La prensa hegemónica al abordar la causa mapuche no investiga con profundidad (Parte 2)

El tratamiento informativo y la cobertura mediática hacia el asesinato de Camilo Catrillanca no es un hecho especifico, pues la prensa hegemónica tiene practicas periodísticas recurrentes, tales como soslayar las fuentes mapuches, eludir la cosmovisión del pueblo ancestral, una adherencia a la versión del Estado y el empresariado, además de etiquetarlos como terroristas al manifestarse en contra del extractivismo en sus tierras.

La forma de abordar mediáticamente el asesinato de Camilo Catrillanca se puede evidenciar con algunas prácticas comunicacionales notorias, pero para sentenciar el modo en que se refieren o construyen los relatos periodísticos respecto al pueblo mapuche es necesario una investigación. “La ideología en la cobertura mediática del diario La Nación sobre el conflicto chileno-mapuche durante el primer gobierno de Michelle Bachelet Jeria (2006-2010)”, “El nuevo racismo y la cobertura de los diarios chilenos La Tercera, La Nación y El Mercurio sobre el conflicto chileno-mapuche” y “Estado, nación mapuche y prensa hegemónica (2008, 2010-2011 y 2013): Un análisis crítico del discurso” son algunos estudios que tratan en profundidad el actuar periodístico.

Las conclusiones son consistentes y coincidentes. Los medios masivos de comunicación analizados de forma sistemática naturalizan las prácticas violentas en contra del pueblo mapuche, victimizando a las grandes trasnacionales instauradas en la región de la Araucanía, exhibiendo al mapuche como un pueblo que promueve el terrorismo en las zonas rurales. La perspectiva predominante es la del ejecutivo, pues la causa mapuche se reduce a “seguridad pública”. Bajo tal contexto, el mapuche se asocia al indio insurrecto, el control policial y la judicialización del conflicto. Los medios transmiten el control y coordinación de la coerción estatal del gobierno, pues no se dimensiona la violencia de los enfrentamientos, se reconoce la existencia, aunque se le resta gravedad.

La descripción mediática del pueblo mapuche instaura un estereotipo negativo y contribuye con la posterior estigmatización. El vinculo entre las reivindicaciones territoriales mapuches y una representación violenta de las acciones colectivas es elocuente. La asociación al terrorismo es innegable, pues prima contenido relacionado a quema de fundos, iglesias y camiones, pese a que no exista una relación veraz. Los medios de comunicación antes de que se demuestre la autoría ya sentencian el nexo, pese a que posteriormente tales disturbios sean comprobados como montajes.

Alvania Alcanao de la comunidad de Loncopangue estudia Antropología y reflexiona en torno a la imagen que transmiten los medios respecto a su pueblo. “Hay que partir entendiendo que existe un contexto histórico de invisibilización, no sólo hacia el pueblo mapuche, sino que en general en torno a los pueblos originarios de este territorio. Junto con eso existe una profunda estigmatización que ha se ha ido modificando con el tiempo. Antes se nos decía que éramos flojos, borrachos, etc. Hoy esa estigmatización apunta a una criminalización de la causa mapuche”.

Gabriela Rodríguez es periodista y ha investigado el actuar periodístico respecto a la causa mapuche. «Podemos encontrar alusiones al pueblo mapuche ya en los inicios de Chile como república independiente. Hay una investigación de la Fundación Superación de la Pobreza concluye que en el periodo entre 1812 y 1832 los registros periodísticos de la época situaban al mapuche como ser inferior, como indios barbaros y entregados a la chicha de manzana. Entonces desde esa época podemos observar la estigmatización y el racismo de la prensa».

“Los medios de comunicación instauran la asimilación. El Estado promueve homogeneizar a la sociedad, ya que se recalca que todos somos chilenos en este territorio. Los medios también implantan un sesgo informativo, teniendo en cuenta que los pueblos originarios, tal como las clases subordinadas, no tienen acceso a difundir la información de la misma forma que los poderosos. Toda la información que queramos transmitir no tiene cabida en los grandes medios de comunicación, sino que se difunde por medios contra hegemónicos, redes sociales”, comenta Alvania Alcanao.

Las fuentes soslayan la cosmovisión e ideología mapuche. Los miembros de la Coordinadora Arauco-Malleco emergen casi exclusivamente teniendo problemas con la policía y la justicia. Lo mismo sucede con comuneros mapuches independientes, a tal punto que se le da cobertura cuando son detenidos, pero no cuando se demuestran sus inocencias o detenciones ilegales. Los  empresarios y actores privados son recurrentes denunciando los daños y pérdidas que sostienen gracias a la acción reivindicativa violenta de los mapuches.  Las organizaciones de derechos humanos, activistas, investigadores e intelectuales tienen cabida en el contenido periodístico, quienes suelen expresar preocupación por la victimización jurídica y hostigamiento policial de los indígenas.

