Mitos y realidades en torno al VIH

Los medios de comunicación y las autoridades de salud han entregado cifras alarmantes en cuanto al número de casos de VIH en nuestro país: somos uno de los diez países que más ha aumentado el número de infecciones en todo el mundo. Si bien es una infección tratable, aún hay muchos mitos que giran en torno a esta afección. 

El Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) es un retrovirus que ataca al sistema inmunitario (el frente ‘bloqueador’ contra los organismos externos como virus, bacterias, hongos y otros que puedan ingresar al cuerpo) de la persona infectada. En concreto, este virus ataca y destruye los linfocitos CD4, que son un tipo de células muy importante en nuestro sistema inmunitario, y se encargan de fabricar los anticuerpos que combaten las infecciones que causan los agentes externos que entran a nuestro organismo.

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En efecto, lo que produce este virus es la debilitación de nuestro organismo, al infectar nuestras células defensivas, dejando que se pueda expandir por todo el organismo, además de abrir la puerta para que otro tipo de enfermedades más graves puedan desarrollarse, y que no puedan ser subsanadas por nuestro propio cuerpo.

VIH no es SIDA: realidad

Muchas veces las y los profesionales de salud reciben cientos y miles de personas que no saben acerca de esta infección, las que piensan que el Virus de Inmunodeficiencia Humana y el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida son lo mismo, pero esto no es así. El VIH es el virus que ataca a nuestro sistema inmune y que si, no es tratado a tiempo con el tratamiento indicado por especialistas, es capaz de debilitar a nuestra defensa, permitiendo que puedan ingresar enfermedades oportunistas (como diversos tipos de cáncer, infecciones cutáneas y otras) que en un inicio podían ser batalladas por nuestras células defensivas, pero al estar debilitadas, no logran hacer frente a esto, generando una inmunodeficiencia ya adquirida por el organismo, lo que se traduce en SIDA (que NO ES UNA ENFERMEDAD en si, sino que una agrupación de afecciones asociadas a la infección por VIH avanzado).

Las personas NO MUEREN DE SIDA, sino que lo hacen producto de una enfermedad oportunista asociada a la infección avanzada por VIH.

Esto significa que una persona puede infectarse con VIH, pero nunca tener SIDA, mientras permanezca con un tratamiento antirretroviral

El VIH solo afecta a trabajadoras/es sexuales, homosexuales y drogadictos: mito

Cualquier persona que haya estado expuesta a una situación riesgosa de infección por VIH puede tenerlo. Incluso, un individuo puede nacer y hasta infectarse de este virus en la temprana edad, sin ser consciente de lo que esto significa. En este caso, la forma más común de infección es a través de la lactancia materna o al momento del parto, cuando el recién nacido se expone a fluidos infectados, y la madre no recibió una terapia antirretroviral en el momento oportuno. Cabe destacar que la infección vertical (madre a hijo/a) está cada vez más controlado y en Chile, por ley, las embarazadas deben realizarse los exámenes que permitan identificar si padece esta infección, para comenzar con un tratamiento de inmediato. De esa forma, la posibilidad de infectar a su hijo/a es mínimo.

El VIH solo se contagia a través de relaciones sexuales: mito

Así como se comentaba en el párrafo anterior, no solo se puede infectar de VIH por haber tenido una relación sexual riesgosa; también se puede dar a través de vía perinatal y por contacto con sangre infectada. De hecho, la mayoría de las infecciones que ocurrieron en los primeros años en que se conoció este virus fue por transfusiones sanguíneas, ya sea en hospitales o entre personas que compartían jeringas para inyectarse drogas.

Tampoco se puede infectar a través de picaduras de mosquitos, besos, uso de utensilios, abrazos y otro tipo de contacto físico diario. Las ÚNICAS vías de transmisión son el contacto directo con sangre infectada, por relaciones sexuales sin protección con una persona infectada/no tratada y por contacto con fluidos infecciosos (semen, fluidos vaginales, leche materna)

Si tengo VIH, y estoy indetectable, no puedo infectar: realidad

Esto era un secreto a voces en la comunidad científica, pero según los últimos estudios realizados se reforzó la creencia. De acuerdo al estudio llamado Partner (en inglés) si una persona tiene VIH, pero gracias a la ingesta de tratamiento antirretroviral logra mantener una supresión viral constante durante al menos seis meses y no tiene otras ITS, la posibilidad de infectar a través de relaciones sexuales, incluso sin preservativo con eyaculación, es igual a CERO.

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Este último estudio fue el que utilizó la comunidad internacional para decidir que el tratamiento antirretroviral ya no solo se debía usar para disminuir la carga viral de una persona infectada y así, mejorar su sistema inmune; sino que también se usaría como prevención del VIH. Todo esto, ya que al disminuir la carga viral en sangre (lugar donde se aloja la mayor cantidad de copias del VIH), al mismo tiempo lo hace en el resto de fluidos y tejidos. Al alcanzar una supresión viral (menor a 200 copias de virus por mm3 de sangre) durante un periodo prolongado, el sistema inmune de la persona mejora considerablemente, y la cantidad de virus que tiene es tan pequeño, que no es capaz de infectar a otra persona.

J.P.R (iniciales de la persona, no quiso que su nombre aparezca), es un hombre viviendo con VIH hace más de 5 años. Estudiante universitario, se infectó estando en una relación con su expareja, quien luego de una infidelidad, le contagió el virus: «Una persona como yo, que tiene estudios, de ‘buena’ familia, no piensa que puede estar expuesto a un virus de esta envergadura, pero luego te das cuenta que dentro de la comunidad LGBT el VIH es una sigla permanente, y que depende de todas y todos que no les pase», comenta J.P.

«En este momento, y desde hace cuatro años me encuentro indetectable, Esto es realmente un alivio para mí y para mi actual pareja, con quien tenemos relaciones sexuales sin preservativo, por mutuo acuerdo, pero sin el miedo de saber que en algún momento puedo infectarlo. Mi infectóloga me dijo que en mi actual situación, yo era INCAPAZ de transmitir el virus a otra persona, y que me mantendría así mientras siga al pie de la letra mi tratamiento, que dicho sea de paso es de por vida» sentenció el estudiante.

Por eso es tan relevante que, quien haya estado expuesto a una actividad de riesgo, se haga los exámenes correspondientes y, en caso de ser positivo, comenzar de inmediato con el tratamiento antirretroviral. En el sistema público de salud, el tratamiento para el VIH es gratuito y está asegurado por ley.

Lo que mas cuesta no es la indetectabilidad, sino que el estigma que aún existe en nuestra sociedad y que no permite que las miles de personas que viven con VIH en nuestro país se sientan seguras de si mismas. La educación es el pilar fundamental para poder terminar con los prejuicios. Los estudios y el Internet están al alcance de la mano, pero depende de ti aumentar o terminar con el estigma.

 

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