Es evidente que todos los chilenos estamos pasando momentos duros y difíciles. Pero los más de 60.000 recicladores y recicladoras de base a nivel nacional, han sido especialmente afectados por esta situación. Sus ingresos no les alcanzan para vivir dignamente el día a día y se ven fuertemente expuestos a contagiarse del virus.

Actualmente las y los recicladores de base se enfrentan a dificultades únicas en su rubro: las cuarentenas obligatorias les impiden salir a las calles a trabajar, la falta de reconocimiento de su labor se traduce en la inexistencia de seguros de cesantía o licencias médicas para aquellos que se enfermen o que quieran guardar cuarentena voluntaria, y el contacto con los residuos les pone en mayor riesgo de contagio que al resto de la población.

La primera línea del reciclaje

Los recicladores de base desempeñan una importante función dentro de la sociedad y el medioambiente. Su labor incluye la recolección, separación y posterior comercialización de residuos con intermediarios y/o empresas recuperadoras, contribuyendo así, al reciclaje y a la economía circular, gracias a la venta de objetos reutilizados en ferias libres o mercados. 

Según la última Evaluación de Desempeño Ambiental de la OCDE en el año 2016, Chile reutiliza o recicla tan solo un 4% del total de residuos generados. Esto posicionaría a nuestro país como el segundo con la tasa de reciclaje más baja de 36 países miembros de esta organización. 

De este mínimo porcentaje, el 60% del trabajo se realiza de forma informal por recicladores de base independientes, y solo el 35% por empresas privadas y organizaciones de beneficencia.

La crisis que golpea fuertemente a los trabajadores precarizados

Dada la naturaleza de su oficio, la pandemia ha afectado directamente sus ingresos, puesto que enfrentan la dificultad en la venta de residuos tras el cierre de centros de acopio como puntos verdes y puntos limpios. 

A esto se suma el riesgo de contagio para ellos y sus familias, además del gasto económico que han tenido que asumir para la compra de mascarillas, guantes y cloro para la sanitización de los residuos.

Para Petronila Silva, recicladora de base de la comuna de Chiguayante, las consecuencias más duras de la crisis la cargan los trabajadores informales “a nosotros como recicladores de base nos ha afectado en un cien por ciento, porque si no salimos a trabajar, no comemos. Este tiempo he trabajado con miedo, arriesgándome a una multa o a infectarme”, señala. 

Sin embargo, para Soledad Mella, Recicladora de Base y Dirigenta del Movimiento de Recicladores de Chile, esta crisis significa una importante oportunidad para visibilizar el trabajo que por años han realizado los recicladores en el país, “el escenario no es fácil, pero estamos convencidos que de esto vamos a sacar mucho provecho. Hemos logrado instalarnos en las comunicaciones a nivel nacional, hemos salido mucho en la televisión, y eso hace que las personas puedan conocer la importante labor que realizamos”, indica. 

Medidas de apoyo

Los apoyos para las personas que viven del reciclaje son varios y provienen tanto del sector público como privado. 

En primer lugar, la Asociación Nacional de Recicladores de Chile inició en el mes de mayo, una campaña de recolección de alimentos no perecibles, donde el Ministerio de Medio Ambiente se sumó a la iniciativa, con apoyo de empresas privadas e instituciones como CEMPRE Chile.

Por otro lado, distintas organizaciones de las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana, Biobío, La Araucanía y Los Lagos, crearon la “Alianza Basura Cero Chile”. En la región, Fundación El Árbol -institución sin fines de lucro que promueve la visibilización, empoderamiento y profesionalización de los recicladores de base- es una de las organizaciones fundadoras.

Daniela Concha, Directora Ejecutiva de la fundación, señala que “Alianza Basura Cero Chile es una agrupación que nace para apoyar a los recicladores principalmente en incluirlos como gestores de residuos en la Ley REP, para que así puedan formalizar su trabajo, y se les incluya al sistema laboral”.

En el mes de mayo, la red inició una campaña de recaudación de fondos que permitió apoyar a 100 recicladores en situación crítica, los cuales recibieron diversos recursos para cubrir sus necesidades más urgentes.

“Reciclaje sin recicladores, es basura”

Como sociedad tenemos la responsabilidad de devolver el trabajo que por años han entregado los recicladores de base, visibilizando y sacando adelante esta labor silenciosa, pero fundamental para nuestra comunidad.

Respecto a esto, Concha entrega algunos consejos que podemos emplear diariamente, para apoyar el trabajo de los recicladores y el reciclaje durante el confinamiento. La invitación es a tomar conciencia frente al manejo de residuos, consumir con mesura, reutilizar al máximo los materiales y envases, y almacenar los desechos limpios, secos y aplastados “debemos repensar los productos que compramos y el paquete en los que vienen. Esta crisis nos da la oportunidad de cambiar nuestros hábitos y disminuir la basura que generamos”, apunta.