“La prensa hegemónica ha permitido y validado que hoy el Wallmapu esté militarizado. Se muestra como una necesidad imperiosa que el Comando Jungla siga actuando, de que se siga militarizando los espacios donde transitan niños y se desarrollan familias, de que continúe esta política de amedrentamiento y criminalización. Lamentablemente este actuar periodístico es el que llega a todas partes. Entonces generan un profundo rechazo hacia la demanda histórica que el pueblo mapuche ha levantado durante siglos”, reflexiona la joven mapuche.

Una retrospección hacia el tratamiento informativo de Matías Catrileo

Alex Lemun Saavedra, Johnny Cariqueo Yañez, Juan Collihuin Catril, Matías Catrileo Quezada y Jaime Mendoza Collío son otros mapuches asesinados por Carabineros. La cobertura mediática no se hizo presente en algunos casos y en otros lo hizo, aunque con un tratamiento informativo similar a Camilo Catrillanca Marín. Gabriela Rodríguez, Magister en Comunicación, realizó la investigación “Tratamiento informativo de la muerte de Matías Catrileo en la prensa. Caso periódico Azkintuwe y diario El Austral”.

A continuación algunas reflexiones de Matías Catrileo. Una de las tantas voces del pueblo originario que ha soslayado los principales medios de comunicación. Al buscar de forma minuciosa en los noticieros de televisión no se encuentra el testimonio mapuche. Es por eso que se rescata este registro.

La indagación de Gabriela Rodríguez contempló un análisis hemerográfico diacrónico en dos medios nacidos en la Araucanía: El Austral (diario filial de El Mercurio) y Azkintuwe (periódico mapuche), pues mediante el Test para la evaluación de la Amplitud, la Diversidad y la Sensibilidad Humana (Test ADSH), propuesto por Amparo Moreno Sardá, se reconoció los protagonistas, sus acciones y escenarios, los marginados y excluidos en las publicaciones durante enero, febrero y marzo del 2008 que trataron la muerte de Matías Catrileo. A continuación las conclusiones de la periodista.

¿Quién enfoca?

En el Austral y Azkintuwe los textos analizados fueron escritos por hombres. En ambos medios alrededor de la mitad del corpus indica el autor del texto. La ausencia de mujeres en la redacción desencadena una mirada androcéntrica. Cabe señalar que en El Austral los periodistas no poseen apellidos ni nombres mapuches. En contraste Azkintuwe el director y principal redactor es el periodista mapuche Pedro Cayuqueo. Por lo tanto, ninguno de los dos medios al abordar la muerte de Matías Catrileo presentó redactores de las dos perspectivas culturales.

¿A quién enfoca?

El protagonista de las noticias en el Austral tiende a no ser humano. Lo mismo sucede con Azkintuwe, pues ambos medios enfocaron el relato en datos abstractos, acciones e instituciones. De tal modo, la muerte de Matías Catrileo se deshumaniza, ya que su figura no es concebida como foco noticioso en detrimento de la violencia que la provocó o que se generó a partir del homicidio como tema central. En las ocasiones en que se enfocó a humanos como protagonistas primó el género masculino, tanto El Austral como Azkintuwe profundizaron la construcción androcéntrica.

La muerte de Matías Catrileo contempla tres personajes humanos centrales: Matías Catrileo (mapuche que muere), Walter Ramírez (carabinero que dispara y mata a Matías Catrileo) y Jorge Luchsinger (dueño del fundo donde muere Matías Catrileo). Todos aparecen reiteradamente en los medios de comunicación y la información judicial.

En El Austral se exhibe a Matías Catrileo principalmente como “estudiante”, al cabo Walter Ramírez como carabinero de Fuerzas Especiales “involucrado” en la muerte de Catrileo y a Jorge Luchsinger “en cuyo predio ocurrieron los lamentables hechos”. La publicación “Tenemos que tener garantías para poder trabajar en paz y tranquilos” plantea la “visión de lo que ha sucedido durante los últimos años al interior de su fundo”.

En Azkintuwe los tres personajes aparecen con nombres, apellidos y respectivas fotografías. Las referencias del periódico mapuche dilucidan las distintas interpretaciones entre medios, ya que Matías es concebido como “weichafe” (guerrero), Walter Ramírez como cabo segundo acusado de “violencia innecesaria con resultado de muerte” y Jorge Luchsinger como agricultor con “marcado racismo hacia los mapuches”.

