La doble vida en el campeonato de interfacultades de baloncesto

Estudiantes, profesores, padres y profesionales. Así de surtida es la atractiva ensalada detrás del desempeño técnico de cada plantel de la liga universitaria.

Desde la década de los ’60 se disputa la Liga de Interfacultades de Basquetbol de la Universidad de Concepción, un torneo que hasta hace poco pasaba desapercibido, a pesar de tener un gran calibre humano en todo aspecto. Diversas son las facultades y carreras que incursionan en la madera de la casa del deporte para batirse en duelo con sus cestos, desde estudiantes a jugadores profesionales de nivel nacional.

Lo que más pasa desapercibido, son las mentes maestras detrás de cada duelo, los marionetistas sigilosos a cargo de los grupos: los entrenadores. Lo más curioso de este último punto, es la diversidad dentro de ellos mismos, teniendo grandes diferencias tanto en su formación profesional como en su edad, variando desde jugadores de los mismos equipos hasta directores técnicos de gran trayectoria.

«En este torneo se forma una dualidad muy compleja entre muchos de sus miembros, incluyéndome, complementando nuestras facetas como jugadores, entrenadores y también estudiantes. Pero siento que es parte del proceso, ya que tengo expectativas de profesionalizarme en la dirección técnica», declaró el estudiante de educación física, Isaac García, de 29 años, actual entrenador de CFM DAMAS, recalcando que es importante destacar el esfuerzo de los D.T. en el campeonato.

 

Inmediatamente pone sobre la mesa en sus dichos lo complejo de estas dobles vidas en la liga, las cuales no deben desmerecerse, es más, llama mucho la atención como gran cantidad de estos jóvenes prospectos tiene proyecciones a futuro con respecto al deporte cestero, sin dejar de lado sus actuales carreras, potenciándolas aún más con lo difícil que es el manejo de diversos grupos humanos.

«Es muy bonito, además, codearse con otros entrenadores que son estudiantes, algunos padres, e incluso gente profesionalmente dedicada de lleno a la dirección técnica, nutre el ambiente, sobre todo al trabajar con personas de distinto origen. Llevo una vida compatibilizando todo y cuesta, pero apasiona» , señaló Guillermo Rivera, contador auditor de 29 años, entrenador en el torneo y arbitro de CARBUC, agregando que considera esta liga como la mejor a nivel académico en el país.

También es bueno escuchar la opinión de las leyendas, Jorge Sanhueza Gaete, kinesiólogo y entrenador que comenzó su carrera a los 16 años, con más de 20 años de trayectoria, a sus 45 años de edad es actual dirigente del equipo de Instituto Virginio Gómez.

«Es motivante compartir con todos ellos, ya que cada uno tiene proyecciones diferentes. En su momento yo también tuve que hacer coincidir todas estas facetas, estas vidas en cancha, y la verdad es que cuesta demasiado, pero los frutos de esto son impagables y motivantes», concluye el kinesiólogo, ante lo que el señala como el futuro de una liga que no para de crecer y sorprender.

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