Juguetes sexuales son sinónimo de revolución

Se suele pensar que es muy desafiante lograr el placer sexual femenino solas y esto es porque la mayoría cree que se necesitan dos personas para lograrlo, pero no. Durante la pandemia la compra de juguetes sexuales se ha disparado, porque las mujeres lo han entendido todo: el placer puede ser personal y es un viaje al autodescubrimiento. 

¿No crees que los artículos eróticos han tenido alta demanda? Te lo demuestro con cifras: según datos obtenidos en un artículo de The Huffington Post, medio digital norteamericano, en Italia las ventas subieron un 60%, en Francia aumentaron en un 40% mientras que en Estados Unidos el porcentaje alcanzó un 75% y Canadá presentó cifras impresionantes llegando a un 135%. ¿Y en Chile?

Como supondrás, no existen datos estadísticos oficiales que entreguen información relacionada a la sexualidad en los chilenos. La pionera de la industria erótica en Chile, Japi Jane, en abril de este año reportó un aumento de un 200% en la comercialización online. El confinamiento trae este nuevo fenómeno que puede deberse a que nos encontramos en incertidumbre y el sexo junto con el placer erótico brinda calma y un montón de endorfinas que sumándolas a estar solas, o en pareja, es el escenario perfecto para atreverse a explorar. 

«En Instagram hay muchas cuentas enfocadas al empoderamiento femenino y la educación sexual exclusiva para mujeres. Un ejemplo es la cuenta @solamegusto, de Barcelona, que cuenta con más de 52,1 mil seguidores». Créditos: @solamegusto

Sí, el sexo sigue siendo tabú. Y más si está enfocado en mujeres que desean explorar sus opciones y experimentar su propia dicha. Pero no es obstáculo para las nuevas generaciones, quienes están mucho más abiertas a hablar de sexualidad y a consumir contenido de esta índole sin ningún pudor. Al existir mayor difusión de contenido de educación sexual en redes sociales se logran destapar mitos, tener mayor información y eliminar generacionalmente la cultura cartucha de los chilenos (no lo nieguen).

El que las mujeres de todo el mundo hablen de sexualidad es un cambio de perspectiva total de la mujer. El género femenino siempre ha estado en desventaja socialmente, pero ahora llevamos la delantera porque sí estamos listas para tener esta conversación y este autodescubrimiento. Además, tenemos algo sumamente importante a nuestro favor: curiosidad. Aquí no se mató al gato, lo hizo querer quedarse y valió la pena.

Más que un aumento en la demanda de juguetes sexuales, deberíamos verlo como una revolución femenina, es una forma de decir: “tengo necesidades y las voy a saciar sin pudor, sin miedo”. Esperemos que no sea solo un síndrome de la cuarentena, porque nuestro cuerpo debemos regalonearlo, amarlo y disfrutarlo siempre.

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