El Austral al abordar la muerte de Matías Catrileo realiza una escasa mención al pueblo originario al que pertenece. En contraste Azkintuwe en la mitad de los casos alude a su identidad mapuche. La conclusión dio paso a que Gabriela Rodriguez Muñoz se cuestione ¿por qué en El Austral no se señala que Matías Catrileo es mapuche y sí se habla de él como “joven” y “estudiante”?, ¿por qué se naturaliza el conflicto y se le deja sin la variable cultural, cuando el mapuche es la víctima?, ¿hubiera pasado lo mismo si el que muere no es mapuche?

La Magister en Comunicación tratando de responder los cuestionamientos se encontró con el titular de El Austral “Terror en Vilcún”. La publicación del 5 de enero del 2013 a partir de la muerte del matrimonio Luchsinger-Mackay señala en portada que el incendio que acabó con sus vidas fue provocado por “encapuchados y se “detuvo en las cercanías a un comunero mapuche”. El tratamiento informativo al comparar dos hechos de muerte abordados por El Austral suscita respuestas. Al morir Matías Catrileo no se señaló que era mapuche. En cambio al morir el matrimonio Luchsinger-Mackay sí se destaca la identidad mapuche en un sospechoso.

En ambos medios se exhibe imágenes de territorios con gran presencia policial. El Austral transmite la idea de un sector resguardado por carabineros. Mientras que Azkintuwe manifiesta la idea de un espacio militarizado e invadido. El Austral al informar sobre Matías Catrileo emplea recurrentemente la imagen del encapuchado. La asociación del joven al disturbio es más directa aún cuando publican la nota “Encapuchados queman camión en la Ruta 5 Sur”, pues vincula el hecho y señala que hay mensajes alusivos a la muerte del estudiante. De tal modo, se relaciona indirectamente a los mapuches con los encapuchados.

Los medios encuadran la realidad según sus líneas editoriales, pues el mismo acontecimiento lo observan de distinta forma. Azkintuwe entrega el relato de un pueblo originario que sufre la violencia. Mientras que El Austral exhibe un ambiente de violencia acercándose a la perspectiva de la policía y los dueños de fundo.

¿En qué actuaciones?

El mapuche y su territorio reciben violencia, las victimas al denunciar el abuso pasan de ser protagonistas pasivos a activos en Azkintuwe. Mientras que en El Austral los acontecimientos se narran desde el presente, las actuaciones del mapuche lo conciben como violento. Si bien el pueblo originario sufrió la muerte de Matías el hecho se enmarca dentro de la misma violencia que los mapuches generan.

Los carabineros son quienes constantemente cometen actos de violencia en territorio mapuche, pues el efectivo policial ataca y mata a Matías en Azkintuwe. En contraste El Austral sitúa a estos protagonistas en el resguardo del orden y la seguridad ciudadana. La muerte de Matías es una excepción dentro del comportamiento de carabineros, además se argumenta el disparo por la violencia que rodea el hecho.

Jorge Luchsinger es el dueño del predio donde murió Catrileo, su comportamiento y sus declaraciones evidencian un racismo en Azkintuwe. En El Austral sus acciones y testimonios apuntan al diálogo, además de exhibir las constantes agresiones que ha sufrido.

¿En qué escenarios?

Azkintuwe plantea que la muerte de Matías Catrileo se dio en una “recuperación territorial”. Mientras que El Austral alude a que ocurrió en una “toma de fundo” y “atentado incendiario”. Los contextos mencionados esbozan la concepción de quién es el propietario del territorio en conflicto, además de cómo conciben el trasfondo, pues el periodico mapuche considera una lucha ancestral, en cambio el filial de El Mercurio lo percibe como una insolencia reprochable. En consecuencia, tales noticias las encasilla en la sección Seguridad Ciudadana.

¿Utilizando qué fuentes?

Las fuentes humanas priman en los dos medios. Del mismo modo, ambos acuden  mayoritariamente a hombres para referirse a la muerte de Matías. Las mujeres no aparecen como expertas o activistas, sino que se ligan a la sensibilidad, al llanto, al rol de madre sufriendo, pues persiste el arquetipo viril que plantea Amparo Moreno Sardá.

Las fuentes oficiales con representantes gubernamentales priman en El Austral. Mientras que en Azkintuwe las fuentes civiles con representantes del pueblo mapuche son la mayoría. Cabe señalar que el empleo complementario o antagónico de las fuentes en relación a los protagonistas es similar. En ambos medios se observa que en los textos cuando las fuentes no son tan propensas a la postura que el medio difunde, se utilizan testimonios que confirman su hipótesis como medio, lo cual manifiesta la carencia de pluralismo, teniendo en cuenta que se carece de diversidad de posiciones contrarias al enfoque del medio.

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