Emprender desde cero parece ser un desafío bastante difícil, sin embargo, hacerlo desde regiones en un país centralista como Chile, es aún una labor más compleja. Rodrigo Bonilla, ingeniero industrial de Concepción, tuvo que remar contra la corriente para poder emprender y posicionar su idea convirtiéndola en marca.

Se acercaba el término del mes de diciembre del año 2007 en qué, tras un viaje por Norteamérica, el ingeniero tiene su primer encuentro con un «Smoothie«, una bebida cremosa preparada a base de trozos y zumos de fruta, mezclados tradicionalmente con productos lácteos, hielo o helado. Si bien el producto era llamativo en Estados Unidos, Canadá y Europa, aún se desconoce su posicionamiento en Chile. Asimismo, Bonilla regresa a Concepción y decide idear los primeros esbozos de una marca que denomina “RENDIBÚ”.

Sin muchas cifras positivas, fue en el año 2010 en qué Hans Lozano, compañero de carrera en ingeniería industrial, se integra al equipo y comienzan juntos a modelar la planificación y mejoramiento de este producto. Lozano llevaba tiempo en trabajos relacionados a los emprendedores, y es que su paso por CORFO y la incubadora de la Universidad del Bio-Bio, le entregaron las herramientas para hoy formar parte del equipo.

No fue una labor fácil y es que Boost, tienda similar de batidos de origen australiano no logró posicionarse en la ciudad, teniendo que cerrar dos de sus sedes, por lo que el trabajo se complicaba un poco más y el público aún formaba parte de un nicho no explorado. Lozano y Bonilla decidieron continuar con los batidos e integrar un nuevo componente en sus productos: el café.

La novedad para Rendibú, no contemplaba una innovación para Concepción, quienes contaban ya con cientos de cafeterías de grano entre sus galerías lo que, sumado al boom de la comida rápida, les entregaba poco y nada de espacio para posicionarse. Su ubicación fue elegida de manera estratégica, justo frente a la plaza de la Independencia. Sin embargo, la cercanía con tiendas como Cafetería Rometsch o Heladería DiMarco, los llevaba a cuestionarse su duración en el mercado.

Ambos ingenieros deciden mantenerse e indagar en lo desconocido, por lo que descartaron el café de grano y le dieron una oportunidad al café de especialidad, aquél café fresco que los llevó a obtener una triple certificación ambiental, calidad de grano y sello social. Asimismo, decidieron realizar de manera constante catas y seminarios de café en los que mostrasen su producto y educaran a la población.

Tras varios intentos fallidos, el cambio les trajo consigo cifras positivas y se encargaron de mantenerlo capacitando al personal y conociendo las recetas y temperaturas de preparación de los productos. Asimismo, fueron estas capacitaciones las que lo llevaron a obtener la certificación desde Italia como cafetería, entendiendo que degustar de un café de especialidad en Europa, era lo mismo que desde Rendibú Concepción.

El éxito fue inminente y en el año 2013 deciden abrir su segundo local, emplazado en la Diagonal Pedro Aguirre Cerda de Concepción, centro neurálgico de tránsito de población. A estos dos gerentes e ingenieros, se suma en el año 2014 el tercer integrante socio de la misma carrera profesional, Marcelo Monsalve. Con el equipo conformado, la labor era continuar manteniendo el éxito que ya habían obtenido.

El año 2015 deciden salir de la galería que los había visto surgir y posicionarse con un local de dos pisos frente a la Plaza de la Independencia. Desde ese momento, todo comenzó a mejorar, conformando un equipo de baristas fieles y abriéndole paso a los jóvenes universitarios trabajadores.

Al año siguiente, tomaron la decisión de extender sus límites y es que generan el vínculo con la comuna de Chillán, donde emprenden el primer local fuera de la capital regional. Lozano, Bonilla y Monsalve conforman una identidad y pertenencia en sus integrantes, que los mantiene con un local nuevo por año. Sin embargo, el año 2017 reciben un llamado desde la gerencia de la cadena de centros comerciales, Mall Plaza.

La invitación era para formar parte de Mall Plaza Trébol, ubicado en Talcahuano, y aunque parecía un desafío importante, decidieron aceptarlo. Bastó un par de meses para ver cifras positivas y mostrar el producto a una mayor cantidad de público. Asimismo, son contactados nuevamente desde Santiago para una nueva reunión con Mall Plaza, esta vez la invitación iba para extenderse en la capital nacional.

Este año, Rendibú abrió sus puertas en Mall Plaza Oeste, el segundo centro comercial con mayor afluencia de público en Chile. Sin embargo, el éxito ya es rotundo, firmando contrato para la apertura de dos nuevos locales: Mall Plaza Vespucio y Mall Plaza Sur, ambos en Santiago.

Hoy son ochenta personas quienes forman parte del equipo de baristas, publicista, contabilidad, diseñador y entre otros cargos en la empresa Rendibú. Y aunque emprender desde regiones es una labor compleja, Hans Lozano nos asegura que la vida consiste en hacer las cosas y no quedarse esperando a que ocurran.