El skate es un deporte extremo que desde sus inicios tuvo un preponderante protagonismo masculino, hoy muchas mujeres toman la patineta con intención de dar vuelta las preconcepciones que existen de este arte urbano, tomándose los parques y los espacios de la ciudad para practicar y disfrutar realizando trucos.

               Andar en skate consiste en deslizarse sobre una tabla de madera de maple terciada realizando distintos tipos de trucos que van desde girar la patineta con los pies sin tocar el suelo, hasta deslizar largos pasamanos sin sufrir accidentes. En la ciudad existen pocos lugares habilitados para entrenar de manera libre, como es el caso del skatepark de Concepción, ubicado en Víctor Lamas o la plaza Bélgica en el sector de las Lomas de San Sebastián.

               Muchos patinadores consideran que el skate es un estilo de vida y no un deporte netamente competitivo. Se asocia a diversas culturas urbanas como el hip-hop o el punk. Esta cultura también puede observarse en el número de patinadoras que crece a diario y se desplazan por la ciudad sobre cuatro ruedas.

Un de las principales dificultades para la práctica del skate es lo costoso que puede llegar a ser, ya que una tabla puede llegar a costar más de cien mil pesos y partes de ella van gastándose con el uso, lo que implica un gasto constante de dinero que a muchos fanáticos les cuesta sustentar.

 A pesar de que existen lugares establecidos para andar en skate, los espacios no dan abasto para la cantidad de personas que hacen uso de estos parques, muchas veces los skaters deben migrar a lugares privados donde pueden arriesgar sanciones por los daños materiales que produce el roce de la tabla con las infraestructuras. 

 Lacra Slide

Karina Núñez, más conocida como Lacra, es una patinadora profesional de Concepción. Ella tiene un emprendimiento de productos manufacturados relacionados a la cultura de la tabla, llamada Lacra Slide, sus productos más cotizado son los diversos bolsos para llevar la patineta.

Karina patina hace siete años y ha participado en diversas competencias a lo largo del país. También, ha organizado eventos de skate femenino y es la administradora de la única agrupación femenina de este deporte extremo llamada Skate Girl Conce. Ella cree que lo que falta para consolidar al género femenino es la organización.

Sobre sus inicios comenta «Encontraba muy fantástico saltar y hacer trucos, siempre veía niños patinando y pensaba que yo también quería, no importaba que fuera supuestamente de hombres, así que empece a patinar porque lo encontraba genial y encontraba muy raro que no hubieran más niñas patinando».

Lacra considera que el nivel en la región es muy alto, pero que solo necesita un poco de apoyo en términos de gestión «Yo participo más a nivel nacional, porque a nivel región hay muchas niñas, pero lo que falta es organización». Esa la labor que ha asumido la joven patinadora, gestionando espacios como el que se realizara el próximo primero de diciembre donde las patinadoras se reunirán a conversar y ver vídeos de skaters japonesas que sirven de inspiración para esta incipiente comunidad.

«Para mí el skate no se debe medir, mientras la gente lo disfrute y lo haga porque le nace hacerlo. Me gusta más el skate por diversión, no competencias, lo que se debe premiar es el esfuerzo, el avance del momento, lo demas no es tan relevante para mi.

 Pueden haber niñas que patinen muy bien, pero se olvidan de la parte de relacionarse con las demas patinadoras, de tener buena onda, el pensar siempre en la competencia hace que haya rivalidad, hay que disfrutar la simpleza de andar, simplemente deslizarse», concluye Lacra.

Ya sea en lugares públicos o privados, las patinadoras luchan a diario porque se reconozca su participación en la cultura del skate. No buscan recibir aportes estatales o subvenciones para deslizarse por la ciudad de manera profesional, sino que buscan que las mujeres que patinan se organicen para que las marcas, auspiciadores y organizadores de eventos visualicen su existencia en la región.  

A continuación una infografía sobre las partes esenciales de la patineta.