Estado. Los estudiantes han demostrado su disconformidad con el proyecto de ley que no logra solucionar el problema del endeudamiento universitario.

Una de las discusiones que se están dando en el Congreso con  respecto a la reforma educacional, es la eliminación del Crédito con Aval del Estado como una opción para financiar los estudios de educación superior. Por su parte, estudiantes y egresados endeudados exigen la condonación de la deuda y un mecanismo que reemplace el actual sistema de financiamiento actual. 

En 2016, según datos entregadas por la Comisión Integra, el fisco destinó más de 600 mil millones de pesos para hacer funcionar el crédito. Lo anterior corresponde a un 35,2% del presupuesto para la educación superior, un porcentaje más elevado al que fue asignado para la gratuidad.

Marcha contra el  CAE. Fotografía gentileza de Agencia Uno.

Pese a que el objetivo del CAE era ampliar el acceso de estudiantes que no tenían los recursos para financiar su educación, desde que fue puesto en marcha en 2006 bajo el Gobierno de Ricardo Lagos, solo ha logrado que hasta el 2017 más de 808 mil estudiantes se endeuden.

Las cifras alcanza los 3,44 billones de pesos, los que han sido adjudicados en un 90% por tres bancos: Scotiabank, Banco Estado, e Itáu-Corpbanca.

La mayoría de quienes estudian con crédito deben aceptar los términos ya que no poseen los medios para costear el elevado precio de la educación superior en el país. La poca información y claridad de los conceptos utilizados en el contrato, hace que quienes lo  firman, lo hagan en desconocimiento de las condiciones.

 René Herrera, abogado egresado de la Universidad de Concepción que estudió con Crédito con Aval del Estado, comenta que el lenguaje en que se presentan los documentos no es el adecuado. “Todo está planteado en términos muy sacramentales, economicistas o legales. Es difícil para un joven que está en primer año entender lo que le están ofreciendo, pero va a tener que tomarlo de todas formas porque es su única forma de acceder a la universidad”.

Lo que diferencia al CAE de otros sistemas de endeudamiento como el Fondo Solidario, es la tasa elevada tasa de interés. Actualmente el Crédito con Aval del Estado está fijado en un 2% con cuotas del 10% de la renta de los deudores. Si bien la tasa ha bajado tras las movilizaciones del 2011, desde un 9% a un 2%, el interés sigue perjudicando a los egresados.

La situación a la que se enfrentan quienes salieron antes del 2011 es diferente. Según Sergio Maure, jefe de sección de movimiento de fondos y contraparte financiera del crédito CAE de la Dise, “no todos saben cómo funcionan los cobros. Los antiguos pueden pagar al 2%. Para esto deben cancelar dentro de los cinco primeros días hábiles y así sus intereses se podrían reducir en casi dos tercios».

Los esclavos de la banca

El actual sistema que fomenta la desigualdad y  responde a un modelo  de mercantilización de la educación que favorece a la banca, resulta injusto  para los estudiantes. Las irregularidades en los contratos firmados o el cobro excesivo de multas por retraso en cancelar las cuotas, son algunos de los problemas que viven miles de egresados que deben cargar con deudas por al menos 20 años.

Según las cifras entregadas por la Comisión Ingresa, encargados de administrar los recursos para créditos y becas, el 70% de beneficiarios que abandonaron sus estudios tienen deuda, al igual que el 28% de los egresados. Las altas tasas de deserción han dejado como consecuencia a estudiantes en Dicom, casas embargadas o limitaciones más comunes como poder escoger un trabajo. 

René Herrera lleva cinco años pagando el Crédito con Aval de Estado y le quedan quince por cancelar. Según comenta, quienes cargan con la deuda se ven en la obligación de aceptar cualquier labor.

Otro de los problemas que enfrentan los morosos, es que el dinero destinado a otros gastos se ve mermado por cubrir deudas. “Esto limita nuestra capacidad de ahorro y hace que nos endeudemos en otras cosas como servicios básicos o alimentación. No puedo comprar una casa o ahorrar porque debo estar destinando mensualmente 100 mil pesos para pagar el CAE”, asegura René.

René Herrera se endeudo 5 años para financiar su carrera.  Foto por Marcela Monje.

El papel del gobierno

Luego de que diferentes organizaciones como Deuda Educativa o los órganos representativos estudiantiles hicieron un llamado masivo para realizar la primera demanda colectiva contra los bancos, el gobierno se comprometió en trabajar para eliminar el CAE.

A pesar del interés demostrado, el proyecto de ley que pretende condonar las deudas y sustituir el actual sistema de créditos por uno que no involucre la participación de los bancos, todavía no ha sido ingresado a la cámara baja para ser discutido. Así lo comenta Rodrigo Castillo, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Concepción.

Marcha por el fin a la deuda. Fotografía gentileza de Rodrigo Castillo.

Las lógicas de endeudamiento se siguen profundizando en Chile. Este es uno  de los puntos más importantes que la reforma educacional no ha logrado solucionar. Frente a esto, Rodrigo Castillo, comenta que no hay voluntad para trabajar en esta área. “Uno de los temas que se ha logrado instalar con fuerza, es el término de la deuda universitaria. Consideramos que el actual plan no ha demostrado una intención clara por parte del gobierno para terminar con estos mecanismos, principalmente con  el  CAE”.

Para poder solucionar este problema, es necesario que el proyecto legislativo impulsado por el gobierno entre en discusión lo antes posible. Desde las agrupaciones estudiantiles esperan que el mecanismo que llegue a reemplazar el actual sea una verdadera solución para los más de 808 mil endeudados que existen a la fecha.

A continuación se presenta una infografía con cifras del CAE: