Ginecología natural: una forma de amarse

La salud sexual crece como una manisfestación del amor propio femenino. Una vagina sana, es una mujer sana y el auto conocimiento es fundamental para saber qué nos ocurre.

 

Necesidad de la ginecología natural

Parte de una rutina responsable de salud, es el acudir de manera periódica a realizar chequeos y corroborar que todo esté bien en nuestro cuerpo. En el caso de las mujeres, la atención ginecológica es fundamental para mantener una buena salud sexual. Sin embargo, dentro de estos espacios tan íntimos y en confianza que debería vivir la mujer, ésta puede sufrir de acoso, retos e incluso insultos por parte del personal que la atiende. Éstas son manifestaciones de una violencia en específico que se sufre por ser mujer: la violencia obstétrica.

Es un tipo de violencia que sólo sufrimos las mujeres, y que se da en contextos de atención ginecológica de rutina o en el proceso de embarazo, parto y post- parto. Los malos tratos hacia las pacientes, por parte del personal médico pueden ser tanto físicos como psicológicos y pueden constituir desde un insulto hasta un abuso de medicalización sobre la mujer.

Laura, 19 años, Arauco

“Yo estaba en mis primeros controles del Piero y mi ginecólogo me pidió que me hiciera un examen determinado. Al llegar y hacerme pasar la enfermera a cargo de tomarlo puso cara de disgusto cuando notó notó mi edad y mi condición y antes de empezar a tomar la muestra de sangre me dice “espero que no armes escándalo, porque a las niñitas como tú son buenas pa’ gritar, pero pa’ hacer otra cosa… lo hacen sin quejarse”. Yo quedé en shock, humillada”, cuenta Laura quien ahora ya va por sus últimas semanas de embarazo.

Foto de Carla Bustamante Fredes

«Nunca más volví a ese hospital, y me costó mucho volver a confiar en la salud occidental para el embarazo de mi hijo»

De esta forma, la ginecología natural surge como una alternativa a la atención ginecológica occidental, en donde la mujer aprende y conoce en primera persona su cuerpo, es consciente de los cambios que éste va teniendo durante su ciclo, y sabe qué precauciones o cuidados darse durante cada etapa.

Ginecosofía

El primer paso para llevar una ginecología consciente y responsable, es el auto conocimiento de nuestro cuerpo y ciclo, así como a su vez, lograr una emancipación de éste dentro del sistema. El concepto de Ginecosofía nos plantea eso, el vivir nuestra salud sexual desde la sabiduría de la mujer.

Dentro de las medidas que pueden tomarse para entrar en el auto conocimiento y, por ende, en el auto cuidado está el conocer en profundidad tu ciclo menstrual. Esto quiere decir, ser consciente de cuántos días dura (para saber si es de 21 o de 28 días), qué tipo de flujo estamos produciendo y la abundancia de éste.

Con ese conocimiento como base, ya puedes adentrarte en algunos métodos de la ginecología natural para la anticoncepción. Cabe mencionar que uno de los conceptos epistemológicos que rige las bases de este tipo de cuidado femenino es el de fertilidad consciente.

 

Anticoncepción natural

De este modo, y con ayuda de la licenciada Química Farmacéutica y feminista Isabel Cruces, intentamos explicar tres métodos para la fertilidad consciente.

Foto: Pousta

Estos son: en primer lugar conocer la duración de tu ciclo menstrual, llevar una bitácora de éste para registrar cuándo comienza, cuándo termina, y detalles del mismo. De esta forma, si una mujer registra continuamente que la diferencia entre menstruación y menstruación es de 28 días, entonces esta mujer está ovulando en el día 14 de su ciclo (la mitad), y debería abstenerse de relaciones sexuales desde los 7 días anteriores, hasta los 3 días después.

Una opción para guiar las anotaciones puede ser seguir algún calendario. Por años se ha estudiado sobre la relación de las mujeres con el único satélite natural del planeta Tierra: La Luna. Esto puede ser de ayuda para organizarse y comprender las fechas, así como también guiarse en los sentimientos de esos días.

También podemos incluir a esta bitácora el método de la Temperatura Basal, el cual dice que durante el tiempo de ovulación, la temperatura de la vagina sube en promedio 0,4° en referencia al momento de la menstruación donde la temperatura generalmente debiese encontrarse en unos 36,4°- 36,5° mientras que cuando la mujer se encuentra ovulando, y por ende en sus días fértiles, la temperatura puede alcanzar unos 36,7°- 36,8°. Para este método, es imprescindible contar con un termómetro digital.

Y por último, está el método del análisis del flujo cervical, ya que éste cambia dependiendo de la fase del ciclo menstrual en el que se encuentre la mujer.

En la fase folicular, que comprende desde el primer día de la menstruación hasta el día en que se expulsa el óvulo para ser fecundado. En los ciclos de 28 días, corresponde al día número 14. Mientras que en los ciclos de 21 días, éste suele ser entre el día 10-11.

Durante estos días el flujo cervical será de color blanquecino o transparente, mientras su textura será espesa.

La segunda etapa corresponde a la ovulación y es cuando comienza el momento del ciclo más fértil de la mujer. Esta parte del ciclo sólo dura hasta tres días después del día 14 o 10 dependiendo y es cuando el flujo cervical está de textura más elástica y flexible, con una consistencia parecida a la clara de huevo.

Por último, la tercer diferencia que se notará en el moco cervical se da en los días previos a una nueva menstruación. Durante estos días, el flujo volverá a ser de color blanquecino o transparente y más espeso que antes.

 

Redes de mujeres

Como una manera de compartir estos conocimientos que por años han existido entre las mujeres, es que estas se han estado comunicando y formando redes donde aprender y entregar estos saberes.

Foto de Carla Bustamante Fredes

Con la ayuda de la tecnología, muchas se han adjuntado a grupos o blogs  como Ginecosofia, Afloramujer, y Ginecología natural en wordpress, donde se comparte esta información. En facebook, se han ido formando comunidades separatistas -de sólo mujeres- en donde juntas se educan.

El grupo de facebook Menstruación consciente reúne a mujeres de distintos países de América Latina. Nico Oñate, su creadora oriunda de la ciudad de Concepción, nos cuenta que “cree el grupo en un periodo donde comencé a cuidarme de forma autónoma con la ginecología natural y este grupo permitió a muchas mujeres comentar sobre sus saberes con respecto a esto y también sus dudas”

También, dentro de la ciudad se han ido formando instancias donde aprender y compartir conocimientos. Un grupo de mujeres amigas estudiantes de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, UCSC, se reunieron y organizaron un Taller de Ginecología Natural en un aula de la universidad.

 

En aquel taller, que prescindió la nombrada Licenciada Química Farmacéutica, y además feminista Isabel Cruces, se conversó sobre la descolonización social del cuerpo de la mujer y se entregó información sobre la ginecología natural como una forma de lucha política.

En el espacio, se reunieron más de 30 mujeres dispuestas a aprender, conversar y compartir.

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