La comodidad, la rapidez, la falta de tiempo o simplemente la novedad, llevan a las aplicaciones móviles de reparto, a posicionarse como una nueva y válida opción para los habitantes de grandes ciudades de Chile, tales como Concepción.

La comida es transversal a la humanidad, todas las personas con diferentes gustos, tolerancias, alergias, etcétera, disfrutan comer y cada día son más las posibilidades de acceso a ella. No solo en lo monetario o variedad, sino también en cómo llega a manos de las personas. Cómo la alimentación conoce nuevos contextos cuando el tiempo es reducido y el individuo no puede cocinar en casa o ¡ni siquiera ir a un restaurante!

El nuevo repartidor

Los días son veloces y el tiempo cada vez más acotado, esa es la realidad que viven muchas personas en el mundo y Chile no está exento de ello. Una demostración es la evolución del conocido delivery o reparto a domicilio, con el que hace un tiempo solo algunos locales contaban y se contrataba a algún repartidor que trabajase exclusivamente para un local en particular, entregando los pedidos. Era un trabajador más del recinto, al igual que la persona que atiende en caja, que la que cocina o limpia. Pero cuando se instalan en Chile por primera vez las aplicaciones como Rappi, Pedidos Ya, Uber Eats y Glovo, el concepto de repartidor cambia, pues la persona ya no trabaja para un solo local sino para varios a los que atenderá según la aplicación lo indique.

Desde este entonces, la visión acerca de consumir comida, tomó rápidamente una nueva perspectiva, esto porque las aplicaciones mencionadas reclutan gente para trabajar en pos del reparto y no solo de alimentos ya que en cada una de las aplicaciones también están disponibles otras opciones como por ejemplo el de licorería. En el caso particular de Concepción, no todas estas apps mencionadas han llegado a la ciudad, pero sí tres de cuatro. Rappi es la única que no contempla la ciudad penquista.

Tal como se mencionó, el reparto ha llegado a cubrir otro tipo de “necesidades”, pues si tienes una fiesta, puedes pedirle a alguien que traiga por ti lo que quieres beber de la licorería o en este caso Kamadi, que es la cadena de botillerías y minimarket que hay en Concepción y que tiene convenio con las tres aplicaciones operantes en la ciudad.

Más allá de la comida  

A pesar de que todas poseen esta opción, no todas entregan los mismos servicios, por ejemplo Pedidos Ya cuenta con reparto de dos supermercados, dos botillerías y variadas cadenas de comida rápida y restaurantes de la ciudad. Uber eats por su parte, tiene una presentación en la que los alimentos están organizados por tipo de comida (hamburguesas, comida japonesa, pizza, sandwich, etc.), es decir, por categoría. Si bien la variedad es bastante amplia en cuanto a restaurantes con los que tiene reparto, no está asociada a supermercados y/o botillerías como en el caso anterior. En el caso de la app Glovo, ésta al igual que Uber, pertenece a la aplicación de vehículos Cabify. En su caso, intenta ir un poco más allá dado que al abrir la app, el inicio de ésta o la pantalla principal, no muestra una serie de restaurantes a los que se puede ordenar, sino que entre otras opciones, también el usuario puede elegir “lo que sea”, que es una opción que entrega Glovo y que según lo que aquella misma señala “si cabe en la caja de la moto, podemos llevarlo” (sus medidas son de 40cm x 40cm). En esta sección, la app de repartos intenta ir más allá que su competencia pues el usuario con solo ingresar lo que necesita y el lugar exacto de donde lo necesita, puede solicitarlo. Agregar a ello, que “lo que sea” está acompañado de las secciones como “mercados”, “recoger o enviar” (como unas llaves por ejemplo), “restaurantes”, “desayunos y snacks” “regalos y más” y finalmente la opción “farmacia”.

Los usuarios o consumidores

La comodidad, la novedad o la necesidad son algunas de las causas que llevan a las personas a dar uso a estas apps. Si bien alimentarse es una necesidad básica que debe estar cubierta para las personas, este tipo de aplicaciones pueden fomentar la mala alimentación (o no), dependiendo del tipo de uso que se le de. Pueden tanto contribuir a que los usuarios puedan comer a tiempo o que puedan comer demás, eso solo está en manos del consumidor, sin embargo existen incentivos para comprar como los descuentos y códigos de las apps que reducen el costo del producto y/o traslado de este.

No existe certeza, sobre todo debido a lo reciente de este suceso, acerca de cómo es el comportamiento de quienes compran en Chile, sin embargo un indicador importante es qué tipo de comida se está repartiendo y cómo es la alimentación de los chilenos en general, considerando que en los países globalizados y “en vías de desarrollo” como Chile, es más probable que una persona se muera de enfermedades asociadas a la obesidad y sedentarismo que de hambre, como aún sigue sucediendo en algunas partes del mundo. Según indica el sitio de BBC news, la tasa de niños de entre 5 y 19 años con peso insuficiente, alcanza casi un 90% en países como la India.  

Según el sitio Euromonitor International, el delivery ha crecido un 40% en 5 años en Chile y los pronósticos apuntan a que seguirá creciendo.

Nuevas oportunidades laborales

Lo que sí se puede afirmar, es que se abren las puertas para muchos puestos de trabajo para quienes pueden invertir su tiempo libre en repartir ya sea en bicicleta o en moto y para quienes necesitan generar dinero extra, pues si alguna vez la relación fue 1 repartidor a 1 local, ahora son todos los repartidores posibles y disponibles, a todos los locales que se asocien con las apps.

Cristian Hernández es repartidor de Glovo y cuenta su experiencia como tal: “accedí porque me llamó la atención y tuve que hacer una pasantía. Luego quedé y ahora reparto con mi moto. Los horarios son muy flexibles, puedes trabajar 2, 8 o 12 horas. Depende de tu tiempo y de cuánto quieras ganar, porque te pagan por km recorrido y por hora. Claro que hay horarios en los que tenemos alta demanda y cuando esto pasa hay que hacerlo en el menor tiempo posible porque luego de 1 hora de demorarte con el pedido, ya no te pagan por eso. En cuanto a seguros, cuando entras te hacen un contrato que incluye un seguro en caso de accidentes que aplica solo a la persona, no tu medio de transporte. Respecto a los pagos, este es quincenal y depende de tus horas y pedidos que has hecho, pero hay ocasiones en las que te quedas con mucho efectivo y la empresa te da la opción de quedarte con un porcentaje de ello que es descontado de la quincena.”

Todo parece ser muy bueno para trabajar y consumir en estas apps, pero el peso de la mochila en la espalda, que este trabajo sea uno aparte del trabajo «oficial» o, al que se le dedica tiempo extra para generar dinero extra porque con 1 solo trabajo no alcanza y las exposiciones a las que se pueden enfrentar al no saber qué clase de persona puede recibir al repartidor/ra, son pequeños detalles no tomados en cuenta: el siguiente vídeo puede contribuir un poco a que la próxima vez que pidas algo, no sea de a 3 cuadras de tu casa.