¿Por qué los jóvenes no quieren vacunarse?

http://www.t13.cl/noticia/nacional/minsal-alerta-casos-sarampion-llamo-vacunarse-nacidos-1995-y-1999

Pese al categórico llamado del Ministerio de Salud a los jóvenes que hayan nacido entre los años 1993 y 1999, para reforzar la vacunación contra patologías como sarampión, paperas y rubéola, la negativa hacia esta medida va en aumento entre el grupo etario.

Hace un par de semanas, el Ministerio de Salud (Minsal) inició una campaña de vacunación para prevenir el brote importado de sarampión, que hasta la fecha, asciende a 23 casos entre hombres y mujeres a lo largo del país confirmados por el Instituto de Salud Pública. Ante esto, la entidad sanitaria realizó un llamado a jóvenes que tengan entre 25 y 19 años, a reforzar, o en su defecto, poner al día la inyección de la vacuna triple vírica para evitar también enfermedades como rubéola y parotiditis –o más conocida como paperas–.

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En Chile, y según el calendario de vacunación obligatorio, la dosis se administra a los 12 meses y en 1º básico. Pero a pesar de que esta patología está erradicada en el país desde 1992, las barreras de contención se han resquebrajado en los últimos años. La falta de control en otros países y la proliferación de falsedades sobre los efectos de la administración de la vacuna, son algunas de las razones. A continuación revisa algunas consideraciones de esta patología:

La problemática del movimiento contra la inmunización

Dr. Green Mom
Andrew Wakerfield

En 2010 surgió una tendencia en el país que, inusualmente, desaprueba la vacunación por una supuesta “imposición de una cosmovisión de la medicina tradicional”. La proliferación de este tipo de campañas, se erradicó luego de un artículo publicado por el médico británico Andrew Wakerfield. En él afirmaba que luego de examinar a 12 niños autistas, existiría un vínculo entre la enfermedad y el uso de esta inyección preventiva. Sin embargo, fue considerado tiempo más tarde como un fraude científico y se enmarcó dentro de las «fake news».

Luego del escándalo, se fundó en la red social Facebook un grupo  denominado “Libertad de Vacunación para un Chile Democrático”, espacio que actualmente tiene más de 11 mil participantes, y en el que los miembros argumentan su postura en base a la libertad de elegir cómo cuidar y formar a sus hijos, y la calidad de vida que procuran para ello. Ya sea por razones religiosas, ideas naturistas, hasta meras influencias familiares o anecdóticas, la realidad que enfrentamos hoy es otra.

El grupo que no esta «ni ahí»

Luego de aplicar una encuesta en las historias de Instagram a jóvenes, con respecto a si accederían a vacunarse, un 25% de los votantes –de un total de 178 participantes– seleccionó la opción «no». Entre ellos, Gregorio Salazar del Río (23): «La verdad es que me fijo en los detalles y lo encuentro raro. ¿Por qué ahora? ¿Por qué decían primero un año y después otro? Está bien, mejor prevenir que lamentar, pero, ¿por qué mi hermano que tiene casi dos años más que yo sí está inmunizado y yo no? Supuestamente tenemos las mismas vacunas… «.

Frente a este rechazo, Nicolás Silva Villalobos, interno de Medicina de la Universidad de Concepción, explica que «actualmente los jóvenes tienen un bajísimo autocuidado. Esta conducta va más allá del artículo erróneo y falseado sobre la relación de inyecciones y autismo, sino que además se repite en el consumo de alcohol, drogas y la sexualidad. Sin duda la negación ante esta medida obligatoria e imprescindible, es un problema que radica en una generación despreocupada y cómoda».

También, añade que en el periodo en el que les correspondía vacunarse a los jóvenes que hoy tienen entre 19 y 25 años, la cobertura de vacunación fue menor al 90%: «Los padres llevaron menos a vacunar a sus hijos, ósea es una población sin exposición al virus. Por esta razón el efecto de contagio ahora es más grave, y súmale el ingreso de extranjeros y migrantes que no tienen los mismos planes de inmunización que nosotros en sus países».

Claro está que este simple procedimiento no sólo protege a los inmunizados, sino que también a individuos no vacunados en la comunidad a través de la protección de grupo o rebaño. Es decir, las personas que han recibido sus dosis, hacen un efecto barrera que evita que se enfermen aquellos que no pueden o quieren. «En la medida que los jóvenes no se vacunen, no sólo se descuidan ellos, también generan un resultado potencial expansivo al entorno, más aún sabiendo que las enfermedades que previenen las vacunas son contagiosas», afirma el internista.

Cabe recordar que al administrar una inyección, el cuerpo crea memoria inmunológica para recordar al virus o bacteria, y poder protegernos mejor frente a futuros ataques. Evidentemente, su única función es estimular y fortalecer la producción de nuestras defensas ante graves patologías.

Según consignó TVU, la administración de la inyección, que en la región contempla 130.061 personas, es gratuita y se puede realizar en cualquier centro de atención primaria o en los vacunatorios en convenio: Sanatorio Alemán, Clínica Universitaria, Kiñewen, Endodent, Mega Salud y Clínica Los Andes, en el periodo de tiempo comprendido entre el 2 de enero y hasta el 28 de febrero.

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