La imprescindible labor de las abejas en Chile y el mundo

Las abejas son fundamentales para el ser humano y su dieta.  Un 60% de las frutas y verduras que el ser humano consume se debe al proceso involuntario de polinización que cumplen esta clase de himenópteros.  Si éstas no existieran, gran parte de nuestra alimentación se basaría en productos artificiales. Lamentablemente, el excesivo uso de químicos y los cambios en el clima perjudica mucho a las colmenas y a los apicultores.

La labor que cumplen las abejas es muy importante para el ser humano, tanto en términos de alimentación como en la salud. De hecho, se han transformado en una muy buena opción dentro de las terapias alternativas, con la práctica de la apiterapia.

Además de la terapia con abejas, en Chile se trabaja mucho con la apicultura. Se trata de una técnica que tiene como objetivo la crianza de abejas y el estudio de sus hábitos. A partir de aquello, es posible conocer cómo actúan en la sociedad que conforman. Esta actividad también se lleva a cabo con el fin de obtener miel, cera, jalea real y otros productos para su posterior venta.

La apicultora de la comuna de Quillón, Pilar Aguilera, aseguró que la presencia de las abejas en el planeta es imprescindible para la existencia de las distintas especies mamíferas con una dieta herbívora, debido a la polinización, que es el proceso de transferencia de polen que las abejas realizan involuntariamente cuando van de flor en flor.

En cuanto a la importancia de las anthophilas dentro de la dieta del ser humano, alrededor de un 60% de las frutas y verduras que consumimos probablemente no podrían existir sin la polinización involuntaria de las abejas. Según Aguilera, quien además es nutricionista, los principales alimentos beneficiados por este proceso son las sandías, melones, zapallos camotes, paltas y kiwis. A nivel de la región del Biobío, se favorecen los arándanos, los berries y las cerezas.

Abejas info

Además, Don Vito expresó que todos los productos químicos tienen efectos dañinos, pero sin duda hay productos que, suministrados en dosis apropiadas, pueden salvar una colmena del colapso y la muerte. Es el caso de algunos acaricidas que se les aplica en casos de varroasis alta (ácaro que se adhiere a las abejas). Si bien mueren los ácaros varroa, también mueren algunas abejas, aunque, si no se les trata con este medicamento, la que está condenada a morir es la colmena.

Cabe recordar que, a principios de agosto los apicultores se movilizaron a nivel nacional producto de la muerte de 100 colmenas debido al uso de químicos, lo que provocó una pérdida de diez millones de pesos, aproximadamente. Por lo tanto, muchos de los apicultores no han podido generar ingresos.

Puelo pertenece a la provincia de Llanquihue, en la décima región de Los lagos.

Directo desde Puelo

Pía Krag y Silvio «Vito» Torrijos llevan más de 25 años ligados a la experiencia de trabajar con abejas y por lo mismo son dueños de Colmenares Raymapu. Se mudaron a Puelo por el anhelo de vivir en «un entorno natural incomparable«, con bosques nativos y abejas melíferas. Según Torrijos, la situación en la región del Biobío es deficiente en cuanto a bosques naturales y agua, que es indispensable para la buena producción de miel. Don Vito agregó que la calidad de su miel supera las expectativas de sus clientes en cuanto al sabor, aroma, color y textura.

En la décima región, los climas soleados son pocos y deben ser muy bien aprovechados. Cuando llueve, el proceso de producción se entorpece, pero Torrijos aseguró que las abejas saben controlar la situación cuando el mal clima no se prolonga por mucho tiempo.

En el caso de los incendios (que afectaron mucho a la región del Biobío en el verano pasado), las abejas ponen en funcionamiento el instinto básico que es sobrevivir. Don Vito precisó en que no hay que olvidar que las abejas son seres vivos, que respiran, y si están expuestas al calor y el humo de un incendio, intentarán marcharse o simplemente morirán. Cabe destacar que las abejas tratan de mantener una temperatura máxima de 37 grados dentro de la colmena. Si esta cifra disminuye o aumenta, las crías fallecerán y las abejas también.

El daño del ser humano

La elaboración de químicos ha sido el principal enemigo de la apicultura. El uso de estos componentes en la agricultura, la tala de árboles, la intervención de los acuíferos y la llegada de organismos genéticamente modificados han causado mucho daño al entorno apícola. 

Para Torrijos, la complejidad sensorial de las abejas permite que los químicos las afecten de manera notable.

»Si para un ser humano la exposición a productos químicos puede ser letal en pequeñas dosis, imagina las dosis que soporta una abeja»

Silvio Torrijos

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