Lista la vacuna, y ¿ahora qué? EntrelíneasPor Marco Andres Sarmiento Castillo - 13 noviembre, 2020 El pasado lunes la farmacéutica Pfizer anunció que su modelo de vacuna contra el nuevo COVID-19, había terminado su fase de prueba, logrando alcanzar un 90% de efectividad en la creación de anticuerpos para el virus. Ahora bien, ¿cuáles son los siguientes pasos a seguir? ¿Por qué esta vacuna y no otra? En una decisión tan importante como la de cuidar la salud de la población, son muchos los factores que inciden. En primer lugar, es necesario reconocer que cualquier esfuerzo frente a detener el contagio del coronavirus viene desde la vereda del desconocimiento y la predicción. La ciencia no esperaba que un fenómeno que partió sólo como un virus respiratorio acabara con más de un millón de fallecidos a lo largo del mundo. En ese sentido y en función de todas las dificultades que esta pandemia ha propuesto, la búsqueda de una cura ha llevado que la comunidad científica agote su esfuerzo en pos de resultados positivos que permitan acercar a la población a la antigua normalidad. El tema es, ¿cuál es el límite a la hora de encontrar dicha solución? Es sabido que la industria farmacéutica a nivel mundial, es manejada por grandes potencias económicas que además están involucradas en otras facetas del mercado, como empresas alimenticias, textiles, de explotación de recursos naturales y muchísimas otras. Asimismo, la mayoría de estas cadenas trabajan en conjunto con áreas de investigación dentro de la medicina y al mismo tiempo colaboran con organizaciones internacionales que regulan el uso de fármacos, drogas y tratamientos. En otras palabras, responden a intereses más amplios y ligados con el poder y la política. También, el contexto sanitario del planeta hace necesario que esta industria se haga cargo del desarrollo de todo tipo de opciones que logren ayudar a las personas. La existencia de una vacuna ha sido desde hace meses una problemática sin solución hasta ahora. Tras largos nueve meses de pandemia, cuarentena y confinamiento, la opción de comenzar a terminarlos es ya tangible. Los gobiernos forman alianzas y las dosis ya se subastan como si de un bien material se tratara. En una primera instancia, fue Estados Unidos quien presentó su vacuna al mundo, tras conocerse los primeros avances rusos al respecto. Luego, la Universidad de Oxford en Gran Bretaña, fue la entidad que mostró los resultados de su investigación. Nada tan alentador como lo que hoy conocemos. 43 mil 500 pacientes han recibido con éxito la vacuna por parte de Pfizer, afirmando así que para 2021, sólo en Chile, 10 millones de personas podrán ser vacunadas correctamente. Finalmente, la decisión de implementar una vacuna u otra para un país, resulta una estrategia no sólo relacionada con el ámbito sanitario. Lamentablemente, hubo que esperar que la OMS y los gobiernos de gran parte del mundo se pronunciaran frente al tema para que hoy podamos discutir frente a una vacuna real y que ya se comenzó a producir en serie para que llegue a Chile.