UdeCiano: Salvar vidas está en tus venas y cerca. SaludPor Charlene Schipmann - 2 abril, 2018 La falta de voluntad puede ser un enemigo mortal, sobre todo cuando donar sangre puede salvar vidas. Imagen de @OpazoAscencio En la Universidad de Concepción, constantemente se hacen colectas de sangre en distintos puntos del campus, varias veces en un mismo año e incluso semestre, bancos de sangre salen en busca de estudiantes y todo aquel potencial donador. Pero, ¿quiénes son potenciales donadores?, ¿por qué los bancos deben salir a buscar a la gente? ¿faltan voluntarios o información?. Encontrarme en varias ocasiones con colectas de sangre dentro de la casa de estudios, despertó en mí la curiosidad acerca de la importancia de la donación. Siempre ignoraba esta petición indirecta, porque iba apurada o por creer erradamente que no estaba apta para donar, pues las exigencias y requisitos son bastante específicas. Ante las dudas me dirigí a la Casa del Donante Altruista de Sangre, de Concepción, ubicado a pasos de la institución universitaria. Conoce cómo llegar aquí. Fotografía extraída de Google Maps Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “La sangre es el regalo más valioso que podemos ofrecer a otra persona: el regalo de la vida. La decisión de donar sangre puede salvar una vida, o incluso varias si la sangre se separa por componentes –glóbulos rojos, plaquetas y plasma–, que pueden ser utilizados individualmente para pacientes con enfermedades específicas.” Entender su importancia y que un día se puede donar y otro recibir, me llevó a la Casa del Donante, para entregar 450 ml de mi sangre y vivir todo lo que ello implica. Imagen por diario El Sur Para poder donar, se debe reservar una hora con anticipación y, de no haber agendado, la persona puede esperar un turno según orden de llegada. Una vez atendida: Le harán una entrevista de entre 10 y 15 minutos: En esta el médico determina si la persona cumple con los requisitos para donar. Además de un pequeño pinchazo en el dedo, para medir el nivel de hemoglobina. De ser aprobado, le darán líquido y comida según las cantidades que el médico considere en base a la entrevista. Extracción de la sangre: Se busca la vena adecuada, por lo general en el brazo opuesto a la mano con la que se escribe. De un tubo plástico, muy parecido a una vena, sale la sangre camino a una bolsa en la que se mezcla con anti coagulante, que la diluye al entrar en contacto. Además, la bolsa se mueve circularmente sin parar sobre una máquina, que agita, mide y pesa la sangre, hasta terminar el proceso. Durante aquel, se le pide al donante algunos ejercicios musculares suaves, que evitan molestias durante y posterior a la donación. Pos donación: Además de otorgar una colación, hacer al donante reposar unos 10 a 15 minutos y darle las indicaciones (como no hacer fuerza ni ejercicio, o cuánto rato mantener el parche sobre la vena) se entrega una encuesta. Durante la entrevista el médico que evalúa, le pone un código de barra a la ficha con los datos y respuestas. Código que se aplica a todo lo que a la persona le pertenece: datos, sangre y finalmente una encuesta que las enfermeras dicen ser “anónima”. En ella, se debe declarar si la sangre es utilizable o no. Lo anterior debido a que cualquier omisión de información puede ocasionar la muerte a quien recibe la sangre, considerando que se encuentra en un estado de debilidad y una aguja mal esterilizada en un tatuaje no declarado, o una Enfermedad de Transmisión Sexual (ETS) aún no manifestada. Conoce completa la ruta de la sangre luego de ser donada y los procesos por los que pasa. Fue alrededor de 45 minutos en total, el tiempo que me tomó todo el proceso de principio a fin. Durante aquel lapso, pude observar en la sala de reposo, que de 13 donantes, 3 van por iniciativa y voluntad propia, y la diferencia restante, por algún familiar. Los donantes altruistas lo hacen constantemente (recomendado cada 3 meses hombres y 4 mujeres), de forma voluntaria y sin otro motivo que ayudar. Sin embargo, según el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, “Del total de donantes, el 23% es por altruismo, mientras que el 77% restante se lo lleva la donación por reposición, es decir, aquella forzada por la hospitalización de un familiar o conocido, y que una vez pasando por aquella experiencia, no vuelve a ocurrir”. Esta situación me hizo entender por qué es necesario salir a buscar donantes. Según la misma fuente, “La recuperación del volumen sanguíneo extraído en una donación dura aproximadamente una hora, en cambio, los glóbulos rojos se recuperan en tres semanas. Sin embargo, estas alteraciones no afectan el normal funcionamiento del cuerpo”. Entendiendo todo lo anterior y luego de someterme a la experiencia en carne propia, puedo concluir que hay información disponible y que, su divulgación y la toma de conciencia son fundamentales para invertir la balanza altruismo-reposición. Esto, además de la voluntad, considerando que se encuentra en el barrio universitario de la ciudad penquista, lo que permite ir a donar incluso cuando no se hacen colectas. Te puede interesar: ¿se usa toda o parte de la sangre donada?