Mientras el exalcalde de Estación Central se convierte en el cuarto ministro del Interior en el gobierno de Sebastián Piñera, se asoma nuevamente una interrogante: ¿qué es lo que aún mantiene al general Mario Rozas al mando de Carabineros?

Lo que sucedió hace una semana en el Ministerio del Interior fue tan fugaz como la estadía del gremialista Víctor Pérez en dicha cartera: comenzó a debatirse una acusación en su contra, se aprobó y minutos después, el controversial político renunció a su cargo. 

Un día más tarde, el puesto ya estaba nuevamente “cocinado” para un panelista habitual de los programas matinales: Rodrigo Delgado, exalcalde de Estación Central asumió el mando del ministerio, lidiando con el fantasma de la petición colectiva de renuncia a Mario Rozas, General Director de Carabineros y figura icónica de la división política en Chile. 

Recordemos que Rozas asumió su cargo en diciembre de 2018, por lo que sobrevivió a las administraciones ministeriales de Andrés Chadwick, Gonzalo Blumel, Víctor Pérez y ahora Delgado, pese a que carga una mochila de acusaciones sobre violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos y encubrimiento dentro de Carabineros.

Algunas de estas críticas vienen incluso desde el oficialismo, pues personeros de Chile Vamos lo señalan como uno de los responsables de la violencia en la Región de la Araucanía y, en consecuencia, exigen su destitución.

No obstante, la respuesta del presidente ante estas críticas siempre es negativa: son numerosos los puntos de prensa donde el mandatario ha hecho explícita su defensa irrestricta al actuar de Carabineros y el funcionamiento interno de la institución, responsabilidad directa del general Rozas. 

Esta actitud, desapegada del clamor social y el fuego interno de su coalición, resulta inexplicable desde todo punto de vista: Piñera ha sido clave en promover dentro de su discurso una reforma a Carabineros, dados los numerosos casos de corrupción al interior de esta institución. Sin embargo, estas situaciones solamente se acentuaron con la administración de Mario Rozas.

A su vez, hay voces que describen el actual clima político como “ingobernable”. Esto puede ser una justificación para la permanencia del General Director en su cargo: el peón (Rozas) protege al rey (Piñera) en un tablero donde cada vez quedan menos piezas, o si se prefiere, menos ministros. 

Sin embargo, es una analogía que tiene algunos vacíos: ¿de qué se está protegiendo el presidente Piñera?, ¿cuál será el costo comunicacional de esta estrategia? Interrogantes que solamente el paso de los años o el voto popular podrán resolver.