Poco a poco, las escuelas que están integrando estudiantes con alguna situación de discapacidad se está haciendo realidad. Los expertos consideran que la integración escolar de personas con necesidades educativas especiales beneficia a toda la comunidad educativa.

La población con discapacidad históricamente ha sido uno de los colectivos que ha sufrido de mayor discriminación en el sistema social, educacional y laboral. A pesar de los importantes avances alcanzados en las últimas cuatro décadas en la atención educativa de esta población, siguen existiendo niños, niñas y jóvenes que no han tenido la oportunidad de asistir a un establecimiento educacional o que no cuentan con los apoyos técnicos necesarios para aprender en igualdad de condiciones que el resto de los alumnos para lograr su plena integración social.

Panorama actual

Los notorios avances teóricos y prácticos en materia de Educación Especial desarrollados en los últimos años tanto a nivel mundial como nacional, sumado a las nuevas demandas de la población con discapacidad ponen de manifiesto la necesidad urgente de crear nuevas condiciones tanto en la Educación Especial como Regular para dar respuestas educativas ajustadas y de calidad, que favorezcan el acceso, la permanencia y el egreso de estos alumnos y alumnas en el sistema escolar.

Micaela Brain, psicóloga PIE (Programa de Integración Escolar) de la Dirección de Educación Municipal de Concepción. 

Para la profesional, la educación especial se focaliza en dos áreas. “Una son las escuelas especiales, lugar donde asisten niños con necesidades educativas permanentes, quienes no pueden estar insertos en la educación regular, ya sea básica o liceo. En el fondo tienen un sistema distinto de aprendizaje”.

Aclarando dudas

Micaela realiza una importante aclaración con respecto a los tipos de establecimientos educacional que imparten este tipo de enseñanza. El Proyecto de Integración Escolar se encuentra inserto en las escuelas regulares en la enseñanza pre-básica, básica y media, donde asisten niños con necesidades educativas permanentes y transitorias.

Sin embargo, los primeros tienen menos dificultades que los niños que asisten a escuelas especiales (Discapacidad Intelectual leve o moderada, Autismo), o sea, sí pueden estar insertos en el sistema regular, ya que poseen mayores capacidades para adquirir el curriculum normal, aunque esté adaptado a su realidad.

Mientras tanto, los transitorios son niños que presentan mínimas dificultades de aprendizaje (Déficit Atencional, Dificultades Específicas del Aprendizaje, Capacidad Intelectual Limítrofe, Trastorno Específico del Lenguaje) y que pueden estar insertos hasta 2 años en el PIE y luego, darse de alta del proyecto.

La Reforma Educacional, con sus pilares de inclusión, calidad integral y educación pública, impulsa un proceso de transformación profundo del sistema educativo y traza desde la política pública una ruta para transitar, con un enfoque de derechos, hacia una educación de calidad en la que todas y todos los estudiantes, sin exclusión, puedan participar y progresar en el aprendizaje y en su desarrollo integral.

Experiencia local

En la comuna de Concepción, para poder trabajar con niños sordos, se implementó un programa en dos colegios; Colegio Bio Bio, de pre-kinder hasta octavo básico. Estos niños una vez egresados de su educación primaria pasan directamente al Colegio Brasil, establecimiento que enseña a niños con discapacidad auditiva en su enseñanza media.

Cecilia Mendoza es la coordinadora PIE del colegio Bio Bio. Con más de 30 años ejerciendo su pedagogía diferencial, señala que “encuentro positivo que el Estado esté dando estas facilidades, porque los niños que presentan alguna problemática intelectual, auditiva, visual, motora, entre otras,  pueden interactuar con niños que no presentan dificultades y viceversa. Además, toda la comunidad escolar aprende a convivir con estas diferencias, destacando la diversidad y la tolerancia”.

En este establecimiento existen 16 niños con alguna discapacidad auditiva, por lo que se trabaja con coeducadoras sordas, quienes son asistentes de la educación. Además, cuentan con interprete de señas y además, en el presente, la mayoría de los profesores se manejen en el lenguaje de señas.

Si bien hoy se vive en una sociedad compleja, se debe asegurar una reflexión permanente para la interdisciplinariedad, tanto de los propios equipos docentes formadores de formadores, así como de los estudiantes y profesores del sistema educativo. En miras de avanzar hacia la coherencia entre el paradigma inclusivo y el procesos de formación propiamente tal, y alcanzar así las transformaciones necesarias para garantizar el derecho a la educación de todos y todas.