Los altibajos de la ilustración en Concepción CulturaPor Mistral Torres - 4 noviembre, 2018 El centro pencopolitano mantiene un vaivén de entusiasmo por la ilustración. Por momentos los penquistas se inundan de pasión por el arte gráfico y otras veces no se puede encontrar ni un solo trazo en el aire. Ahora, la capital regional se está elevando de nuevo. Desde hace años que Concepción desarrolla festivales, ferias y reuniones dedicadas a la ilustración. También es la ciudad natal de varios artistas de renombre nacional (e internacional) y un lugar donde existe espacio para las demostraciones pictóricas. Pero, tras una detenida observación, es notable que existe inconsistencia en la producción y exhibición de este tipo de piezas. Los eventos dedicados a esta disciplina tienden a marchitarse y rebrotar por momentos. Los penquistas con habilidades gráficas tienden a migrar a Santiago y algunos locales que han existido con la intención de formar comunidad han desaparecido. Lápices que migran Catalina Bu. Foto de Revista Viernes. Nuestra ciudad no sólo produce rockeros, sino que también es nido de varios ilustradores que han conseguido el éxito en su profesión. Algunos, como Mathias Sielfeld (OyeMathias), consiguen llegar al extranjero y otros, como Natasha San Martín (Natilustra), se despiden de Concepción para volar a la capital. Otro ejemplo de talento que emigra es Catalina Bustos (Catalina Bu), que hace años vive en Santiago haciendo dibujos para diferentes marcas. Catalina se fue después de estudiar Diseño Industrial en la Universidad del Biobío. En esos tiempos no existía la carrera de Ilustración en la zona, por lo que tuvo que viajar para instruirse (aunque menciona que ni siquiera sabía bien en qué consistía la profesión). Actualmente, Catalina es tremendamente popular en el área comercial y ha lanzado tres libros para distintos públicos (dos novelas gráficas y uno para niños). Cuenta que no se siente orgullosa de haber dejado su ciudad natal: “Si (las personas) quisieran que las cosas cambiaran, se quedarían y harían algo al respecto”. Sobre las comodidades de Santiago, la ilustradora aclara que es más fácil trabajar allá porque ahí se encuentran las agencias y las productoras con las que los creativos trabajan. Así se aclara el círculo de la centralización, donde los dibujantes se acercan a sus empleadores, concentrando toda la fuerza de trabajo en un sólo lugar. El brote de nuevos grafitos A diferencia de cómo ocurrió con Catalina, actualmente existen un lugar donde estudiar Ilustración en la provincia. El centro de estudios Duoc UC imparte la carrera desde hace unos años. Otras alternativas son los cursos esporádicos ofrecidos por academias en la zona. Verónica Roldán es una estudiante de primer año en el instituto. A ella la impulsaron sus ganas de crear y dibujar. Cuenta que está aprendiendo a participar en ferias y, de acuerdo a su experiencia, la relación con sus compañeros de estudios es muy positiva: “Todos nos caemos bien, somos más de 20 y todos nos apañamos, independiente del estilo”. Verónica contesta afirmativamente a su esperanza en el campo laboral, pero cambia la respuesta rotundamente cuando se le pregunta por seguir en Concepción. “Es difícil, la mayoría de los ilustradores se van a Santiago”, atribuyéndole más importancia a las ganancias económicas Reemplazar el papel por la piel Patricio Aguayo. Foto de Estudio Calavera. Aún cuando las prácticas gráficas tradicionales puedan parecer poco consistentes, no son las únicas donde los penquistas pueden ejercitar el dibujo. Concepción está repleto de estudios dedicados al tatuaje, donde los artistas utilizan una aguja en vez de un bolígrafo y necesitan de la voluntad de otra persona para recrear las imágenes que tienen en su cabeza. Estudio Calavera (ubicado en Freire 1233) es el lugar de trabajo de varios tatuadores, entre ellos Patricio Aguayo y Montserrat Chandia. A pesar de compartir locación, estos dos intérpretes de diseño corporal tienen una diferencia abismante en relación a la experiencia. Patricio lleva 12 años viviendo de la tinta. Comenzó cuando aún estaba en el colegio y estudió de forma autodidacta. Siempre supo lo que quería hacer y lo consiguió, siendo hoy uno de los fundadores del estudio. En cambio, Montserrat comenzó hace apenas unos meses. Ella sí estudió Ilustración, pero desde un principio supo que lo suyo sería la aguja. En comparación con Patricio, es una novata, pero eso no la detiene. Que nunca se acaben los bocetos Hace un año que la librería Zaguán cerró sus puertas permanentemente. Era el lugar de encuentro de muchos artistas nuevos y ofrecía talleres, productos en venta y exposiciones. Con la partida de Natilustra a Santiago, también se trasladaron sus míticas juntas de dibujo. A pesar de no seguir contando con ese espacio, los penquistas se las han ingeniado nuevamente para congregarse, así es como asisten a eventos como la Feria de Ilustración de la Biblioteca Viva del Trébol. En su tercera versión en un año, Mauricio Gallegos (organizador del evento) comenta la buena acogida que ha tenido la feria y atribuye parte de su éxito a la oferta musical que entrega al público: “No habíamos tenido un evento donde se diera espacio en toda la biblioteca a ilustradores, manufactureros y un show musical”. La sede imparte talleres y charlas relacionadas a diferentes prácticas todos los meses. Una de las expositoras de la jornada es Claudia Pozo (Diir). Los dibujos de la diseñadora gráfica se imprimen en stickers, marcapáginas, postales, imanes, chapitas y poleras. Claudia participa de festivales y vende sus productos desde 2014. Para ella, vivir de la ilustración en Concepción ha sido posible gracias a su constantes viajes a la capital y otras ciudades para participar de todas los eventos posibles: “Casi todos los fines de semana tengo ferias e ir a Santiago dos o tres veces al mes es una lata”. Con las explosiones ilustrativas que detonan en la región, es inevitable estar pendiente de las oportunidades que tienen los penquistas para participar y disfrutar de sus dibujos favoritos (y encontrar nuevos autores). Ayudar a estos creativos a mantener su arte cerca es terminar con la centralización. La Biblioteca Viva abrió sus puertas al mediodía y la Feria de Ilustración comenzó a las 2:30. Algunos de los expositores estaban aún preparando sus productos para la venta. Los que llevan menos tiempo en el rubro cortan los adhesivos a mano, mientras que los más experimentados tienen máquinas especiales. Alerta Misui, FrioLento y Elegía al Atardecer fueron las tres bandas que se presentaron en esta instancia. El producto que más se vende son los stickers, ya que son económicos y los ilustradores siempre llevan una amplia variedad de ellos. En la tercera edición se presentaron 14 expositores con diferentes estilos y productos que exhibieron sus obras tómandose los espacios de la biblioteca.