Cuando las disculpas no bastan

Estudio de radio

El pasado 16 de septiembre, el conocido y galardonado comunicador Pablo Aguilera hizo noticia por las declaraciones que ese mismo día emitió en su programa matutino de Radio Pudahuel, haciendo gala de un discurso ampliamente criticado en redes sociales y otros medios de comunicación por su tono clasista y menoscabador.

En un segmento dedicado a la revisión de noticias, musicalizado con la característica cortina que en algún momento utilizó Radio Chilena, “bromeó” con la visita de un puma a la comuna de Puente Alto.

Lo que comenzó como un repaso noticioso regular, fue sellado con los desafortunados comentarios del locutor, agregando, como si se tratara de una frase emitida por el mismo puma, que en Puente Alto “hay puros flaites, están robando, están haciendo desórdenes y contagiando a la gente”, sellando la intervención con risas grabadas.

Las palabras de Aguilera fueron recogidas por Portal Puente Alto, medio local que se encargó de viralizarlas al punto de que el mismo alcalde de la ciudad exigiera las disculpas pertinentes por parte del locutor.

Las palabras de desagravio llegaron un día después, mediante la misma tribuna. “Jamás los estigmatizaría, si yo viví ahí y tengo a mis mejores auditores. Entiendo que se hayan sentido ofendidos. Fue un comentario mal hecho, no lo dije bien y no me supe expresar”, fueron parte de sus disculpas, haciendo alusión a que su crítica era hacia la delincuencia a nivel general.

Errar es humano e incluso, alguien con más de cinco décadas de trayectoria como él, podría equivocarse, naturalmente. Sin embargo, este no fue un error sólo en la forma de expresarse, sino que también en el fondo, pues la carga estigmatizante de su irresponsable frase es muy potente. 

La reacción ofuscada, no sólo por parte de los puentealtinos, sino que de parte importante de una ciudadanía empática con la situación, trajo consecuencias irreparables para la imagen de Pablo Aguilera.

No sería de extrañar que más de un fiel seguidor del programa de Aguilera comience a sentir desapego por el espacio y por la figura del locutor, pues no es tarea fácil desprender de la noción colectiva que su polémica frase sí forma parte de su percepción real, la cual podría manifestarse a menudo en sus conversaciones personales y que en esta ocasión, únicamente por falta de filtros, fue emitida para todo el país.

Así como otros rostros mediáticos han visto dañada su imagen pública por diversos episodios comprometedores, Pablo Aguilera se sumó a la lista por obra propia.

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