El poder terapeútico de los memes

Se descubrió que el sentirse identificado con estas graciosas imágenes fuera de contexto y compartirlas producen efectos positivos que ayudan a enfrentar la pandemia.

Imagina esto: después de estar todo el día estudiando o trabajando te sientes agotado o agotada, sin ánimos, entras a tus redes sociales y lo primero que ves es un meme chistoso que te saca una sonrisa e incluso una pequeña risa (ese típico sonido que hacemos cuando algo nos causa gracia pero no lo suficiente para llegar a una carcajada). De una u otra forma ese meme mejoró tu rato y si sigues buscando encontrarás más. Tu día ya no se siente tan malo como lo estaba siendo hasta ahora. 

Un estudio realizado por un equipo multidisciplinario británico, conformado por tres prestigiosas instituciones universitarias, planteó la siguiente pregunta: “¿Qué tal si una acción tan cotidiana en redes sociales como ver o compartir memes puede resultar beneficioso para la salud mental de personas depresivas?”

Basándose en investigaciones previas que indican una asociación entre la depresión y el uso prolongado de Internet y redes sociales (por ende, un mayor acceso a memes), este estudio británico se centró en examinar el procesamiento del humor en personas con diferentes trastornos, planteándose como hipótesis que el humor de orientación negativa o con señales autodestructivas, puede atraer a personas con depresión.

Los memes que hacen referencia a trastornos son un boom en redes sociales, así también como los memes de gatos que usualmente se utilizan como método de enfrentar la depresión, según las cuentas que se dedican a la difusión de estas cómicas imágenes . Foto recogida  de GYMAFIA.

Los resultados fueron muy interesantes, el estudio concluyó que a pesar de la evidente orientación negativa de los memes depresivos estos se pueden considerar positivos, debido a que permite visualizar la naturaleza agobiante de este trastorno y que para muchos de los afectados con esta condición es difícil de expresar. Es agradable y gratificante sentir que hay más personas pasando por lo mismo.

Los investigadores identificaron que los memes otorgan una visión humorística de su propia experiencia negativa y que al compartirlo en redes sociales permite formar círculos sociales y emocionales con personas que seguramente presentan síntomas similares. Negativo más negativo da positivo ¿no?

El poder de los memes no es solo para las personas que sufren de trastornos mentales identificados. Reír provoca la producción de endorfinas (la hormona de la felicidad) y libera dopamina en el cerebro (asociado a la agilidad mental). La mayoría después de un mal día agradecemos ver un buen meme para compartir y disfrutar.

El consumo de redes sociales se ha disparado siendo el único medio de comunicación que podemos tener. Los memes sobre el covid-19, salud mental, vida diaria y acontecimientos actuales dan una gota humorística necesaria dentro de este contexto complicado.

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