Las campañas están en marcha, la franja televisiva tiene luz verde y ambas posturas del plebiscito ya tiene sus estrategias sobre la mesa. El 25 de octubre, fecha acordada en el Acuerdo por la Paz, se realizará el plebiscito constitucional y su inminente llegada pone los nervios de punta en ambos sectores al ser un hito histórico para Chile.

Lo que comenzó como un hecho controversial no ha dejado de serlo hasta el día de hoy. Cuando las autoridades del Senado se reunían para llegar al acuerdo del plebiscito, miles de personas seguían marcando presencia en las calles como nunca se había visto durante los últimos 30 años.

A la vez que ciudadanos pedían cambios reales para la sociedad chilena, en otros la idea de una nueva constitución comenzaba a resonar. Diferentes consignas podían ser escuchadas entre manifestantes, el fervor de la gente bailando en las rotondas llegó a exigir incluso la renuncia del presidente, entre muchas otras cosas.

No fue hasta el Acuerdo por la Paz que se marcó la primera gran respuesta oficial de parte de las autoridades ante el descontento social. Por primera vez los manifestantes pudieron ver una alternativa diferente a la represión, un sector interesado en lograr un acuerdo burocrático junto con la ciudadanía, así generar una salida de caos generado por el descontento social.

Desde este punto se marcaron diferentes posturas, ya sean miradas criticas ante el mero hecho de convocar el plebiscito, otros directamente se sumaron al tren y comenzaron a organizarse en conjunto para que, de manera democrática, se pudiera aprobar o rechazar la creación de una nueva constitución. Fue en ese momento que surgió lo que terminaría evolucionando como las posturas políticas del Apruebo y el Rechazo.

La propaganda

Lo que la propaganda hizo en la política, es similar a lo que la pólvora hizo con la guerra. Los efectos de la propaganda han sido investigados por múltiples filósofos que hasta el día de hoy continúan descubriendo sus efectos. La propaganda es la sangre que recorre las venas de una campaña política saludable, sin ella es prácticamente imposible compartir una idea que pretenda llegar a la masa de los votantes

Por el lado del Apruebo, encontramos a la histórica organización de muralismo Brigada Ramona Parra. Con la continua intención de rescatar la memoria, sus miembros son responsables de múltiples representaciones artísticas de muralismo a lo largo del país. Aaron Connell, miembro de la BRP comentó “Esta brigada nace con un fin político propagandístico que lleva más de 50 años de vida, lo cual te hace entender que la propaganda es necesaria para una vida política social plena, sin propaganda es poco probable llegar lejos”.

A pesar de defender la campaña del Apruebo, Aaron tiene una mirada crítica con respecto al plebiscito “En un principio fue una cocinilla maliciosa entre cuatro paredes, pero ahora tenemos que ver como esto puede influenciar a nuestro pueblo y a nosotros mismos”. Aaron continua “El plebiscito viene a correr el cerco para que las organizaciones sociales, estudiantiles y sindicales puedan ser mejor escuchadas”.

Apruebo

Daniel González, miembro de Unidad Social de la sexta región comentó “El plebiscito tiene una importancia grande, es una oportunidad en la que podemos disputar una transformación constitucional y por fin rechazar la constitución del tirano. Es algo relevante que pude llegar a cambiar las condiciones materiales de todos”

Con respecto a la estrategia ante el inicio de la franja televisiva “Creemos que la propaganda es muy relevante, a través de ella puedes llegar a la opinión pública. En Unidad Social levantamos una comisión de comunicaciones que registre el despliegue en marchas. Creamos un piquete audiovisual encargado de comunicar nuestra postura”. El comunicar una postura política de manera correcta puede marcar la diferencia entre la victoria y la derrota, o como explica Daniel, “En la comunicación estrategia, si tienes una postura y no sabes cómo comunicarla, está prácticamente no existe”.

Rechazo

Por el lado del Rechazo, Guillermo Reyes, Presidente Regional de Juventud UDI, comenta “Esta presión que se generó al firmar el acuerdo, si bien era necesaria porque debemos discutirlo, yo considero que partir de cero no es la base”.

La campaña del rechazo usa la frase “le digo no a la mentira”. Esto último con una visión desesperanzadora ante los posibles cambios que la nueva constitución podría ofrecer.  “La base de la actual Constitución si acepta los derechos fundamentales necesarios. Ese mito de cambiar la Constitución para cambiar lo mal hecho es otra cosa, más bien, es con la derogación o implantación de nuevas leyes”.

 Guillermo Reyes comenta a modo de cierre, “Este uso de la fuerza que se utilizó para firmar el acuerdo demuestra que no es de voluntad propia. Ya está hecho, tenemos que echarle tierra y seguir adelante, siguiendo las convicciones de la UDI y esas convicciones son el Rechazo”.