Producto a la pandemia del COVID-19 la mayoría de las personas en el mundo tuvieron que adaptarse y transformar sus diferentes estilos de vida, dejando muy claro que las tecnologías serían nuestro mejor aliado a la hora de realizar actividades diarias. Pero ¿Qué pasa con los adultos mayores?
Antonia Morales Mansilla
Cierto es que la tecnología llegó para quedarse, según cifras de la Subsecretaría de Telecomunicaciones el tráfico de internet aumentó en un 40% respecto del año pasado, de esta forma deja más que claro que la tecnología es la mejor herramienta para afrontar la cuarentena.
A raíz de esto, surgen nuevas necesidades en un mundo tecnologizado, cada día son más los adultos mayores que requieren ayuda para realizar trámites que por motivos del COVID-19 ya no pueden hacer de forma presencial. Cientos son los desafíos que surgen para la gente mayor, adaptarse a su edad se vuelve un proceso más complejo y la alfabetización requiere de un esfuerzo doble para quienes no nacieron en una era digital.
Según la Novena Encuesta de Acceso y Uso de Internet realizada en 2018 por la Subsecretaría de Telecomunicaciones, el 49,1% de las personas mayores de 60 años nunca ha usado Internet. Hoy, en tiempos de pandemia, la brecha se vuelve aún más grande.
El desafío no solo recae en el sector público, que ya hace el esfuerzo, sino que se empieza en casa. La mayoría de las personas convive con un adulto mayor, es por eso que nuestro deber es enseñarles que las tecnologías son amigables y que sirven para resolver problemas de forma más fácil. Nuestros padres y abuelos se están quedando atrás en un mundo completamente digitalizado, donde nadie le da la oportunidad para aprender y familiarizarse con las herramientas del área digital.
Acciones como el “plan adulto mayor” son los que marcan la diferencia, en esa instancia se realizaron capacitaciones y clases de alfabetización digital a cientos de personas mayores, a través de talleres donde se les enseñaba cómo hacer trámites en línea y activar la clave única.
Faltan iniciativas que incentiven a las familias a educar a sus adultos mayores, sobre todo en estos tiempos de pandemia, donde no es posible visitarlos o poder pasar tiempo con ellos. Hoy es cuando más se sienten solos y quieren compañía. Sin embargo, la brecha digital es tan grande que no permite establecer contacto con ellos a través de una simple red social.
No los dejemos de lado, nos volvemos parte del problema al no ayudarlos a comprender las tecnologías. La pandemia dejó a la luz la gran brecha digital en nuestro país, las nuevas generaciones son las encargadas de solucionar este problema que nos persigue por más de una década.