Rugby Seven: ¿El futuro de la ovalada chilena? DeportePor Carlos Quintana - 23 diciembre, 2018 A pesar de la dificultosa realidad del amateurismo, los cultores de rugby, tanto a nivel local como nacional, tienen la convicción de poder desarrollarse en el deporte que aman gracias al formato de siete por lado. El rugby chileno ha tenido un proceso de penas y glorias. La selección de 15 por lado no ha conseguido los mejores resultados en términos de rendimiento en las competencias internacionales, dejando de manifiesto el largo camino que queda por recorrer, tanto en lo técnico, táctico y dirigencial. Registro de la campaña de Los Cóndores en el Seven de Viña 2018. Imagen gentileza de FaroDeportivo.cl. Aun así, esta realidad ha sido opuesta para otro seleccionado nacional. Éste último siendo el equipo de seven a side de Los Cóndores de Chile, teniendo un rendimiento importante en el último Mundial de Rugby en Estados Unidos y una victoria histórica contra los All Blacks Sevens en el campeonato de Silicon Valley. (Puede ver también el vídeo de Rugby Chile: Lo mejor de Chile 7s en Silicon Valley 2017). Aun así, ¿qué vuelve distinto al rugby seven? ¿porque hay mejor rendimiento en el formato reducido que en el 15 por lado? LOS PRINCIPIOS DE ESTA DISCIPLINA Para comprender este formato del rugby, es importante conocer sus orígenes. De acuerdo a la World Rugby, el seven surgió el año 1883 en Escocia en la ciudad de Melrose. El Club Melrose decidió realizar un Sport Day o dia deportivo como un método para recaudar fondos que irían dirigidos al mismo club. El evento contó con la participación de otros equipos como Gala, Selkirk, St. Cuthbert’s Hawick, Earlston, Melrose, Gala Forest y St. Ronan’s Innerleithen. Fue el carnicero Ned Haig y su patrón David Sanderson, pertenecientes a Melrose, quienes tuvieron la idea de reducir los tiempos del campeonato en 14 minutos (dividido en dos mitades) y el número de jugadores titulares. Con el pasar del tiempo, esta nueva versión del deporte ovalado se comenzó a masificar alrededor de Escocia y otras naciones vecinas. Incluso colonias inglesas empezaron a practicarlo como un deporte de cierre de año. Saltando rápidamente al siglo 21, el rugby seven ha ganado un prestigio distinguido, teniendo campeonatos en diferentes sectores del mundo como Las Vegas (Estados Unidos), Ciudad del Cabo (Sudáfrica), Wellington (Nueva Zelanda), Hong Kong (República Popular China) y Gold Coast (Australia), por mencionar algunos. Consolidando su valor como deporte olímpico en estos últimos Juegos Olímpicos Río 2016 (JJOO), que tuvo al país Fiji como campeón. LOS INGREDIENTES PARA EL ÉXITO Tal como se mencionó al inicio, Chile seven ha experimentado una seguidilla de logros que han permitido la popularización de esta disciplina y el desarrollo de planes de alto rendimiento para los jugadores tanto a nivel de clubes como en las selecciones. Aun así, es oportuno mencionar que la zona de Concepción ha logrado producir individualidades que tienen un buen futuro en la ovalada reducida. Rafael Ruiz es el entrenador subrogante del equipo de Old John’s Sevens. Su larga estadía en el colegio Saint John’s le ha permitido implementar un modelo de entrenamiento particular y una mística única que ha permitido el desarrollo de buenos jugadores, tanto en el plantel adulto como en el juvenil. Incluso, algunos de éstos ya han sido llamados por la Federación Chilena de Rugby para jugar en algún seleccionado. Rafael Ruiz (el de la derecha), acompañado con uno de sus compañeros de equipo. Fotografía de Carlos Quintana. De acuerdo a Ruiz, “esto nace de todo un proceso de más o menos 6 años. Donde le inculcamos a los juveniles una cultura de tener hambre de ganar, así como de dinamismo en el juego. Esto nos ha permitido tener una diversidad de talento donde cada generación ha destacado por algo”, sentenció. Con respecto a las diferencias entre el rugby reducido y el 15 por lado, Rafael mencionó que “en el seven, más que la envergadura física, se privilegia mucho lo que es la velocidad, fuerza y resistencia individual. Afortunadamente, Chile cuenta con mucho talento de este tipo. Sabemos que la genética del chileno promedio muchas veces no calza con la de un neozelandés, afectando directamente al 15 por lado. Pero también se está consciente de que Chile posee jugadores que cumplen con las características que mencione al principio”. Entre los pupilos que tuvo Rafael Ruiz y que fueron llamados al plantel juvenil de Los Cóndores Seven, se encuentra Hermes Didier. Jugador que aún vibra con los recuerdos vividos en el rugby de colegio y lo duro que fueron los entrenamientos preparatorios para el Seven Juvenil del Colegio Mackay 2017. Según él, “las preparaciones tenían otra intensidad. Harto físico en el verano, con un sol insoportable. Incluso hasta doble jornada. Pero sabíamos que era un sacrificio que teníamos que cumplir si queríamos llegar lejos”, haciendo alusión cuando alcanzaron el segundo lugar del campeonato ya mencionado. El preparador físico de Old John’s, Oscar Herrera, manifestó que las cualidades principales que debe tener un jugador de seven ideal es de “proporciones físicas longilíneas. Además de tener una buena musculatura y velocidad. Porque el ritmo de juego es algo que se debe mantener ojala los 14 minutos”. Además de ésto, Herrera destacó que el reposo juega un papel importante, “durante los campeonatos, se utiliza mucho lo que es el contraste junto con un descanso de una hora entre cada partido, también la alimentación es primordial”. LOS DESAFÍOS DEL FUTURO Si bien existe talento y conocimiento para poder llegar lejos en la disciplina de la ovalada de siete por lado, aún quedan brechas que deben romperse e iniciativas que se deben promover para soñar con un podio a nivel mundial. Considerando que próximamente se vienen los JJOO 2019, esta temática toma una mayor relevancia. (Tambien puedes ver el vídeo de la World Rugby sobre el rugby seven en Chile). Rafael Ruiz indicó que, “lastimosamente, el rugby aún es un deporte de nicho en Chile. Por el momento, una de las iniciativas principales, para mí, es masificar éste último. Que todos los colegios y liceos puedan jugarlo. Así, tal vez, haya una mayor gama de talento para el futuro”, dijo el coach pensando en los jugadores alrededor del país que, posiblemente, cuentan con las capacidades, pero que aún no se descubre su potencial. Oscar Herrera indicó que, si bien el amateurismo tiene una mística positiva, también es un impedimento. “Todos los jugadores del seleccionado son trabajadores o estudiantes. No existe un sustento que les garantice que podrán dedicarse de manera plena a lo deportivo sin consecuencias. Por eso, creo que es importante apoyarlos, presentar mejores becas, otorgar apoyo monetario, entre otros. Debido a que la única forma de mejorar es si hay consistencia”, manifestó de manera crítica el preparador físico. Hermes Didier, por su parte, teniendo ya experiencia en el seleccionado juvenil, mencionó que en más de una ocasión ha tenido que pagar todo por su cuenta. Desde los pasajes para entrenar en Santiago, hasta hospedaje, todo junto con ayuda de sus padres. “La vida académica es importante, cierto. Pero también debería haber una mayor preocupación de la federación por hacer las cosas más fáciles a los jugadores de región. Espero que ahora, como el rugby es un deporte olímpico, las cosas cambien”, dijo Didier dejando en evidencia que el talento existe, pero la arista monetaria sigue afectando el desarrollo. Considerando la ascendente popularidad del rugby seven en Sudamérica, muchos países vecinos empezaron a aplicar diferentes planes de desarrollo para poder competir en torneos internacionales de primer nivel. Es importante que Chile comience a tomar consciencia con respecto a esta temática, esto con el fin de que el talento de los diferentes jugadores de rugby pueda perdurar con el pasar del tiempo.