Con la digitalización de la música y la popularidad de canciones internacionales, la revista Billboard anunció que tomarían medidas para reflejar de forma más precisa lo que la gente está escuchando.

La plataforma reveló que a partir de septiembre crearían nuevas métricas para apegarse más a la realidad de sus consumidores. Con la llegada del Global 200 y el Global 200 Excl. U.S. se pretende descentralizar sus rankings de los artistas norteamericanos y dar visibilidad a los mercados internacionales, desafíos que el Billboard Hot 100 lleva años intentando superar.

La fórmula original del Hot 100 contabiliza las ventas de las canciones, el streaming y las rotaciones en radio, pero perjudica a artistas femeninas no juveniles que suelen ser ignoradas por programadores radiales y beneficia de forma desproporcionada a cantantes y raperos que poseen éxito solo en Estados Unidos. Los nuevos listados pretenden remediar esta brecha.

En su semana inaugural, el Global 200 Excl. U.S. posicionó a Hawái del cantante colombiano Maluma en el puesto número 1. Marcó un hito por ser el primer latino en debutar en el primer lugar de esta métrica, pero no por ser el único. Sech, Ozuna, Karol G y otros artistas hispanos dominaron el top 20. 

América Latina es uno de los mercados musicales más grandes en el mundo, especialmente gracias a la popularidad de géneros como el reggaeton, trap o dancehall. Según reportes de la plataforma Spotify, Santiago de Chile es la ciudad que más reproduce reggaeton en el mundo, posicionándose como uno de los más importantes mercados en la industria. 

La incorporación de nuevos listados globales en Billboard no solo benefició a los músicos latinoamericanos, sino que también introdujo a la audiencia chilena como un factor importante por primera vez en la historia. En términos usados por los profesionales, Chile sería una “bestia en el streaming”, pero el proceso tardó años.

“Me sorprende que pasara tan tarde, hace tiempo que estamos llamando la atención como consumidores” señaló Christopher Vasquez, productor de Cuarto Oscuro Records. En sus seis años trabajando profesionalmente pudo dar cuenta de lo lucrativas que son las audiencias nacionales. Con la migración de usuarios a redes sociales como Facebook y Youtube “la música urbana se apoderó de todos los mercados”. A su parecer, el éxito de cantantes latinos se debe a que los chilenos son más activos con este tipo de géneros. No basta con escuchar, sino también compartir, pedir en la radio y viralizar.

La dominación hispanohablante en los listados de Billboard fue una buena noticia también para los artistas locales. “Si bien existen instancias que reconocen nuestra música, siempre se está priorizando a los estadounidenses”. BBY HOPPER inició su carrera artística el 2020 de la mano de la distribuidora Pukao Music y cree que esto es una oportunidad para poner en vitrina el producto nacional.

El cantante penquista mencionó que, pese al poder de los chilenos en plataformas musicales, no están las condiciones aún para posicionar artistas nacionales nuevos en listados globales. Señaló el caso de Mon Laferte que, si bien tiene una larga trayectoria “tuvo que irse a México para alcanzar éxito y poder ser reconocida en su propio país”.

Para David Anabalón, que lleva años lanzando música indie bajo el seudónimo de Neptuno, aumentar la presencia de exponentes nacionales en el mercado es un desafío que a largo plazo podría volverse realidad. Mencionó que existen “herramientas más democráticas de difusión y producción musical” y que sólo falta que estas propuestas se desarrollen. Solo en América Latina, Chile es el cuarto país más influyente en la industria y con estadísticas como las de Spotify los consumidores solidifican su participación. 

El confinamiento en contexto de pandemia también cumple un rol en el protagonismo de los chilenos. Condiciones como el distanciamiento social, teletrabajo y cordones sanitarios han obligado a gran parte de la población a permanecer en sus casas y buscar nuevas formas de distracción. Este escenario ha incrementado el uso de plataformas de streaming y la audiencia joven, que ya está familiarizada con lo digital, le ha sacado provecho.

Los intentos de Billboard por descentralizar la música han permitido visibilizar tanto a los éxitos latinoamericanos, como a quienes los escuchan. Medidas como el Global 200 Excl. U.S. y el aumento de suscripciones a Spotify en pandemia son los primeros pasos para posicionar a Chile como uno de los más grandes líderes en la industria.